El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas ha contestado a las quejas del presidente de la Comunidad de Madrid sobre el sistema de financiación autonómica que, según Ignacio González, es injusto con la región que gobierna en favor de otras como Catalunya. Cristóbal Montoro, en una entrevista en el diario Expansión, advierte a González de que 'Madrid no puede decir que estoy haciendo lo que no estoy haciendo' y le recuerda que en su Ministerio no 'está la ventanilla para que le hagamos candidato'. 

Cristóbal Montoro asegura al diario económico que González 'está equivocado' en sus planteamientos de protesta y le recuerda que él, con la cuestión de la financiación autonómica, no hace 'política'. 'No creo que los madrileños se crean ese discurso de que 'un Gobierno del Partido Popular le quita dinero a Madrid para dárselo a Cataluña'; es bastante absurdo', advierte el ministro de Hacienda al presidente autonómico.

El responsable de los presupuestos del Gobierno de Rajoy, persona de su absoluta confianza, es particularmente duro con González en la entrevista publicada hoy. 'La Comunidad de Madrid se equivoca al decir que ellos son más solidarios que nadie -critica-. Es un concepto de la solidaridad completamente equivocado; no hay solidaridad en el pago de los impuestos; cada uno paga en función de su capacidad económica. Los impuestos están para garantizar la igualdad de acceso a los servicios', concluye el ministro.

Montoro confirma y responde así a la estrategia del sucesor de Esperanza Aguirre, que pasa por atraerse al electorado madrileño y remontar las pésimas encuestas del PP en Madrid, aun a costa de criticar al Gobierno de Mariano Rajoy (por no reformar de forma inminente el sistema de financiación autonómica) y adoptar políticas contrarias a las del Ejecutivo (anunciando bajadas de impuestos en su comunidad para 2014). Con una subida en los sondeos y un perfil propio, González cree que se garantizaría la candidatura a la Presidencia regional en las elecciones autonómicas de 2015, algo que, de momento, parece no contar con el visto bueno de Rajoy, que es quien tiene la última palabra.