El acuerdo para la delegación de competencias en inmigración a Catalunya al cual llegaron la semana pasada el PSOE y Junts ha puesto la cuestión en el primer plan político. Y ha acentuado el endurecimiento del discurso de la formación independentista en esta materia. El partido ha adoptado el marco de la extrema derecha al vincular migración y delincuencia, una narrativa que fundamentalmente supone criminalizar a los recién llegados.

La posición de Junts le ha generado una avalancha de críticas por parte de ERC, PSC, Comuns o la CUP, ¿pero hasta qué punto puede ser compartida por sus votantes? Analizamos qué piensan los votantes de la formación y el conjunto de la sociedad catalana sobre migración.

Conviene recordar que las palabras del secretario general del partido, Jordi Turull, reclamando que el Govern pueda decidir si se expulsa o no a migrantes multirreincidentes, tiene como precedente reciente la petición que un mes antes habían hecho varios alcaldes de la comarca del Maresme (Barcelona) que militan en Junts.

El endurecimiento del discurso de la formación de Puigdemont en este ámbito se interpreta como un intento de evitar hipotéticas fugas de voto hacia la xenófoba Aliança Catalana, la fuerza de extrema derecha de Sílvia Orriols que gobierna Ripoll (Girona) y que se estaría planteando concurrir a las próximas elecciones al Parlament.

Según la tercera oleada del Barómetro del Centre d'Estudis d'Opinión (CEO) del año pasado, el 60% de los catalanes consideran que "hay demasiado inmigrantes en nuestro país", un porcentaje que se eleva hasta el 64% en el caso de los votantes o simpatizantes de Junts. Curiosamente, el volumen de votantes del PSC que opina esto es también del 64%, mientras que es bastante más elevado en los de la derecha y la extrema derecha españolista, con un 92% entre los de Vox, un 85% entre los del PP y un 75% entre los de Ciudadanos.

También más de la mitad (51%) de los partidarios de ERC creen que hay demasiadas personas migradas en Catalunya y solo los votantes de la CUP y En Comú Podem se alejan de una valoración que puede considerarse racista, con un 21% de seguidores en cada caso que suscriben la afirmación.

También es muy elevado el volumen de catalanes que opina que "el Gobierno ha perdido el control de quien entra en nuestro país", puesto que es del 63%. Nuevamente, los votantes de Junts se sitúan por encima de la media, con el 66%, un nivel bastante similar al de los seguidores del PSC (61%) y los de ERC (63%), pero claramente por debajo de los de Cs (75%), PP (81%) y Vox (95%). Nuevamente, solo los de la CUP (27%) y Comuns (22%) se desmarcan de esta percepción.

A la hora de decidir si las personas recién llegadas tienen que mantener su cultura o integrarse plenamente a la sociedad catalana, el CEO muestra como solo los votantes de Vox y los de Cs defienden más que los de Junts una integración completa a cambio de alejarse de su propia cultura. Formuladas de este modo estas preguntas son una novedad del último barómetro, de manera que ahora mismo todavía se hace difícil evaluar su evolución.

El 29% cree que "se les han concedido demasiado derechos"

Otro estudio significativo sobre la cuestión es la Encuesta sociopolítica. 2022, elaborada también por el CEO -ente que depende del Govern y es el equivalente catalán al CIS- y publicada en marzo del año pasado. El trabajo muestra como hay una sobrestimación generalizada de la proporción de población nacida fuera del Estado que vive en Catalunya, puesto que de media se cree que hay un 36% cuando el dato real es del 21%. La mayor sobrestimación la encontramos entre los votantes de Vox (47%) o los que no se decantan por ningún partido (38%), mientras que en los de Junts es del 33%. Solo los seguidores del partido de extrema derecha creen, erróneamente, que hay más migrantes en situación administrativa irregular que regular.

La misma encuesta también pregunta sobre los derechos de las personas migradas y en este caso el 29% de los votantes de Junts considera que se les han concedido demasiados, el 37% opina que tienen "los que deben tener" y el 30% que "no tienen bastantes derechos". En el conjunto de la población, crece hasta el 37% del total las personas que consideran que los migrantes "todavía no tienen bastantes derechos" y baja hasta el 25% los que creen que "se les han concedido demasiado derechos".

Nuevamente aquí, solo los votantes de PP, Vox y Cs se sitúan más a la derecha que los de Junts, con volúmenes superiores de seguidores que creen que se han concedido "demasiado derechos" a las personas recién llegadas, mientras que los de la CUP y Comuns son los que más defienden que "todavía no tienen bastantes derechos".

Crece la percepción de la inmigración como problema

El histórico de los trabajos del CEO sí que nos permite comprobar cierta evolución de la percepción de la inmigración entre la sociedad catalana desde el 2006 hasta ahora. En concreto, en el último Barómetro, publicado en noviembre del año pasado, el 11,7% de los consultados apunta la inmigración como uno de los principales problemas que tiene Catalunya, en una pregunta que permite citar varias opciones.

Son cuatro décimas más que en el anterior estudio, de junio de 2023, y el nivel más elevado de la década. En concreto, nos tenemos que remontar a octubre de 2011 para encontrar un mayor volumen de catalanes que la sitúa como uno de los principales problemas del país, con el 16,3%. De hecho, en todas las encuestas del CEO desde 2006 hasta entonces aparecía con un nivel superior al actual, con el 39,2% de octubre de 2006 como techo.

En cambio, cuando la pregunta se acota al "problema más importante de Catalunya", la inmigración es citada por el 4,4% de los encuestados en el último Barómetro, 0,3 puntos más que en el estudio previo y el registro más elevado desde enero del 2011, cuando lo citaron el 5,2% de los consultados. Desde entonces, en la mayoría de estudios lo han citado menos del 3% de los catalanes. También aquí el pico aparece en octubre de 2006, cuando el 22,5% de encuestados situaron la inmigración como el principal problema del país.

También aborda la inmigración la encuesta anual sobre convivencia y seguridad en Catalunya que elabora el Institut Català Internacional per la Pau (ICIP). En su última edición, publicada en noviembre, señala que la percepción es que los dos últimos años ha ido a más la visión que la sociedad catalana está polarizada alrededor de esta materia. El trabajo también sitúa en el 7,0 -en una escala sobre 10 en la que 10 es el máximo- el grado de preocupación medio que el racismo genera entre los catalanes.

Como resumen se puede concluir que la sociedad catalana no escapa del crecimiento de las actitudes racistas que hay los últimos años entre las sociedades occidentales y, en este ámbito, los votantes de Junts van un paso más lejos que la media. De hecho, su rechazo a las personas migradas solo queda por debajo de la derecha y extrema derecha españolista que representan PP, Vox y Cs.