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28f dia de andalucía

Juan Espadas: "Reivindicar la autonomía fiscal para los ricos es lo contrario del espíritu del Día de Andalucía"

En esta entrevista con 'Público', el secretario general del PSOE de Andalucía afirma que el proceso que derivó en la autonomía fue "la recuperación de la autoestima, la conquista de algo que la historia no había escrito que lo tuviéramos".

Juan Espadas, secretario general del PSOE de Andalucía, en el Parlamento autonómico.
Juan Espadas, secretario general del PSOE de Andalucía, en el Parlamento autonómico.

Juan Espadas (Sevilla, 1966) afronta en unos meses sus segundas elecciones como secretario general del PSOE de Andalucía, el partido hasta 2018 hegemónico en la Comunidad. El pasado 19 de junio, el partido recibió un severo varapalo con la mayoría absoluta de Juanma Moreno.

Espadas asegura en esta entrevista que está preparado para ser alternativa de Gobierno en 2026, y cree que el partido, que cuenta con una fuerte  en Andalucía, tras una etapa convulsa, tiene claro ahora que la prioridad son los alcaldes y después las elecciones generales.

Sobre el andalucismo de Juan Manuel Moreno Bonilla, en este aniversario del 28F de 1980, cuando se votó el Estatuto de Autonomía que tanto costó conseguir, afirma que lo que pretende hacer es un lavado de cara. "Lo que veo es un afán por reescribir una historia que, insisto, no escribió el PSOE sino que lo hizo la sociedad andaluza reconociendo el papel de los socialistas".

La semana pasada se completó la exhumación de la fosa de Pico Reja, que Espadas impulsó, entre la incredulidad de los familiares de las víctimas, cuando fue alcalde de Sevilla, puesto que dejó para ocuparse del PSOE regional.

¿Cómo le sienta que se haya completado la exhumación de la fosa? No estuvo en el acto.

Es uno de mis grandes proyectos de de la ciudad. Me dijeron que me citó alguna gente. Cuando yo hago el primer gobierno municipal en 2015, yo planteé una estrategia que tenía una componente ideológica fuerte, es decir, de contraste con Juan Ignacio Zoido [del PP, su predecesor en el puesto] importante. Había un tema, el de la memoria, en el que éramos un auténtico páramo, teníamos una auténtica asignatura pendiente. Había que recuperar muchos años. Estaba todo por hacer: el callejero, el reconocimiento a mucha gente y las exhumaciones de las fosas como gran tema. Entonces decidimos que el Ayuntamiento de Sevilla tenía que ser una referencia de política nacional en este tema.

Diseñamos una estrategia con las asociaciones memorialistas, que eran muy escépticas al principio. No se creían que nosotros fuéramos realmente a hacer esto y nos empeñamos, con un grupo de personas muy comprometidas política y socialmente y con relación con las asociaciones memorialistas. Tuvimos nuestras tensiones con Izquierda Unida porque de alguna manera se consideraba el interlocutor natural de las asociaciones. Les demostramos que nuestro compromiso era de verdad y con hechos, no simplemente hablar en mítines. Yo ahí evidentemente también tenía una componente personal. Mi abuelo había sido funcionario del Ayuntamiento y fue represaliado por Queipo, junto con el más de 500 funcionarios. Hicimos una recuperación de sus expedientes. Los rehabilitamos.

El 28F de 1980, ¿Dónde estaba?

Yo tenía 14 años. Yo nací en el 66. Con 14 años, no puedes imaginar el alcance de lo que está ocurriendo, no en términos políticos. En esa época todavía aún yo creo que no éramos conscientes de lo que realmente era el proceso que se estaba abriendo en Andalucía. Yo recuerdo perfectamente el triunfo de Felipe González en el 82. Iba con mi padre a los mítines del Prado de San Sebastián. Todo eso era un proceso de ebullición social pero yo no podía interpretar la magnitud de lo que estaba ocurriendo. Yo empiezo a, digamos, conocer de la dimensión del 28F, más bien en la Facultad. Yo estudio Derecho en Sevilla, entre el 84 y el 89. Tuve el lujo de tener a Javier Pérez Royo de profesor. Me examiné con él oral. Lo recuerdo perfectamente. Había ahí un caldo de cultivo en la facultad de Derecho muy muy interesante.

Como mi abuelo había sido represaliado por Queipo de Llano, en mi familia, bueno, lo de hablar de política como que lo justo. Por tanto a mí todo el proceso de conocimiento realmente de lo que significaba el proceso autonómico, la construcción del autogobierno de Andalucía, todo eso me llega por lo que yo vivo y respiro en la Facultad de Derecho en los años 80 con ese primer gobierno de Escuredo y luego de Pepe Rodríguez de la Borbolla.

¿Qué representa esta fecha para usted? ¿Tuvo aquel proceso un componente de reivindicación material, de mejora de las condiciones de vida?

Fue el nacimiento de una conciencia. Teníamos, digamos, el sentimiento acumulado de haber sido furgón de cola y de que se nos habían negado las oportunidades de desarrollo industrial, las oportunidades de inversión, las oportunidades en definitiva de generación de riqueza que desde el franquismo y desde la dictadura se plantearon claramente en otros territorios. La inteligencia política fue introducir en ese momento, en esa evolución, en esa ebullición del sentimiento democrático que emergía con la Constitución, un proceso de construcción de un Estado federal o cuasi federal. Un proceso previsto en el propio Título Octavo de la Constitución, un título complejo, un título que se escribió con dificultad y que su ejecución material era aún más compleja.

Ahí es donde Andalucía sabe ver que se iban a generar dos grupos y de nuevo dos velocidades de desarrollo en España y nosotros volveríamos a quedarnos atrás. El gran servicio que presta Andalucía al conjunto de España es que de alguna manera nosotros somos el puente, somos el vínculo con esas comunidades de primera porque conseguimos a través de un referéndum, a través de una movilización en la calle, digamos, imponernos al Estado central. Gracias a lo que produjo Andalucía, en ese momento es cuando realmente recuperamos el orgullo de ser un pueblo que se sabía con talento y con capacidades, pero al que habiéndosele negado todo, tenía un problema de autoestima. Yo creo que el 28-F es la recuperación de la autoestima, la conquista en este caso de algo que la historia no había escrito que lo tuviéramos. Ni siquiera la Constitución nos lo dio a priori y sin embargo, lo tuvimos.

Tuvimos el talento también político de haber visto que en un proceso duro y difícil de transición política, de escasez de recursos y de pobreza, de subdesarrollo, de analfabetismo, supimos de alguna manera generar ese comportamiento y ese sentimiento autonomista. No se sabía muy bien qué era la autonomía, pero sí se sabía perfectamente bien y se palpaba en la calle que la gente no quería seguir como estaba y que la gente veía de alguna manera en ese afán de podernos autogobernar el dejar de ser maltratados como la historia nos había maltratado. Y cuando digo la historia, me refiero a los dirigentes políticos que creían en un modelo centralizado en el que Andalucía era sencillamente, pues eso, la despensa de algunos y el patio trasero de otros.

El presidente Moreno se ha envuelto en la bandera de Andalucía ¿Siente que les haya descolocado a ustedes, el PSOE, con ese movimiento?

No. Están lavando sus pecados. Es decir, la derecha andaluza es muy consciente hoy de que quienes formaron parte entonces, no la generación actual evidentemente, si no quienes formaron parte de esa derecha política andaluza eran parte del problema y no fueron nunca la solución ni de lejos, y desde luego mucho menos en un marco de un Estado federal. La contradicción de la derecha es que nunca ha hablado en este caso de una España federal, ni nunca ha defendido la España de las autonomías. Jamás.

Y sin embargo ahora hay un líder autonómico de la derecha que quiere de alguna manera porque sabe perfectamente que parte de las razones por las que el PSOE ha gobernado 37 años en Andalucía era porque la sociedad andaluza identificaba autonomía con aquellos que desde el punto de vista político lucharon por ella en la calle y en las instituciones, que fueron los socialistas. Desde luego, no la derecha. Y ahora, pues de alguna manera está ese intento de reescribir una historia que ellos piensan que escribimos nosotros los socialistas y no es así. Lo escribió la sociedad andaluza y lo escribió votando a lo largo de muchos años. Una de las razones por las que la gente ha votado socialista una vez tras otra es porque la aspiración de esa autonomía o autogobierno se fue traduciendo en transformaciones, en la modernización de infraestructuras y de las oportunidades que tenían los andaluces y por eso se renovaba la confianza.

Yo no quiero recordar cuántas veces nos han faltado al respecto los líderes de la derecha en España con el silencio absoluto de la derecha andaluza. Nos ponían donde nos ponían, siempre con desprecio. Por tanto ¿Cómo los andaluces durante todos esos años iban a ver en esa derecha alguien que de verdad liderara su sentimiento de avanzar en la autonomía y el autogobierno como elemento equivalente a una generación de riqueza, de oportunidades de empleo, de formación y en definitiva de competir con otros territorios para no ser menos que nadie? Entonces en este momento lo que veo es un afán por reescribir una historia que, insisto, no escribió el PSOE sino que lo hizo la sociedad andaluza reconociendo el papel de los socialistas. Y en especial y claramente el papel de visionario, valiente y profundamente convencido de lo que de verdad quería para su tierra, Andalucía, de Rafael Escuredo. Clarísimamente y con absoluta diferencia de cualquier otro líder político de la época.

¿Lo dice por Alejandro Rojas Marcos?

Hay que reconocer a muchos otros que creyeran o que propusieran, pero quien realmente se echó a las espaldas el asunto de lo que en ese momento tenía que ser, convencer al Gobierno de España y convencer incluso a los compañeros de partido de lo que debía ser el proceso de Autonomía de Andalucía y cómo acelerarlo y como llevarlo a las instituciones, fue Rafael Escuredo. Y eso lo sabe todo el mundo y por tanto sobra cualquier otro análisis y desde luego sobra alguno de los que se han escuchado recientemente.

Me refiero en definitiva a los comentarios que se escuchan de algunos líderes del PP o de Alejandro Rojas Marcos diciendo algo así como que el PSOE ha distorsionado la historia de Andalucía. No. La historia la escribe la sociedad. Nosotros no somos notarios de lo que ocurrió. Las cosas sucedieron, se escribieron y no por una voz, sino por mucha gente. Y sobre todo se fue refrendando en las urnas. La confianza una vez tras otra te la dan porque fuiste acreedora de ella y por qué sin duda no lo harías muy mal cada cuatro años como para que te la renovaran. Hasta que sencillamente la sociedad andaluza ha decidido darle la confianza a otro partido político, lo cual es absolutamente legítimo en democracia.

Dicho lo cual, insisto, esos excesos muchas veces teatralizados, forman parte de lo que por cierto algún algún insigne socialista como Manolo Gracia ha denominado el andalucismo líquido. El andalucismo desde las instituciones y desde los gobiernos se demuestra tomando decisiones que mejoren la vida de la gente, no dándose golpes de pecho, envolviéndose en banderas o poniéndose pines. Se demuestran en las decisiones que tomas en un Consejo de Gobierno. Y con las últimas no están precisamente dignificando el espíritu del 28 de febrero.

Envolverse en la bandera de Andalucía, en la autonomía fiscal, para poner un recurso a un impuesto estatal que pagan quienes acumulan más de tres millones, ¿qué le parece?

Es justo lo contrario del espíritu del 28F. Reivindicar la autonomía fiscal para favorecer a unos pocos, a los más ricos, frente a la inmensa mayoría, es justo lo contrario del espíritu del 28 de febrero. Moreno Bonilla tiene una enorme contradicción en su defensa de la Autonomía de Andalucía y es que su primera decisión como presidente de Gobierno no ha sido que la inmensa mayoría de los andaluces, como consecuencia una decisión de su Gobierno, de él mismo como presidente, haya mejorado sus condiciones de vida, ya sean salariales, ya sean educativas, ya sean en la cuestión que quieran, no ha sido eso: ha sido elegir a una parte de la sociedad andaluza, a 17.500 grandes fortunas, a las que les suprime o les deja de cobrar un impuesto.

Esa persona, la que más recursos tiene, la que más fortuna tiene en Andalucía resulta que de buenas a primeras le ahorramos su parte proporcional de aportación a la masa de ingresos públicos que sustentan los pilares de los servicios esenciales para el conjunto de la ciudadanía. Sobre todo para aquellos que no tienen alternativas. En esos servicios esenciales están las garantías de su igualdad de oportunidades . Me refiero a la sanidad, me refiero a la educación, me refiero a la dependencia. Por tanto es una enorme contradicción decir que tú eres el máximo defensor de Andalucía y al mismo tiempo elegir solo a 17.500 grandes fortunas para hacerles un regalo.

¿Ha perdido autonomía frente a Madrid el PSOE andaluz como afirma una y otra vez el presidente de la Junta?

A mí me parece que este tipo de, en fin, de crítica al adversario político tiene un recorrido muy corto. Hoy día ¿Quién puede decir que las estrategias de los partidos no están coordinadas? Es decir, cuando Moreno Bonilla dice en una tribuna pública que votar a cualquier alcalde del PSOE en Andalucía es votar a Pedro Sánchez eso forma parte de una estrategia electoral en la que él está diciendo justo lo que Feijóo necesita para intentar posicionarse mejor en un proceso de elecciones generales como el que vendrá en unos meses. Por tanto seamos coherentes. El primer soldado de Feijóo es Moreno Bonilla. Soldado y además aspirante a sucesor, cuidado. Soldado y aspirante a sucesor.

Por tanto, hombre, que no me hable de que si yo hago o no lo que dice Pedro Sánchez o si le llevo la contraria más o menos en este caso al secretario general de mi partido cuando él claramente está planteando su estrategia de gestión del Gobierno de Andalucía no desde el punto de vista lo que necesitan andaluces, sino desde el punto de vista de lo que necesitan Feijóo y el Partido Popular. Esto es muy grave, porque yo no estoy gobernando la institución, él sí. Que él decida dedicar más tiempo a confrontar porque entiende que le es más rentable una labor de acoso y derribo al Gobierno de España, significa que quien realmente tiene una obsesión es él. Ya ha declarado la Junta de Andalucía como sucursal de una estrategia electoral del PP.

Nosotros estamos en la oposición y somos un partido que quiere poner en valor lo que hacen los socialistas en el Gobierno de España, todo lo que beneficia a los andaluces y andaluzas. Creo que esto forma parte de la lógica política cuando tenemos un gobierno andaluz que oscurece y borra del mapa los elementos positivos de la acción del Gobierno de España en Andalucía. Lógicamente en las personas que formamos parte del mismo partido que gobierna tenemos que contarle a los andaluces que las cosas no caen del cielo. Cuando el señor Moreno Bonilla aprueba el presupuesto con más recursos de la historia de Andalucía lo hace porque un gobierno socialista en Madrid ha conseguido los fondos europeos que él critica todos los días y que le da la posibilidad de tener esos presupuestos. Sin ellos, tendría un presupuesto birrioso en este año 2023.

Por tanto ¿De qué estamos hablando? Cada uno de los responsables políticos que estamos ahora mismo tanto en Madrid como en Andalucía creo que no debemos trasladarnos críticas en clave de pensar que tenemos más o menos perfil desde el punto de vista de la autonomía de decisión política de nuestra organización ni desde luego discutir que pondríamos antes por delante los intereses de Andalucía si fuese necesario que los de nuestro partido. Yo se lo digo muy claro. Yo soy el secretario general del PSOE de Andalucía y yo voy a defender los intereses de Andalucía por encima de cualquier cuestión y si en alguna cuestión tengo que discrepar de una decisión del Gobierno de España o de mi partido porque crea que no es en este caso, yo alzaré la voz y por supuesto defenderé los intereses de Andalucía porque quiero ser el próximo presidente de la Junta. No aspiro simplemente a ser secretario general del PSOE de Andalucía. Eso que lo tenga muy claro el PP y desde luego los andaluces.

Llegan las municipales. ¿Usted personalmente se juega algo si el resultado no es el esperado?

No. Yo trabajo para hacer la alternativa de gobierno y ser el próximo presidente en 2026. Mi proyecto está diseñado para 2026. Trabajamos desde la oposición para hacer una labor crítica y de petición de rendición de cuentas permanente al Gobierno de Moreno Bonilla y también para que los ciudadanos vean una propuesta constructiva y una propuesta y una alternativa clara. Nosotros tenemos la confianza y tenemos 30 parlamentarios, muchos votos detrás y ejercemos de oposición en democracia. Hay que saber ser gobierno y saber ser oposición. Nosotros tenemos que ejercer de oposición para ser alternativa del Gobierno. Nos hemos puesto a trabajar. No hemos echado correr, no nos hemos deprimido.

A partir de ahí, ahora tenemos unas elecciones municipales en las que otros compañeros y compañeras van a entrar en juego con todo el apoyo que les damos a nivel regional y a nivel federal. Ahora van a ser decisivos la marca personal y las marca política del PSOE de Andalucía. Ahí empezará la reconstrucción del PSOE de Andalucía y empezará a visualizarse el PSOE como alternativa de gobierno en Andalucía. Aún queda una legislatura larga, sí, pero si le añadimos el resultado que espero vamos a tener en la próximas elecciones generales, el PSOE empezará a más pronto que tarde en Andalucía a dar síntomas de fortaleza de nuevo.

¿Cómo ve al PSOE? ¿Está preparado después de todas las convulsiones internas?

Yo creo que la organización es muy consciente de lo que nos jugamos en estas elecciones municipales. Vamos a vivir una situación en la que nuestro resultado en elecciones autonómicas necesita de un fortalecimiento desde la raíz. La organización sabe que la prioridad número uno ahora mismo es apoyar a nuestros candidatos y candidatas. [Debemos] salir a la calle a trasladar confianza e ilusión para que ganemos las próximas elecciones municipales. A partir de ahí, entonces el señor Moreno Bonilla probablemente ya no tenga la misma sonrisa que ahora mismo le adorna permanentemente, probablemente empiece a preocuparse porque después de ese resultado. Será cuando empiece el final de una etapa en la que él no ha tenido que justificar nada de su gestión, no ha tenido prácticamente que que que moverse para demostrar nada. Ha creído que le iba cayendo esto solo.

Cuando los andaluces apoyen las candidaturas del Partido Socialista frente a las del Partido Popular en en muchos municipios de Andalucía yo estoy convencido que es cuando él se va a dar cuenta de que [tiene que] demostrar que la confianza que le dieron las elecciones de junio de 2022 requiere de una acción de gobierno verdaderamente sólida. O eso o correrá el riesgo que ya corrió algún otro responsable popular con mayorías absolutas que cuando a los cuatro años quienes le habían votado vieron que no había hecho nada y que, por tanto, su incapacidad de gestión se había acreditado y no lo votaron. Es decir, nadie tiene patente de corso por haber ganado una vez por mucho que haya ganado, sino que se lo digan a Juan Ignacio Zoido.

A la gente hay que demostrarle no solo tu compromiso y tus acciones, aquello que prometiste en campaña, si no luego también la capacidad de gestión y autoridad para responder a todas las eventualidades que se vayan produciendo a lo largo de los cuatro años. La gente te está midiendo cada día. Tenemos una brecha de desigualdad más amplia que la que se encontró Moreno Bonilla en 2018. Va para 5 años de presidente de la Junta y mire, seguimos en el furgón de cola de los indicadores fundamentales que marcan la calidad de vida de los andaluces. No es para estar satisfecho y desde luego, no para vivir del cuento toda la legislatura sin dar resultados.

El Gobierno andaluz acaba de sacar una orden que abre la puerta a concertar por primera vez la Atención Primaria ¿Está de acuerdo?

Ha puesto precio efectivamente a algo que nadie había hecho antes: poner precio a la Atención Primaria en Andalucía. El estar poniéndole precio a eso significa que si no resuelven la situación o continúa la insatisfacción de los pacientes de la Atención Primaria, van a empezar a derivar pacientes a la sanidad privada. Eso no solo es gravísimo, sino que enquistaría de manera permanente la calidad, es decir, una atención primaria mediocre o que vaya en progresivo deterioro, lo que incrementa el aseguramiento privado, como ya está sucediendo. Nosotros queremos parar eso y por eso el mensaje es claro, si el señor Moreno Bonilla repite que él no va a privatizar, que retire la orden.

Había ya conciertos en la etapa del PSOE. Los sindicatos y ustedes mismos hablan de que son más caros, de que se paga más ¿Por qué son necesarios para gestionar la sanidad pública?

Yo creo que hay que tomar una decisión política. Si seguimos invirtiendo recursos en concertar con la sanidad privada, la sanidad pública no se va a recuperar, se instalará la mediocridad. Esto es crítico. La gente puede entender que en un momento determinado en el que hay un crecimiento de las listas de espera en el que tú tienes que dar una respuesta rápida, puedas concertar de manera excepcional porque no tienes a lo mejor infraestructura hospitalaria en determinados territorios. Pero puntualmente y excepcionalmente y durante un tiempo limitado, pero lo que no puede ser es que quieras cronificar esta situación.

Yo creo que el problema está en que los últimos años de gobierno socialista era clarísima la carencia de recursos suficientes por el modelo de financiación autonómica y por los recortes del señor Rajoy y exclusivamente el presupuesto de la Junta no tenía capacidad autofinanciada para lo que había que invertir y elevar el gasto sanitario por habitante que necesitaba Andalucía. Yo reconozco que esos últimos años fueron años duros, años difíciles y años en el que la gestión sanitaria se resintió y por eso las protestas y por eso el desgaste.

Ahora bien, en este momento contamos con los recursos extraordinarios que está teniendo este Gobierno como consecuencia de decisiones de un gobierno socialista en España que es lo que no reconoce Moreno Bonilla aunque sepa que es la verdad, y como consecuencia, además, de un escenario de fondos europeos impensables, que no lo tuvimos nosotros. Nosotros pusimos la sanidad pública en Andalucía en 2012 en una de las más valoradas de este país. Eso ya no es una realidad.

Aunque el PSOE, su portavoz de sanidad, Mari Ángeles Prieto, denunció esto con todas las letras en un Pleno en septiembre pasado, solo se ha producido una reacción ahora tras la denuncia de Por Andalucía ¿Tiene el PSOE andaluz un problema de credibilidad?

No, no, no. Yo creo que la explicación es más sencilla. Nosotros estuvimos más rápidos que nadie. Prácticamente el Gobierno estaba recién constituido. Ellos aprovechan el periodo estival y el mes de agosto para intentar colar un borrador de orden y que se enterasen cuatro y nosotros lo cazamos. Probablemente en ese inicio todavía no había lo que ya ahora mismo claramente está calando: un caldo de cultivo contra las decisiones de privatización y de incremento de presupuestos en los conciertos privados. Es decir en septiembre estábamos todavía bajo el manto de una mayoría absoluta y la bendición del señor Moreno Bonilla y ahora en el mes de febrero, es significativo también que justo el día después de la manifestación de Madrid es cuando Por Andalucía lo vuelve a sacar.

La manifestación gorda de Madrid se ha producido el domingo y el lunes este tema lógicamente capta la atención de los medios. Nosotros los sacamos cuando probablemente no había todavía un caldo de cultivo de reivindicación o de protesta y se prestó menos atención por parte de todo el mundo tanto de los medios como del propio Partido Popular, que estaba mucho más fuerte. Esto un indicador de que lo que no le hizo ningún daño en el inicio de septiembre hoy en febrero, ya le está haciendo daño porque es un tema unánime. Este es un tema muy muy grave. A la atención primaria es la primera vez que se le pone precio.

La legislatura pasada cambiaron las normas educativas en Andalucía, ahora también se tramitan dos nuevas universidades privadas, que los rectores critican ¿Cree que el Gobierno andaluz, aunque no lo diga, pretende adelgazar los servicios públicos esenciales?

Lo que se está fraguando aquí es ir incrementando los conciertos privados para dar respuesta a lo que la sanidad pública ahora mismo ya claramente no es capaz de darnos. De alguna manera ellos están preparando el terreno para justificar que es necesario concertar cada vez más e incluso hacerlo en la Atención Primaria. En el caso de la educación es donde se visualiza claramente que se está produciendo un proceso progresivo cambio de modelo. Por ejemplo con su rechazo a la Iniciativa Legislativa Popular respecto a las ratios lo que plantea claramente es que se van a seguir reduciendo aulas tanto en barrios de grandes ciudades en los que se acumula población con menos nivel de recursos y en municipios rurales.

Y sobre todo en la educación me preocupa mucho el tema de la Formación Profesional. Están llegando fondos europeos ingentes para financiar nuevos ciclos de Formación Profesional, lo que es absolutamente fundamental en el cambio de modelo de nuestro mercado laboral y en la generación de empleo ahora mismo. Bueno, pues curiosamente ahora que está llegando mucho dinero y dinero europeo para impulsar esa formación profesional y la formación profesional dual, la Junta lo está derivando a formación profesional en centros privados claramente. Entonces, estamos procediendo a derivar y financiar con recursos públicos la iniciativa privada.

Si a eso le une que la dependencia sigue languideciendo y las residencias en este caso de mayores, las que son públicas, no reciben recursos suficientes como para poder plantear una oferta como la que debe darse, de cuidado a nuestros mayores, al final la gente que se lo puede permitir, ante unos servicios públicos que se deterioran o que pueden llegar a estar siendo mediocres, huye hacia el ámbito privado. Y si encima tiene financiación pública, pues ¿para que le voy a contar? Estamos en el inicio de un proceso que es el proceso que la derecha ha llevado ya a cabo en otros Comunidades Autónomas donde ha gobernado muchos años y el ejemplo más paradigmático y el más problemático es el de la Comunidad de Madrid.

Usted ha afirmado que el Gobierno andaluz no gestiona bien. ¿A qué se refiere con ello? ¿A los fondos europeos?

Moreno Bonilla solo vive de anuncios. Él dice: somos un gobierno estupendo porque hemos aprobado el presupuesto más grande de la historia de Andalucía. Bien. Pero eso, si no se corresponde luego con una ejecución de ese magnífico presupuesto, será una auténtica catástrofe. Es decir, en el momento en el que más recursos tiene el presupuesto de la Junta de Andalucía que no seas capaz de ejecutarlo demuestra probablemente que tu problema no es de recursos. Tu problema es de capacidad de gestión de esos recursos. Este es el gran talón de Aquiles que está demostrando el gobierno de Moreno Bonilla. Es un gobierno que cada vez se va viendo más como un gobierno muy flojito.

El año 22 fue un año perdido para Andalucía. Cuando hablamos de un 35% de ejecución de el presupuesto de inversiones de la Junta de Andalucía, hablamos de que se han quedado 3.400 millones de euros de inversión pública que estaban programados o eran disponibles para ejecutar en el 22 y que ahora qué es lo que se ha quedado sin hacer. Eso significa por ejemplo que infinidad de infraestructuras de carreteras que estaban presupuestadas o infraestructuras de distintos ámbitos, pues sencillamente no se han ejecutado. Moreno Bonilla vende un presupuesto, pero luego ejecuta en el caso de las inversiones un tercio del mismo. Mientras, los gastos de publicidad, de propaganda del señor Moreno Bonilla, eso se ha ejecutado el 95%. El problema lo tenemos en los fondos europeos. Ahora mismo se ponga como se ponga el señor Moreno Bonilla vamos a tener que devolver dinero de los fondos europeos del marco 20-23 y eso ya no tiene prórroga, es decir, lo que no se ejecute hay que devolverlo a Bruselas. Eso demuestra que los cuatro años de Moreno Bonilla son años de incapacidad en la gestión. Es un un gran vendedor de humo. Andalucía lo que necesita es un gran gestor que en el momento de mayor bonanza en la llegada de fondos, tengamos a consejeros y consejeras con iniciativa política con capacidad de gestión y que lleven a cabo todas esas inversiones.

Cuando usted afirma estas cosas sobre el Gobierno andaluz, el PP recupera la corrupción de la etapa socialista. ¿Le preocupa el peso de estos asuntos y que el PP recupere otra vez la comisión de la Faffe?

Creo que fue una de las razones por las que el resultado electoral no fue el que queríamos, que eso calara en la ciudadanía. En las elecciones de junio pasado, efectivamente la gente le dio una oportunidad a a Moreno Bonilla, porque entendió que bueno que nosotros habíamos tenido muchos años de gestión en la Junta y que había cosas que no se habían resuelto. Bueno, eso ya sucedió. Es decir, cada vez que Moreno Bonilla quiere atacar la gestión de los 37 años de gobiernos socialistas para evitar hablar de su gestión, pues sencillamente lo que hace ya es pegarse un tiro al pie. La gente ya votó en junio y lo votó a él porque le compró efectivamente el argumento de que los socialistas, bueno, en los últimos años probablemente ya no alcanzamos el nivel de satisfacción que los ciudadanos querían para seguirnos votando. Eso le valió en junio del 22, cuando vayamos en el 26 a elecciones autonómicas, después de 8 años del señor Moreno Bonilla ¿Él va a poder querer no hablar de su gestión o escuchar o justificar sus errores sobre la base de que en los años anteriores de gobiernos socialistas hubo tal resultado o no se resolvió tal problema o hubo tal o cual problema?

Yo creo que los ciudadanos no son tontos y lo que quieren son gobiernos y gobernantes que les resuelvan los problemas, no que les recuerden los problemas del pasado. Y Moreno Bonilla claro, tiene un problema, que es que está hablándole a alguien que ha llegado a candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía y está liderando un proyecto renovado del Partido Socialista. Por tanto nosotros lo que reivindicamos es el derecho al futuro, que es lo que quieren los ciudadanos, el derecho a demostrar que somos mejores gestores y que tenemos una alternativa de gobierno mucho más sólida, que la que tiene el Partido Popular. Lo vamos a demostrar a lo largo de los próximos cuatro años. como consecuencia de que el señor Moreno no sea capaz de cumplir con sus expectativas y con los compromisos que asumió y como consecuencia de que nosotros en estos años generemos confianza propia, no de vivir de las rentas de lo que fuimos, sino propia, de este equip,  el del PSOE de Andalucía de hoy para poder hacernos cargo de la Junta de Andalucía.

¿Le preocupa lo que ha pasado en Maracena?

Creo que como está en investigación hay que ir a la mayor. Condenar los hechos y absoluto apoyo a la concejala que ha sido agredida y por supuesto, como ha dicho la alcaldesa, absoluta colaboración con la investigación para aclarar todas las circunstancias de esta cuestión.

Diga tres problemas para Andalucía y las soluciones que usted aportaría para esos asuntos.

Una vez que dejamos el tema de los tres pilares básicos del Estado del Bienestar, me preocupa que que el Partido Popular no tiene ningún proyecto para los jóvenes de Andalucía. Me preocupa la juventud andaluza. No veo al Partido Popular con ganas de hacer lo que para mí hubiese sido la prioridad de esta legislatura, una estrategia de Gobierno para la juventud, potente, en multitud de ámbitos, desde luego, el del empleo y la mejora de la formación profesional, de la primera oportunidad laboral de los jóvenes, de analizar el mercado laboral y la formación tanto de la FP dual como de la enseñanza universitaria para adaptar mejor la formación de  esas personas que salen al mercado laboral.

Y sobre todo la vivienda creo que es el gran tema. Siempre lo ha sido pero en este momento es cada vez más grave, porque el Partido Popular no cree en una política de vivienda impulsada desde lo público para de alguna manera equilibrar el mercado de la vivienda y el sector privado, es decir, no cree que haya que introducirse ahí para intentar corregir la subida de precios de los alquileres e intentar generar una oferta asequible desde lo público, coordinada con los ayuntamientos. Me preocupa que no le he escuchado nunca hablar al señor Moreno Bonilla de la rehabilitación urbana, de la rehabilitación de la vivienda. Tenemos un parque de vivienda obsoleto, que en muchos casos, en las grandes ciudades acumula más de 40 y 50 años y no hay ninguna iniciativa política al respecto. Estas cuestiones generarían empleo y riqueza.

Me preocupa también la ausencia de un planteamiento de cuáles son las infraestructuras prioritarias para Andalucía en este momento. No lo hay en el ámbito del transporte ni tampoco en el ámbito ferroviario y tampoco lo hay en el ámbito de las infraestructuras del agua. Es decir, el señor Moreno Bonilla dice que sí a todo, pero ni lo ordena ni lo prioriza. A veces él dice en Sevilla que la prioridad tiene que ser la reducción del tiempo de desplazamiento entre Sevilla y Málaga y y el AVE que acorte esa educación y se le olvida que toda Andalucía Oriental necesita mejorar las conexiones, Jaén, Granada, Almería etcétera, no sin perjuicio de que efectivamente queramos todos que la conexión Sevilla Málaga por AVE se mejore. Tenemos también una consejera de Fomento que no parece ser la consejera competente en materia de carreteras, porque solo acumula incumplimientos.

Y uno de los temas más graves, si lo vemos a medio plazo, es la carencia absoluta de una Estrategia Andaluza de adaptación al cambio climático y sus consecuencias en la economía, en los ecosistemas y en la propia sociedad. Me preocupa porque el señor Moreno Bonilla ha comprado un folleto en relación con el marketing verde, alguien le habló de que hay que ser muy agresivo en la publicidad hablando de revoluciones verdes y hablando de la legislatura del agua y no se dio cuenta de que eso cuando está vacío, lo que genera es una frustración tremenda. A mí me gustaría hablar de muchas cosas con el señor Moreno Bonilla que creo que no le afectan solo a él o a mí o a nuestros partidos o a la sociedad actual, sino que afecta a las próximas generaciones, pero para eso hace falta un interlocutor que verdaderamente quiera sentarse seriamente a hablar de los problemas.

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