La Fiscalía de Barcelona ha asegurado este viernes que no puede aceptar que CiU haya cuestionado su imparcialidad y le atribuya 'de modo interesado y apenas encubierto' actuaciones contrarias al principio de legalidad y ha afirmado que actúan con 'legalidad e imparcialidad' sin dar trato de favor a nadie.

En un comunicado, la Fiscalía de Barcelona ha salido así al paso de las quejas planteadas ayer por CiU, que manifestó sentirse víctima de una 'guerra sucia institucionalizada' después de hacerse públicos fragmentos de la conversación grabada en el restaurante La Camarga, 'en donde Alicia Sánchez-Camacho (la líder del PP catalán) admite tener interés en perjudicar a CiU y asegura que cuenta con un fiscal de confianza'.

CiU denunció ayer en un comunicado que algunos fragmentos de la grabación que hizo la agencia Método 3 de la conversación de Sánchez-Camacho con la expareja de Jordi Pujol Ferrusola confirman sus 'sospechas' de que la federación es 'víctima de una guerra sucia institucionalizada'. Por este motivo, CiU pidió que la líder del PP catalán diera explicaciones sobre las 'graves afirmaciones que se le atribuyen', en referencia a su comentario relativo a que cuenta con un 'fiscal de confianza'.

En una medida muy poco habitual, la Fiscal jefe provincial de Barcelona, Ana Maria Magaldi, ha replicado las acusaciones de CiU en un comunicado en el que sostiene que el Ministerio Fiscal ejerce con 'legalidad e imparcialidad' sus funciones 'sin hacer en ningún caso acepción de personas'.

'El Ministerio Fiscal no puede aceptar, sino que rechaza de modo claro y terminante que se cuestione su imparcialidad y aún más que se le atribuya, de modo interesado y apenas encubierto, la realización de actuaciones contrarias al principio de legalidad y desviadas de su función constitucional', remarca el comunicado.

Sánchez-Camacho evitó ayer entrar a comentar el contenido de la conversación por su carácter 'privado' y porque fue grabada de forma 'ilegal', pero remarcó que 'todos los fiscales son independientes'.