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Lanzan una campaña para implantar el etiquetado braille en los supermercados

Una joven andaluza ciega ha iniciado una propuesta, que ya cuenta con más de 50.000 firmas en Change.org, para mejorar la vida de las personas con discapacidad visual. El Ayuntamiento de Osuna (Sevilla) ha votado una moción a favor.

Rocío Sánchez, la joven invidente que ha lanzado una campaña para etiquetar en Braille los productos de los supermercados.

Rocío Sánchez tenía una idea muy clara desde hacía tiempo. A sus 37 años, esta sevillana, ciega al poco tiempo de nacer, cuenta como una de sus actividades más cotidianas como es la compra en un supermercado ha sido siempre para ella uno de los momentos más difíciles de su vida diaria. “Cuando estás en una ciudad sola y vas a comprar sopa y te llevas leche u otro producto empiezas a comprender la dificultad tan grande que es para los ciegos adquirir productos de limpieza, de higiene o alimentación sin un etiquetado en braille”, apunta Sánchez a Público.

La legislación española no obliga actualmente a las distribuidoras y marcas ni a grandes almacenes a incorporar este tipo de marca para que los productos sean identificados. Solo en el año 2007, el Ministerio de Sanidad impuso a las farmacéuticas las letras en braille en el lateral de casi la totalidad de los fármacos. Sánchez reconoce tener sus trucos para no equivocarse pero no siempre es fácil. “Si en casa le pongo una pegatina a la leche y la pongo a la izquierda y al zumo otra para la derecha, lo puedo llevar bien siempre que no me equivoque en la ubicación.

Con los productos de limpieza es mucho peor porque muchos pueden dañar las prendas o la propia casa y terminar por crearte un problema mayor”, señala la afectada. Una reciente aplicación de móvil Canfind ha sido una de las últimas estrategias usadas por Rocío a la hora de buscar productos pero no termina de darle buenos resultados. “En muchos de los casos, el código de barras no aporta toda la información necesaria y es casi imposible de identificar por el solo color del envase que contiene el recipiente”, añade.

Recaudadas más de 54.000 firmas en Change.org

En medio de esta constante dificultad, el pasado mes de marzo Sánchez decidió abrir una petición en la plataforma online Change.org. “En menos de cinco días conseguí casi 30.000 firmas para apoyar el etiquetado braille de los productos más básicos”, afirma. La estrategia no se quedó ahí. Para Rocío, profesora de música y canto, su principal objetivo era llegar a los europarlamentarios Beatriz Becerra,
Elena Valenciano, Esteban González Pons y Javi López. “Mi carta y mi recomendación le llegó a todos sin saber que iba a tener tantísima repercusión”.

En la plataforma destacaba “Me llamo Rocío, soy ciega y quiero llamar la atención sobre las indudables ventajas y el consecuente incremento de autonomía, independencia y accesibilidad que puede significar un correcto etiquetado en braille para productos de alimentación, cosmética y otros accesorios. Lanzo esta petición porque muchas de estas molestias podrían evitarse”. En la actualidad, la petición cuenta con más de 54.000 firmas que han apoyado a esta joven sevillana. La medida ha llegado también al ayuntamiento de Osuna en Sevilla, por parte del grupo municipal de Izquierda Unida.

Carlos Querol, portavoz de Izquierda Unida en Osuna, apunta a Público que “Rocío es conocida en el pueblo por haber nacido aquí y residir actualmente sus padres. Decidimos llevar la propuesta a pleno comentando las ventajas que podría tener para la población ciega en España, casi 60.000 personas y la necesidad de implicación de todas las empresas para que pongan en marcha el etiquetado”. Querol cuenta orgulloso como la iniciativa ha sido “aceptada de buen agrado por todas las agrupaciones políticas”. La propuesta lanzada por este municipio ha sido histórica al ser el primero en España en promover la propuesta de los etiquetados básicos para los ciegos. “No nos vamos a quedar solo en este acto simbólico sino que trasladaremos la propuesta a todos los ayuntamientos posibles y a instituciones superiores como la Junta de Andalucía y el Gobierno de España”, apunta Querol.

La propia Rocío Sánchez declara la alegría que siente después de que su iniciativa haya tenido tanto eco. “Solo en Reino Unido, los supermercados han sido sensibles en introducir estas medidas para los ciegos. Hay que llegar al parlamento europeo para materializar la medida”. En Change.org a Rocío le quedan aún casi 20.000 firmas para llevar la petición oficial a Bruselas.

La Comisión Braille de ONCE

La Comisión braille, creada por la ONCE en el año 1984 articula la adaptación de este l sistema de lectoescritura a todos los productos. Eva Pérez, coordinadora de recursos educativos de ONCE Andalucía, destaca a Público que “su organización da cobertura a todas las empresas que quieran incorporar este etiquetado sin ser obligatorio en España”. Marcas como Sanex de productos de higiene o Solán de Cobras, marca de agua medicinal ya han incorporado el etiquetado braille a todos sus productos. “Es más bien un tema de conciencia que tiene que llegar como ocurrió con los ascensores, los semáforos o incluso los productos farmacéuticos”, apunta Eva quien recalca el “fuerte apoyo que la ONCE hará de esta iniciativa “tan importante para la integración de las personas con discapacidad visual en España”.

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