Hoy quiero hacer un mapa político de Italia a la vista de las elecciones que se celebran el próximo domingo.

Se trata de unas elecciones anticipadas que, estaban previstas para el 2023, y que se producen tras la caída del gobierno de Mario Draghi el pasado mes de julio. Para entender las razones inmediatas su caída de Draghi hay que señalar que Italia es una República parlamentaria, es decir, que el primer ministro es elegido directamente por el parlamento y puede caer si este le retira su confianza.

Este gobierno tecnocrático de Draghi contó con el apoyo de prácticamente todo el arco parlamentario. Su ejecutivo era muy heterogéneo, e incluyó desde la derecha de Salvini y Berlusconi, al Movimiento 5 estrellas y al Partido Democrático.

La crisis comenzó con la crisis del Movimiento 5 estrellas, debido a las diferencias entre Di Maio (ministro de exteriores de Draghi) y Conte (líder del partido) sobre el envío de armas a Ucrania. Esta ruptura, profundizó a su vez la distancia entre el Movimiento 5 estrellas y Draghi, y el partido de Conte acabó retirando su apoyo al primer ministro en el parlamento.

Draghi se vio cuestionado y es entonces cuando presentó su dimisión ante el presidente de la República. Aprovechando su debilidad y viendo una oportunidad de ganar el Gobierno, un sector de la derecha, le retiró también su apoyo parlamentario.

En resumen, la actual legislatura, que comenzó en 2018, ha sido enormemente inestable y ha incluido tres gobiernos muy diferentes. El primer Gobierno, presidido por Giuseppe Conte, fue integrado por el Movimiento 5 estrellas y la Liga de Salvini. El segundo, todavía bajo la presidencia de Conte, fue apoyado de nuevo por el Movimiento 5 estrellas y por el Partido Democrático. Y el último, fue el gobierno tecnócrata de unidad nacional de Draghi que acabo de comentar.

Según indican todas las encuestas, lo más probable es que a partir del domingo la derecha y la extrema derecha gobiernen en Italia. La coalición formada por Forza Italia, de Silvio Berlusconi; la Lega de Matteo Salvini; y Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni, que aparece como favorita.

A lo largo de los años, el peso de estos partidos dentro del bloque de la derecha ha ido cambiando. Si al principio la hegemonía era para Forza Italia (ahí quedan los resultados de casi el 40% obtenidos por Berlusconi), luego pasó a la Lega y ahora Fratelli d’Italia está tomando la iniciativa. Las encuestas sitúan al partido de Meloni como primera fuerza en intención de voto con casi un 25%, la Lega tendría un 11% y Forza Italia un 7% de los votos.

Todas son fuerzas de extrema derecha que defienden posiciones abiertamente reaccionarias, pero hay matices. El partido de Salvini tiene un perfil más católico-nacionalista mientras que el de Meloni, es heredero del fascista Movimiento Social Italiano.

Sin embargo, la competencia entre la Lega y Fratelli d’Italia por situarse al frente del bloque de la derecha ha hecho que Meloni quiera vender moderación adoptando posiciones más cercanas a la agenda neoliberal-atlantista.

Liderando el bloque del centro-izquierda y como segundo partido en intención de voto, se sitúa el Partido Democrático de Enrico Letta, el viejo PCI. A su favor tiene la confianza de los mercados financieros; del poder económico; y el empuje del "voto útil" para frenar el avance de la extrema derecha que puede aglutinar el voto de la izquierda.

En contra tiene haber sido el partido que más respaldó al defenestrado Mario Draghi. Las encuestas dan al Partido Democrático en torno a un 21% de los votos.

Por su parte, tras su escisión, el Movimiento 5 estrellas intenta ahora presentarse con un perfil más progresista y de defensa de las clases populares, con la perspectiva de situarse como potencial aliado del Partido Democrático.

Por último, dentro del bloque de centro, con un 7% de intención de voto, se sitúa Azione, la coalición integrada por el ex primer ministro Mateo Renzi y el exministro y empresario Carlo Candela.

La posición de la izquierda es muy débil de cara a estas elecciones. Unión Popular, la coalición de izquierdas liderada por el exalcalde de Nápoles Luigi de Magistris, en la que se encuadran los jóvenes del movimiento Potere al Popolo y Rifondazione Comunista, que aspira a alcanzar el 3% de los votos y entrar en el parlamento. Aunque no lo van a tener fácil…