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Felipe González advierte del peligro de los "salvadores de la patria", en clara referencia a Aznar

El expresidente emplaza a los movimientos sociales a articularse para evitar populismos. Sale en defensa del bipartidismo pero aboga por la apertura de los partidos reclamando primarias 'para todos y con obligación'

IÑIGO ADURIZ

El expresidente del Gobierno Felipe González no ha podido evitar este miércoles seguir manteniendo viva la mecha del pulso que mantiene con otro exmandatario, José María Aznar, respecto al permanente análisis de la actualidad política que llevan haciendo ambos en las últimas semanas. Esta vez, el asunto central de la intervención de González ha estado centrada en la crisis de gobernanza que viven tanto España como Europa.

En este contexto que ha querido abordar durante la presentación del Informe sobre la Democracia en España 2013 de la Fundación Alternativas, el histórico dirigente socialista ha considerado que 'cuando desaparecen los referentes políticos', eso que últimamente reflejan las encuestas debido a la desafección hacia la clase política, 'se puede tener la alegría' de contar con la 'gran movilización' social que se reúne en los últimos años en las calles y plazas españolas, sobre todo desde el estallido del Movimiendo 15-M.

Pero para que esos movimientos sociales constituyan una 'alternativa' real, González cree que deben 'articularse'. Así podrán ofrecer, según él, 'alternativas de gobernanza' que permitan dar un cambio de rumbo al país. Si no, el país estaría expuesto a movimientos populistas o de extremo nacionalismo que acogieran a 'salvadores de la patria'. 'Alguno se ofrece por ahí', ha ironizado, en clara referencia a Aznar y la ambigüedad de este acerca de su vuelta a la politica.

González también reconoce esa crisis del bipartidismo a la que apuntan los estudios demográficos, si bien él sigue viendo ese sistema como el único capaz de ofrecer estabilidad al conjunto del Estado. 'El bipartidismo es malísimo, pero cuando lo liquiden lo reclamaremos para que haya un elemento de gobernanza', ha dicho. A su juicio, un parlamento de 'cien partidos' o un Gobierno de coalición conformado por ocho fuerzas políticas 'no garantiza un mayor cumplimiento de los programas electorales' y el 'control de la acción de Gobierno'. 'Todo lo contrario', ha remachado.

A pesar de esta defensa de la supremacía de los grandes partidos González sí ha abogado por reformar el funcionamiento de los mismos. En la misma línea de lo que se viene reclamando desde su propio partido en los últimos meses, y en consonancia con lo que llevan reclamando desde el 38 Congreso los críticos con la gestión de Alfredo Pérez Rubalcaba, el expresidente del Gobierno ha abogado por 'abrir' las formaciones políticas a los ciudadanos.

'Los partidos se abren o tienen un mal futuro', ha considerado, antes de respaldar sin ambages la celebración de elecciones primarias para elegir tanto a los candidatos electorales como a los órganos del partido. Estos procesos tendrían que ser, a su juicio, 'por ley'. 'Para todos y con obligación', ha concluído. En frente suyo le escuchaba con atención la exministra de Defensa, Carme Chacón, que estaba sentada justo al lado de la responsable económica de la Ejecutiva de Rubalcaba, Inmaculada Rodríguez Piñero. 

Respecto a la situación económica González no se ha cansado de repetir que el origen de la crisis está en el 'mal funcionamiento del sistema financiero' y que es consustancial con el surgimiento de la globalización. Si bien la situación puede mejorar o empeorar, a juicio del expresidente del Gobierno esa crisis financiera perdurará porque, dice, no se han adoptado las medidas necesarias para atajarla. 'Gobernar significa también gobernar sobre el sistema financiero', ha dicho.

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