La Rioja amanece triste desde los acontecimientos sucedidos el jueves, cuando un niño de apenas 9 años era asesinado. Este viernes, el presunto asesino era trasladado a su casa, para hacer una reconstrucción del los hechos, tal y como ha informado Efe. 

El detenido, que ya había sido arrestado el jueves tras el asesinato, es un vecino de la localidad riojana Lardero. Este estaba en libertad condicional desde abril de 2020, tras haber sido condenado a 20 y 10 años por el asesinato y agresión sexual de una joven a la que acuchilló 17 veces hasta la muerte. Este crimen ocurrió en Logroño en 1998, cinco años después de haber sido sentenciado por otra agresión sexual. 

La reconstrucción de los hechos ha sido en su domicilio, localizado al lado del parque donde jugaba la víctima cuando fue secuestrada. En esta operación, que ha durado hasta las 20:15 horas, han participado tanto miembros del Juzgado de Instrucción número 2 de Logroño como miembros de la Policía Judicial y del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil. Tras la reconstrucción, el acusado fue trasladado de nuevo a las dependencias de la Guardia Civil en la capital riojana, donde puede permanecer hasta un máximo de 72 horas desde que fue detenido.

Durante esta misma jornada del viernes, los investigadores han continuado con la toma de declaración de los testigos, con el fin de poner al detenido a disposición judicial con "la mayor inmediatez posible", una vez que finalicen las diligencias.

Según lo acontecido por algunos de los testigos, en torno a las 19:00 horas del jueves, Álex, el niño asesinado, estaba jugando en un parque disfrazado de Halloween cuando el detenido lo engañó para llevárselo. Fue una niña del parque la que alertó de lo sucedido, indicando a los adultos del parque dónde vivía el hombre, quien, al menos, en dos ocasiones había tratado de que niñas le acompañaran a su casa con la excusa de que tenía "unos pajaritos muy bonitos".

Cuando Susana Torres, una de las madres de las menores, subió al edificio, el supuesto asesino le abrió la puerta con el menor en brazos con la excusa de que este se había "desmayado". El niño se encontraba muy grave e inconsciente. Cuando los servicios sanitarios acudieron no pudieron reanimarle. El menor murió en el rellano de las escaleras, donde ya estaban agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local junto al detenido.