PALMA.- Tirar la piedra y esconder la mano. A eso parece estar 'jugando' Mariano Rajoy en esta época preelectoral. El presidente del Gobierno en funciones dice querer una "campaña en positivo", en la que no 'nombrará' a ninguno de sus rivales, pero sí arremete de forma velada contra ellos. 

Este jueves, en el Foro-Convención titulado 'Malas prácticas de gobiernos extremistas, buenas prácticas de gobiernos populares' y celebrado en Palma de Mallorca, el centro de su diana se lo llevó la presidenta del Parlament catalán, Carme Forcadell, a quien acusó de 'entregarse' al "extremismo de la CUP" por permitir la visita de Arnaldo Otegi. 

El jefe del Ejecutivo en funciones ha considerado que una institución democrática como el Parlament de Catalunya se puso a disposición de una persona que "jamás respetó la democracia, la libertad y los derechos humanos".  "Lo hizo a iniciativa de un partido extremista como es la CUP ante el cual algunos dirigentes políticos se han rendido. Nosotros -ha garantizado- no lo vamos a hacer".

A su juicio, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, no representó como era su obligación, el sentir de los ciudadanos de Catalunya e hirió los sentimientos de las víctimas del terrorismo "y de millones y millones de personas". "No ha estado donde debería de estar, en su lugar como presidenta de una institución tan importante para los catalanes y para los que no lo somos como es el Parlamento de Cataluña", agregó.

En la misma línea se había expresado también la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que ha censurado  a los "extremistas" que han "recibido con alfombra roja a un terrorista condenado". "No vamos a permitir que nadie cambie la historia, que nadie insulte a las víctimas del terrorismo, que no se haga justicia y que no se respete la dignidad de las víctimas del terrorismo", ha recalcado Cospedal. Para la secretaria general del PP, la visita de Otegi al Parlament catalán es un ejemplo de "lo que traen los gobiernos extremistas", tema central de la jornada que hoy celebra su partido en Palma.

Ambos han acusado al PSOE, asimismo, de sustentar algunos de esos Gobiernos "extremistas". También lo hizo el vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, que dijo de Pedro Sánchez que "dejó de ser alternativa de Gobierno en cuanto pactó con partidos extremistas". Ante las elecciones del 26 de junio, Arenas ha planteado dos alternativas: la del PP liderada por Rajoy o el "totum revolutum" del conjunto del PSOE y los "extremistas". Con esa disyuntiva en el horizonte, ha recalcado que el PP es un partido "para toda España" y que tiene experiencia.

Con ese mensaje siguió Rajoy al clausurar el evento aunque, en un breve encuentro con la prensa, también incidió en su propuesta de "campaña propositiva" en la que venderá los logros del Gobierno conservador y no tirará del tan manido 'y tú más'. Su objetivo, ha dicho, es explicar lo que ha hecho en los últimos años y plantear sus propuestas de futuro.

De hecho, el jefe del Ejecutivo ha eludido hoy, en su charla con los informadores, entrar a comentar las declaraciones de otros líderes políticos y ha rechazado, asimismo, hacer reflexión alguna ante la consideración de Ciudadanos de que Rajoy pretende centrar su campaña en atacar a esta fuerza política y a su líder, Albert Rivera. 

Pero, en realidad, no ha podido evitar hacer una mención velada a todos ellos. Del mismo modo que el último vídeo electoral lanzado por el PP contra PSOE y Podemos -que fueron el tema principal de la convención de hoy-, Rajoy ha lamentado la actuación que están llevando a cabo los gobiernos formados por diversas fuerzas políticas de izquierda en comunidades y ayuntamientos y ha recordado la negativa de los socialistas a negociar con el PP una 'gran coalición'. Eso sí, cumpliendo con su palabra, no ha citado en ningún momento al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ni al de Podemos, Pablo Iglesias.