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Bienvenido, Mr. Jeque: la disparatada 'operación' para convertir Salamanca en Dubái

La oposición califica de "patochada electoralista" un megalómano proyecto de 15.000 millones donde nada ni nadie es lo que parece.

El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, y el presidente de la Diputación, Javier Iglesias, en el congreso de Peace City World.
El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, y el presidente de la Diputación, Javier Iglesias, en el congreso de Peace City World. Europa Press

¡Salamanca, el nuevo Dubái! En la ciudad del Tormes, la oposición política no daba crédito ante el anuncio de que una empresa británica, Peace City World, invertiría 15.000 millones de euros en un faraónico proyecto al que se sumarían inversores internacionales. Una cifra tres veces menor a la que se llegó a barajar en su día para un megacomplejo kilométrico que abarcaría no solo la capital, sino varios pueblos limítrofes, y que implicaría la construcción de un tranvía y de un teleférico que uniría las dos orillas del río.

La iniciativa, impulsada por el concejal de Turismo, Fernando Castaño, tuvo su puesta de largo durante un congreso celebrado del 23 al 27 de enero en el Palacio de Congresos, donde el espejismo se fue diluyendo y el adjetivo supuesto comenzó a preceder a los jeques, a los inversores y a los empresarios presentes en el evento, así como a los propios organizadores. Si hasta entonces la oposición se había quejado de la falta de transparencia, ahora ponía en duda la credibilidad de una operación que consideraba disparatada.

"Nos están vendiendo humo, es una patochada electoralista. Estos son las mañuecadas que sufrimos en Castilla y León y, concretamente, en Salamanca", critica la concejala socialista Érica Polo, quien señala al alcalde y al presidente de la Diputación, Carlos García Carbayo y Javier Iglesias, ambos del Partido Popular, por haber posado en las fotos junto a los supuestos jeques: "Han puesto de parapeto a Fernando Castaño, pero quien manda es el PP, por lo que Carbayo e Iglesias tendrán que dar explicaciones".

El concejal de Turismo pertenece a Ciudadanos, cuyo apoyó brindó la Alcaldía a Carbayo, quien ha terminado desmarcándose de Peace City Salamanca. Alega compromisos de agenda para dar su opinión sobre el asunto, aunque remite a las declaraciones efectuadas este martes, en las que aboga por "pasar de las palabras a los hechos". Las inversiones privadas, según él, son bienvenidas, mas deben "alinearse" con los planes locales de desarrollo logístico e industrial vinculados a la tecnología y al talento de las universidades.

Asistentes al Peace City World Congress, antes de la firma del convenio con ayuntamientos salmantinos.
Asistentes al Peace City World Congress, antes de la firma del convenio con ayuntamientos salmantinos. Europa Press

"Quien quiera venir a Salamanca a invertir que mire nuestros proyectos [...]. Otros más fantasiosos se pueden dibujar en un papel, pero no son los proyectos en los que estamos trabajando ahora", añade el alcalde, quien señala que el protocolo firmado en el congreso establece que los interesados disponen de cinco años para presentar sus planes. "Muchos proyectos quedan en nada", zanja Carbayo, quien apuesta por involucrar a los inversores en el desarrollo de la urbe y afirma que "lo importante es que haya financiación e ideas claras".

El alcalde se ha desligado así del megalómano proyecto dependiente de la concejalía de Fernando Castaño, aunque la persona que estableció el contacto con Peace City World y organizó el congreso fue José María Fuentes, contratado por el Ayuntamiento para captar inversiones. Tras las publicaciones de La Crónica de Salamanca, su abultado currículo se esfumó de LinkedIn y de la propia web de la empresa. "Si cree en el proyecto y no hay nada raro detrás, ¿por qué borra su rastro?".

¿Acaso también ha mentido al Ayuntamiento? ¿Le ha pedido el alcalde que acredite sus títulos? Las preguntas son de Érica Polo, quien prefiere hablar a título personal y no en nombre de su partido a la hora de juzgar a Fuentes, quien cobra unos 65.000 euros al año tras desbancar a siete empresas que se presentaron al concurso para seleccionar a un asesor que atrajese empresas que contribuyan al desarrollo del polígono de Peña Alta y la plataforma intermodal (puerto seco).

"José María Fuentes parece que tiene que justificar su sueldo y el concejal de Turismo se queda contento porque se cuelga una medalla antes de las elecciones al vender un proyecto para atraer inversiones", explica la edil socialista, quien cree "extraño" que el congreso no se anunciase "a bombo y platillo" y "muy sospechoso" que FCC exigiese a Peace City World que retirase el logo de la constructora de su web, como informó El Diario, que añade que Fundación Metrópoli también se ha desvinculado del proyecto.

Asistentes al Peace City World Congress en Salamanca.
Asistentes al Peace City World Congress en Salamanca. EFE

"Un asesor conoce de casualidad a John Mavrak, presidente de Peace City World, y le propone un proyecto en Salamanca. Todo sonaba de maravilla hasta que empezamos a ver qué había detrás de las propuestas", recuerda Érica Polo. Si un teleférico sobre el Tormes podría parecer delirante, resultaba chocante que los jeques no hablasen inglés o que uno, supuestamente ligado al sector inmobiliario, se mostrase interesado en exportar queso y miel durante una entrevista concedida a La Crónica de Salamanca.

El periódico salmantino también se hacía eco de los asistentes, según Fuentes, al Peace City World Congress: "Los inversores vienen esencialmente de Europa, Oriente Medio y Asia", entre ellos "once jeques de Oriente Medio" y otras muchas personalidades. A la concejala socialista le parece raro que la empresa haya elegido Salamanca cuando su objetivo es desarrollar sus planes en ciudades de países en vías de desarrollo, por lo que critica al gobierno local por "jugar con las ilusiones de la gente y venderle una moto".

"¿Quiénes son los inversores, empresarios y jeques?", se pregunta Érica Polo, preocupada por la imagen que han proyectado de su ciudad, "como si fuese un oasis lleno de jeques". Por ello, insiste en pedir responsabilidades al alcalde y al presidente de la Diputación, Javier Iglesias, quien dimitió como presidente provincial del PP tras ser investigado por la presunta financiación irregular del PP en las primarias de 2017, que ganó el salmantino Alfonso Fernández Mañueco, actual presidente autonómico.

Uno de los asistentes al Peace City World Congress en Salamanca.
Uno de los asistentes al Peace City World Congress en Salamanca. Europa Press

La oposición se ha mostrado preocupada por los gastos que ha tenido que afrontar el Ayuntamiento y Virginia Carrera, edil de Izquierda Unida, denunciaba el pasado viernes la falta de transparencia y se planteaba si el proyecto, al final, sería "un sueño hecho pesadilla". Castaño reconoció que, además de la cesión del Palacio de Congresos de Salamanca, la Sociedad de Turismo aportó casi 35.618 euros por un coffee break, un cóctel y la traducción simultánea.

"Un Ayuntamiento serio no puede permitir que un concejal traiga la primera ocurrencia, porque está en juego el nombre de una ciudad. Cuando preguntamos por proyectos y nombres concretos, no nos responden. La gestión es propia de una comunidad de vecinos, no tienen capacidad de generar riqueza y le han comprado este rollo a cualquiera. Han engañado a la gente y vendido una moto electoralista", concluye Érica Polo, quien ironiza que "sería más creíble si no se hubiesen pasado de frenada con el teleférico y el tranvía".

El Diario también ha publicado que Peace City World está inactiva desde su creación en 2019 y que su capital, valorado en cuatro millones de libras, no ha sido desembolsado. Fuentes de la Alcaldía dejan claro que "es más bien una iniciativa de la Concejalía de Turismo" y que la redacción de los proyectos corre a cuenta de la empresa, no del Ayuntamiento. "El protocolo de colaboración es una declaración de intenciones donde unos dicen que quieren invertir y otros que agilizarán los proyectos, pero no hay planos ni nada".

El Ayuntamiento rescindirá el contrato del asesor

Este miércoles, la concejala de Podemos, Carmen Díez, ha pedido "responsabilidades políticas" después de que salamanca24horas informase de que el Ayuntamiento "rescindirá de manera inmediata" el contrato del asesor después de constatar que "es falso que José María Fuentes tenga el título universitario de licenciado en Economía, aportado al ayuntamiento para acreditar dicha licenciatura". Además, "resolverá el protocolo de colaboración firmado con la empresa Peace City World".

Carmen Díez entiende que "ya no es suficiente con la rescisión del contrato" y solicita la creación de una comisión de investigación que "determine quiénes han sido los artífices de tamaño despropósito", como recoge un comunicado difundido por Podemos. "Vemos la posición de Fernando Castaño muy comprometida, creemos que debería dimitir y asumir su responsabilidad [...], porque no puede ser ajeno al fraude en la titulación del asesor. La defensa a ultranza que ha hecho de un proyecto que no tiene ni pies ni cabeza no es propia de un político que trabaja por y para la ciudad", añade la nota.

"No queremos que Salamanca sea un nuevo Dubái"

Respecto al proyecto de Peace City World, Virginia Carrera ha afirmado este miércoles que "ni siquiera existe", puesto que el documento firmado por los alcaldes y la organización "solamente recoge intenciones futuras que no se plasman en nada concreto". Simplemente, ha añadido, se ha celebrado un congreso que le ha costado un "dinero" al Ayuntamiento, cuya cifra estima elevada. "Han planteado una ilusión y no queremos que Salamanca sea un nuevo Dubái, sino que se vinculen las inversiones a la Universidad, a las nuevas tecnologías y a la investigación, de modo que se fije la población y se evite que nuestros jóvenes con formación se marchen".

La edil de Izquierda Unida ha cuestionado la gestión "ineficaz" del gobierno de PP y Cs. "No es transparente ni cumple con los principios que defendemos en la política local", una "ineficacia" que se reflejaría en el contrato suscrito con el asesor, que podría contener "anomalías e incluso falsificaciones de títulos", algo que según ella cabe resolver a la universidad y a la justicia. Por ello, considera que "no es de recibo" que se haya contratado por 65.000 euros a Fuentes cuando había profesionales aptos en el organigrama municipal. Por ello, concluye, "hay que empezar a cuestionar los contratos y el despilfarro".

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