MADRID.- Los médicos madrileños vuelven a estar en pie de guerra. El Colegio de Médicos de Madrid, la Asociación de Facultativos de Madrid (Afem) y la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) se han unido para denunciar el "maltrato dramático" que, según ellos, la Consejería de Sanidad infringe a diario a los profesionales sanitarios.  

La precariedad y la falta de desarrollo profesional son las principales quejas del colectivo, que reclaman "participación y respeto" además de "plantillas ajustadas a las necesidades reales", es decir, a los 80.000 madrileños que a día de hoy siguen en lista de espera. 

​Las tres instituciones han enviado una carta con esas quejas al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, y por todo ello han convocado concentraciones de diez minutos para los próximos días 8, 15 y 22 de junio a las 14.00 horas en la puerta de los centros sanitarios del SERMAS.

"Ejercer la medicina cuesta toda una vida. A cambio, sólo pedimos dignidad y que nos dejen trabajar". Así se expresaba este lunes el presidente de Afem, Carlos Castaño, quien ha recordado que la Asamblea de Madrid aprobó una Moción sobre Política de Recursos Humanos el pasado mes de diciembre, que “instaba a la activación de la carrera profesional y otras medidas de importancia en la mejora de las condiciones laborales del sector". 

Una de ellas es que su jornada laboral sea enteramente de trabajo para los pacientes. Según los médicos, la Administración les impide hacer el total de sus horas y utiliza la ampliación de la jornada laboral —acordada con los sindicatos en 2012— exclusivamente "con fines recaudatorios".

Los facultativos recuerdan que ese acuerdo expiró en diciembre de 2012, pero que la Consejería mantiene vigente una medida enfocada a evitar el despido de eventuales porque la Administración "conseguía ahorrar unos 200 euros por médico y guardia". Cuatro años después, la situación sigue siendo la misma. Los médicos que hacen guardias pueden realizar sus 37,5 horas semanales sin trabajar más acumulando las horas de más al mes y deduciéndolas del cobro de una guardia, es decir, los médicos hacen esas 10 horas extra al mes dentro de una guardia de día laborable y esas horas se convertían en jornada ordinaria, por lo que no se cobran.

"Nos suben las horas, pero no nos dejan realizar trabajo asistencial porque genera gasto. Lo único que pedimos es poder trabajar para nuestros pacientes y que la Consejería de Sanidad deje de hacer un uso interesado de nuestra jornada laboral", ha sentenciado el portavoz de Amyts, Julián Ezquerra.