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Rajoy gana tiempo con un
simulacro de democracia
interna para presionar a Sánchez

El Comité Ejecutivo del PP fijado para el 17 acatará de forma "unánime" la decisión del presidente sobre las condiciones de Rivera. La investidura podría retrasarse al 27 ó 28 de septiembre

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.- REUTERS / SUSANA VERA

ANA PARDO DE VERA

MADRID.- Mariano Rajoy lo ha vuelto a hacer: ha ganado una semana para seguir presionando al PSOE sin mover un músculo y que Pedro Sánchez "se cueza en el jugo de la cocina" por la abstención a la investidura, "cocina" que capitanean, según los propios socialistas y además del PP, socialistas de renombre (Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros), medios de comunicación o el Ibex 35 ─denunció, concretamente, Patxi López─.

El presidente del Gobierno, tras recibir a disgusto y del propio Albert Rivera minutos antes de anunciarlo el martes la noticia de las seis condiciones de Ciudadanos para darle el 'sí' a la investidura, decidió convocar una consulta interna en el Comité Ejecutivo Nacional del PP, que él mismo preside y que conforman cerca de un centenar de dirigentes o miembros destacados del PP. Entre otros, Rita Barberá, a punto de ser imputada por el Tribunal Supremo; la tesorera del partido, Carmen Navarro, procesada por la destrucción de los ordenadores de su antecesor, Luis Bárcenas, o la exministra Ana Mato, imputada asimismo en el caso Gürtel.

En el PP creen que, como han venido haciendo en los últimos meses, ni Barberá ni Mato acudirán al Comité que debe votar, por ejemplo, que los imputados abandonen los cargos públicos. La exalcaldesa de Valencia sigue siendo senadora y fue blindada por el propio Rajoy en la Diputación Permanente para mantenerle el aforamiento pese a las elecciones del 26 de junio.

Fuentes del PP confirman que Rajoy podría haber convocado a su comité en la misma tarde que anunció que lo haría, este miércoles, porque sus miembros votarán lo que el líder les indique, y será "sí" a la apertura de negociaciones con Ciudadanos, "casi con toda probabilidad". Sin embargo, Rajoy ha optado por posponer la ejecutiva una semana desde su rueda de prensa de ayer e irse a Galicia de puente (el lunes de agosto 15 es festivo), según anunció el mismo en una conversación informal con periodistas. Además, el líder del PP confirmó que no hará ninguna comparecencia pública hasta el día del Comité.

Sin fecha ni confirmación de investidura

Sobre la fecha de la investidura, Rajoy ha aprovechado también la convocatoria del Comité de su partido para seguir dando largas a Ciudadanos, pese a que Rivera advirtió que no habría negociación para el 'sí', si no había fecha para el debate de investidura. El presidente advirtió de que, de haberla, la fecha se conocerá después del Comité, aunque también reconoció que el debate de investidura no tiene sentido si no se cuenta con apoyos.

En este sentido, el PP argumenta que, de la misma forma que en la pasada legislatura reprocharon a Sánchez que hiciese "perder el tiempo" con una investidura fallida tras el pacto PSOE-Ciudadanos, ahora no van a respaldar la posición contraria al tratarse de Rajoy.

La investidura, según las fuentes consultadas, podría celebrarse o la última semana de agosto o irse ya a la última de septiembre, para no irrumpir en la campaña de las elecciones autonómicas gallegas y vascas y, sobre todo, para esperar a un posible acuerdo con el PNV que, en ningún caso, el PP tendrá antes de los comicios y que necesitará si Sánchez mantiene el 'no'. Sí podría negociarse la abstención de los nacionalistas vascos, opinan los conservadores, si éstos necesitan al PP de Euskadi tras el 25-S y puesto que las encuestas y los resultados del 26-J apuntan a una reñida pugna por el poder entre el PNV y Podemos. Allí, como en Madrid, los socios parecen ya imprescindibles.

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