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Garzón aspira a que sus diputados sean tan determinantes como los
de la CUP en Catalunya

El candidato de Unidad Popular-IU se ha sometido a las preguntas de los alumnos de su antigua universidad en Málaga, ha hablado de la política espectáculo vacía de propuestas y ha pedido a un público convencido que haga de altavoz de sus propuestas.

El candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, es aclamado a la entrada de la Facultad de Ciencias de la Comunicación en Teatinos Málaga, donde ha mantenido un encuentro con estudiantes. EFE/ Jorge Zapata

MÁLAGA.- El candidato de Unidad Popular-IU a La Moncloa, Alberto Garzón, ha vuelto al aula desde la que pidió el voto hace cuatro años a sus compañeros de pupitre. El Aula Magna de la Universidad de Málaga, donde no hace mucho era un alumno más que se licenció en Económicas y Dirección de Empresas, se ha llenado para escuchar y preguntar al que hoy es candidato presidencial. "Todo un orgullo" para sus excompañeros, han dicho los presentadores antes los 300 estudiantes.

Garzón se ha sentido en casa, ha hecho un discurso muy cercano, ha buscado el aplauso, pero también la risa cómplice ante un público que sabe informado y afín. Por eso le ha pedido que haga de altavoz para conseguir que su candidatura, que los diputados que logre Unidad Popular-IU, puedan ser tan determinantes como los de la CUP en Catalunya que, con diez escaños, tiene en su mano la investidura del president de la Generalitat.

Ser llave es lo que le queda y a lo que aspira después de que su idea de concurrir en una lista unitaria junto a Podemos y otros partidos se fuera a pique. Por esa cuestión le han preguntado los estudiantes y Garzón ha respondido que "fueron ellos los que renunciaron", que les faltó "reconocimiento". "No nos reconocieron nunca porque su estrategia es huir de la izquierda y decían que éramos un lastre porque éramos comunistas. Me pareció una tontería como un camión", ha dicho. "Justo después de romper la posibilidad de fichar a los que decían que molábamos de IU, empezaron a abandonar la ambigüedad y a girar al centro", ha dicho. "Podemos no es mi enemigo, pero si defiende el libre mercado en el sector energético, por ejemplo, diré que eso beneficia a la oligarquía", ha respondido. El candidato lamenta que, después de años de movilización, todos los partidos hayan "vuelto al 2010" y se hayan olvidado de lo que proponía el 15-M, "un proceso constituyente".

Las preguntas también han tratado sobre otros muchos temas como la guerra en Siria, las políticas educativas, la soberanía monetaria, el voto por correo o la pureza del lenguaje comunista en el siglo XXI. El discurso inicial del candidato ha sido, básicamente, el que pronuncia en cada mitin, pero en un tono mucho más cercano y coloquial, más ameno; explicando cómo es su vida después de licenciarse, cómo es el Parlamento y cómo funcionan los medios de comunicación.

Sobre todo, ha cargado contra la "política espectáculo" que ha inundado desde hace unos años los medios, una forma de divulgar que, para él, se queda en la superficie y no explica las propuestas. "Prefiero este tipo de formatos", el de responder a las preguntas de los estudiantes, ha dicho, porque "la política es cada vez más visual y estética y menos reflexiva". Como ejemplo, ha puesto a la periodista Ana Pastor, que le interrumpió mientras explicaba en su programa su propuesta de empleo garantizado. "No me cuadran las cuentas, me dijo. Y yo le respondí: "Vamos a ver, Ana Pastor, esto cuadra. Lo he hecho en Excel y cuadra perfectamente. Otra cosa es que tú no te lo creas". Los estudiantes han soltado una larga carcajada.

También ha hablado del "teatro de sombras" que es, según él, el Congreso de los Diputados, donde "se puede votar algo incluso antes de escuchar la ponencias". Garzón sabe que, cuando se sube a la tribuna "no se puede convencer a nadie"; de hecho, asegura que prefiere que no haya nadie en el Congreso cuando él habla porque así se asegura de que "los pocos que hay escuchan en lugar de estar cuchicheando o jugando al Candy Crush en la tablet", como la vicepresidenta de la Cámara, Celia Villalobos.

En definitiva, lo que más le preocupa a Garzón es lo "peligroso de decir que no hay derecha ni izquierda". "Porque corres el riesgo de que alguien más listo que tú te copie la idea, vistiendo mejor, teniendo detrás a las empresas del IBEX 35 y apellidándose Rivera", ha concluido Garzón entre risas de los estudiantes, antes de "desmontar la propuesta del contrato único" de Ciudadanos y su complemento salarial. "Barbaridades, subvenciones para que el Estado pague los salarios de los trabajadores a los empresarios". Para eso, ha dicho, "es mejor que el Estado cree empleo directamente", en referencia a su Plan de Empleo Garantizando.

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