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Un joven epiléptico, acusado por la Fiscalía de un delito de atentado por golpear a dos policías mientras sufría un ataque

Los hechos, sucedidos en Zaragoza, pueden costarle al acusado de 21 años casi mil euros.

Agente de la Policía Nacional. / Europa Press

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Un joven epiléptico ha sido acusado por la Fiscalía de un delito de atentado y otro de lesiones por golpear a dos agentes de Policía Nacional cuando trataban de inmovilizarlo mientras sufría un ataque. Los hechos, sucedidos en Zaragoza, pueden costarle al acusado, Javier C.B., de 21 años casi mil euros, según el diario Heraldo

Aunque este tipo de delitos tienen pena de cárcel, el joven no entrará en prisión porque la acusación pública entiende que el enfermo padeció enajenación mental en el momento del ataque epiléptico. Así lo entienden los especialistas médicos y forenses, que explican que cuando padece una crisis "queda a merced de impulsos psicopatológicos" y está "completamente fuera de control". 

El día de lo ocurrido, 7 de diciembre de 2017, javier C.B. se encontraba con su novia cuando comenzó a convulsionar. Ella avisó a los padres del joven, pero aún así no podían con él. Por esta razón llamaron a los los servicios de la ambulancia de los Bomberos y "dada la agresividad", según la Fiscalía, la Policía se personó para engrilletar los tobillos con unos lazos policiales al enfermo

Los agentes afirman que debían inmovilizar al joven porque "estaba muy violento y no dejaba de soltar patadas"

Fueron los dos agentes los que presentaron un informe por el que la Fiscalía ha acusado Javier C.B. de un delito de atentado y otro de lesiones.  Ambos afirman que debían inmovilizar al joven porque "estaba muy violento y no dejaba de soltar patadas". Los agentes recibieron golpes, al igual que un bombero, al que el enfermo dio una patada y provocó un corte en el labio, sin embargo, no se conoce ninguna reclamación por parte del bombero. 

Este procedimiento es el habitual según la Jefatura Superior de Policía, ya que muchos agentes resultan lesionados en este tipo de asistencias. Eso sí, es de elección personal aceptar o no la indemnización, dada la naturaleza de los hechos. 

La defensa del joven ha explicado que aquel día Javier C.B. había sufrido tres crisis consecutivas el día de los hechos, lo que le causó confusión y agitación, hasta tal punto que no recuerda lo sucedido. Su abogado denuncia que "este chico tenía completamente abolida su voluntad, y aún así se va a ver obligado a indemnizar a los agentes". 

Los padres del enfermo y la novia no comprenden cómo pueden acusar a alguien que no es consciente de sus actos a causa de una enfermedad. Creen que los agentes se excedieron en la inmovilización, por lo que el abogado de la familia apunta a que la dieran el parte de lesiones "para contrarrestar una posible denuncia". 

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