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El PNV se hace más fuerte en Euskadi en perjuicio de EH Bildu

La irrupción de Podemos hace mella en el resultado de los socialistas en las diputaciones forales y el PP mantiene Vitoria. En Navarra convivirán 7 partidos pero, por primera vez, Geroa Bai de Uxue Barkos puede arrebatar el poder a UPN

La ejecutiva del PNV, con  Iñigo Urkullu (segundo por la izquierda) y su presidente, Andoni Ortuzar (segundo por la derecha) analizan los resultados electorales. EFE

IÑIGO ADURIZ

PAMPLONA.-  El PNV ha sido el claro ganador de las elecciones municipales y forales que se han celebrado en Euskadi este domingo. Los nacionalistas han sido los más votados en Bizkaia y Gipuzkoa, han obtenido el mayor número de escaños en los tres territorios vascos y, también, en dos de los ayuntamientos más importantes, Bilbao y San Sebastián.

Especialmente destacable es el triunfo en esta última ciudad, donde hasta ahora gobernaba EH Bildu, que se ha quedado relegada al tercer puesto por detrás del PNV y el PSE.

La coalición que engloba a la izquierda abertzale, EA y Alternatiba ha sufrido un importante retroceso especialmente en Gipuzkoa, y en los municipios en los que ha gobernado en la última legislatura. Lo reconocía el líder de Sortu, Hasier Arraiz, desde San Sebastián: “Somos conscientes de que no hemos hecho cosas bien. Nos aplicaremos el cuento”.

Podemos, por su parte, ha irrumpido con fuerza en los tres territorios históricos, situándose como cuarto partido tanto en Álava como en Bizkaia y Gipuzkoa. El principal castigado por la llegada del partido que en Euskadi lidera Roberto Uriarte ha sido el PSE. De esta forma, en ninguna de las tres provincias vascas se produce una situación de mayoría absoluta, y la gobernabilidad de las mismas vendrá determinada por los pactos.

 

Previsiblemente, tal y como han reconocido durante la campaña sus principales dirigentes, las alianzas las protagonizarán PNV y PSE, que se han marcado como objetivo desbancar a Bildu del poder allí donde gobernaba.

Las cifras muestran que esas dos fuerzas políticas podrán por sí solas conformar mayorías en Bizkaia y Gipuzkoa, pero no así en Álava, donde el voto ha resultado más fragmentado y donde gana el PNV en número de escaños, aunque en votos ha ganado el PP.
Allí la llave de la gobernabilidad la tendrá Podemos e incluso Irabazi, coalición que une a IU y Equo, y que obtendría un escaño en las Juntas Generales alavesas. Será necesario el apoyo de al menos tres partidos para llegar a la mayoría.

En los ayuntamientos no habría cambios en Bilbao y Vitoria, donde los más votados serían el PNV y el PP, respectivamente. Donde cambia por completo el consistorio es en San Sebastián.

Batacazo para Bildu

Tras cuatro años al frente de la capital guipuzcoana, Bildu ha visto cómo se le ha escapado su enclave más importante en una cita con las urnas en la que se han volcado los donostiarras. La participación allí ha aumentado en 7,5 puntos respecto a los comicios de 2011. La coalición independentista acusa el desgaste de sus años de gobierno especialmente en los municipios guipuzcoanos.

Juntas Generales

Si se observan los resultados dato a dato, en Bizkaia el PNV mantiene su hegemonía. En las Juntas Generales ha obtenido más del 37% de los votos y 23 escaños, uno más que en 2011. Le sigue EH Bildu, con el 18,8% y 11 escaños, uno menos que hace cuatro años. El PSE y el PP son los peor parados. Los primeros pierden dos escaños y se quedan con 7 y con el 12,5% de los sufragios. Y los conservadores pierden la mitad de sus representantes y logran sólo 4 escaños y el 4% de los votos. Ambas fuerzas padecen la irrupción de Podemos, que logra un importante 14,5% de los votos y 6 representantes.

Aunque no con tanto margen, el PNV también es líder en Gipuzkoa. Logra 18 junteros, cuatro más que hace cuatro años, y el 31,5% de los votos. EH Bildu se queda como segunda fuerza, con 17 representantes y el 28% de los sufragios, seguido del PSE –9 escaños y 16,5%– y de Podemos, que entra en las Juntas Generales con 6 junteros y 12% de los votos. En el último lugar se queda el PP que es el peor parado de la cita de este domingo al perder el 75% de su apoyo electoral y quedarse con un único representante en la provincia.

En Álava, en cambio, los conservadores son los más votados por la mínima, si bien en número de escaños es el PNV quien vence. Los nacionalistas se quedan con 13 escaños, los mismos que obtuvieron en 2011. Le sigue el PP con 12, al perder cuatro representantes respecto a las elecciones de hace cuatro años. Bildu mantiene los 11 y, en este caso, el mayor descalabro es para el PSE, que se queda sin cuatro escaños y se deberá conformar con cinco asientos. El voto socialista va a Podemos, que irrumpe con 8 representantes, en su mejor resultado de las tres provincias vascas.


Futuro incierto en Navarra

A diferencia de Euskadi, donde el escenario está más o menos claro y se vislumbra la hegemonía del PNV, Navarra presenta un futuro incierto ante la dificultad para conformar mayorías en el Parlamento foral. La derecha foralista de UPN volvería a ganar las elecciones. Si bien perderá cuatro representantes de los 19 que obtuvo en los últimos comicios, no padece el retroceso que le auguraban las encuestas. No obstante, lo tendrá complicado para volver a formar gobierno. Y es que lo que han dejado de manifiesto las elecciones de este domingo es la fuerte polarización de la comunidad foral entre los partidos que abogan por mantener la actual situación administrativa y los nacionalistas que apoyan la celebración de un referéndum para que Navarra se incorpore al País Vasco.

Pero por primera vez, UPN sí podría perder el poder de la Comunidad Foral. La hasta ahora diputada de Geroa Bai en el Congreso, Uxuea Barkos, podría convertirse en la próxima presidenta navarra si su partido (9 escaños) logra pactar con EH Bildu (8), Podemos (7), e Izquierda-Ezkerra (2).

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