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José Luis Fernández, experto en urbanismo: "Lo ecológico debe dejar de ser una política sectorial"

José Luis Fernández Kois.
El sociólogo y autor de la obra 'Biorregiones: de la globalización imposible a las redes territoriales eco-sostenibles', José Luis Fernández Kois. Revista Opcions / Público

José Luis Fernández Kois es un sociólogo y experto internacional en soberanía alimentaria por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA). Desde 2009 es miembro de la cooperativa Garua, donde impulsa investigaciones y procesos formativos, así como el diseño de contenidos y eventos culturales relacionados con las transiciones ecosociales.

Fernández está especializado en ecología urbana, economía solidaria y cambios culturales. También es activista del movimiento vecinal desde el Centro Social Seco y responsable de Huertos Urbanos de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM).

Autor de libros como Raíces en el asfalto. Pasado, presente y futuro de la agricultura urbana o Ciudades en movimiento. Avances y contradicciones de las políticas municipalistas ante las transiciones ecosociales, ahora el sociólogo publica, junto a otros investigadores, Biorregiones: de la globalización imposible a las redes territoriales eco-sostenibles (Icaria Editorial).

¿Por qué es beneficioso construir biorregiones ecosocialistas en las comunidades autónomas?

Entendemos biorregiones ecosocialistas como una nueva forma de replantear otro criterio para organizar el territorio de manera que se puedan satisfacer las necesidades humanas en un contexto de crisis ecosocial. De esta forma, la biorregión podría ser un elemento que nos ayude a entender mejor la crisis social.

La crisis ecológica revela la necesidad de una respuesta urgente. ¿El diseño de las biorregiones es una de esas respuestas?

"Necesitamos planificar cuestiones como el acceso al agua y a los alimentos o la preservación natural del ecosistema"

Pensamos que debería de serlo. La noción de las biorregiones todavía no está muy desarrollada, es decir, en la actualidad no hay unas demarcaciones o fronteras territoriales que pudieran servir para organizar el territorio de otra forma. Sin embargo, este concepto podría ser muy inspirador y puede ayudar a reubicar algunas discusiones en este contexto de crisis.

Necesitamos una escala territorial superior para planificar cuestiones como el acceso al agua y a los alimentos, la gestión de los residuos o la propia preservación natural del ecosistema. La noción de ciudad, el desarrollo del ecourbanismo, las transiciones del espacio meramente urbano local, así como el desarrollo rural o el trabajo en el campo, son incapaces de permitirnos entender o movilizar la transición que necesitamos.

¿Qué plantea el concepto de biorregión sobre la creciente desconexión entre seres y naturaleza?

El concepto de biorregión significa "lugar para la vida". En entornos artificializados como los espacios urbanos metropolitanos la población vive completamente desconectada de la naturaleza. Un elemento clave para reconectar sería facilitar la creación de esta nueva sensibilidad que nos permita entender la naturaleza no como un elemento meramente recreativo o utilitario, sino también como un elemento imprescindible para sostener la vida de la cual dependemos para satisfacer nuestras necesidades.

La idea de biorregión también es una transformación cultural, es decir, un componente territorial e identitario de vínculo con el espacio que habitamos. 

Existen investigaciones pioneras sobre biorregiones en lugares como Vitoria. ¿Qué resultados se han obtenido?

En Vitoria los resultados son bastante ilustrativos a la hora de entender cuáles son los déficits ecológicos vinculados a la huella ecológica de un territorio y cómo reordenando los usos del territorio se podría llegar a reducir la huella ecológica y los impactos que tiene este mismo territorio.

¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en la planificación de los escenarios de cambio?

Las nuevas tecnologías podrían ser una herramienta muy funcional de modelización a la hora de entender cómo son los flujos que sostienen realmente un territorio, es decir, qué inputs están entrando en términos de materia, de energía y qué está saliendo. También la tecnología podría aportar una representación de cómo podrían ser las organizaciones alternativas que planteamos.

¿En qué beneficia conocer mejor la biorregión?

Conocer mejor nuestra biorregión es conocer mejor el entorno en el que vivimos y del que dependemos. Es muy difícil saber qué podemos hacer o dejar de hacer si no conocemos las potencialidades y los límites del territorio que habitamos. Sin perder la escala humana, tenemos que huir de estas tentaciones de propuestas excesivamente reduccionistas en la que podemos acabar cayendo desde el ecologismo si nos quedamos encerrados en la esfera local.

Hay que entender la cadena de interdependencias institucionales y pensar cómo podemos organizarnos de forma democrática y justa. Actualmente existe una gran disputa en torno a tres interrogantes: dónde se implantan las energías renovables, desde dónde nos vamos a alimentar y cómo le damos espacio a la naturaleza salvaje para que se preserve el funcionamiento de los ecosistemas.

Respecto a la ciudad de Madrid, ¿qué transiciones físicas y sociales debe afrontar?

"Hay que desarrollar economías que no sean tan dependientes y especializadas en el sector servicios"

Pensando en huella ecológica, el área de Madrid con sus seis millones de habitantes estaría consumiendo el territorio equivalente a media España. A grandes rasgos, tomarnos esto en serio implica que tenemos que avanzar en procesos de reequilibrio territorial y demográfico. Tenemos que recuperar la capacidad de influencia de las ciudades medianas y pequeñas y realizar una transición demográfica hacia una revitalización del mundo rural.

Es decir, una parte significativa de la población tendría que salir de Madrid y Madrid tendría que replantear procesos de reurbanización de fragmentos de la metrópolis para dárselos a la naturaleza. Además, habría que recuperar los espacios agrícolas abandonados y avanzar en soberanía alimentaria. En términos económicos, hay que desarrollar economías que no sean tan dependientes y especializadas en el sector servicios.

¿Cómo está afectando a la crisis ecosocial la confusión política en España?

Aunque emerge el debate, en realidad vivimos encerrados en una secuencia de crisis coyuntural que se van encadenando. Actualmente, nos encontramos en una crisis sistémica profunda que va a alterar de forma radical la forma en la que nos organizamos como sociedad. Deberíamos anticiparnos lo más urgentemente posible a todos estos desafíos.

Sin embargo, las políticas públicas van con cierto retraso, sobre todo lo que podría ser en la escala nacional. En el debate conviven partidos que pueden tener una sensibilidad más clara a estas cuestiones, —pero no son capaces de articular debates rigurosos, complejos y trasladarlo con fuerza a la esfera pública— con posiciones más retardistas que aceptan el diagnóstico, —pero no quieren asumir sus consecuencias— o directamente negacionistas como la extrema derecha

"Lo ecológico debe dejar de ser una política sectorial"

Yo creo que hay que volver a generar un movimiento ecológico social ciudadano que sea capaz de situar esta cuestión en el centro de los debates políticos. No podemos dejar de pensar en términos de Gobierno que lo ecológico debe dejar de ser una política sectorial. Si te tomas en serio la ecología, no te tienes que pelear con la Concejalía de medioambiente, sino con la de economía o la de urbanismo. La crisis ecosocial condiciona de forma transversal la toma de decisiones en todas las políticas públicas y no solo en las que están relacionadas con el medioambiente.  

¿En qué circunstancia no se podría dar un enfoque biorregional?

Las biorregiones están operando, aunque no seamos conscientes de ello. Si analizáramos cómo serían las relaciones entre los pueblos de una comarca, muchas veces nos damos cuenta de que hay pueblos que hacen su vida mejor en otra comarca porque puede satisfacer mejor sus necesidades.

No se trata de construir biorregiones autárquicas, sino al revés, de pensar mecanismos de cooperación territorial y de analizar qué territorios tienen superávits y déficits. De esta forma, conseguiremos reducir el movimiento de bienes y mercancías para satisfacer las necesidades.

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