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Verano en Público Estos son los cinco alimentos imprescindibles del verano

Los expertos recomiendan que fraccionemos nuestros platos añadiendo la mitad de verduras, un cuarto de cereales y otro cuarto de proteínas

Gazpacho
Un gazpacho bien fresquito. Яна Тикунова / Pixabay

Cada verano lo mismo. Llega el calor y se apetecen alimentos más saludables, hidrantes y sabrosos. Con las vacaciones se multiplican las reuniones con familiares y amigos donde el plato principal —nunca mejor dicho—, es la comida. Adaptamos nuestras costumbres alimenticias a estar en la playa o en la montaña, a pasar más tiempo al exterior, y también aprovechamos más las noches. 

Así lo aseguran en una entrevista con Infosalus Luis J. Morán Fagúndez, dietista-nutricionista y decano del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía, con la ayuda de Ana Ruiz Vargas, también dietista-nutricionista, quienes afirman que el verano puede representar una oportunidad para adquirir nuevas rutinas saludables que permitan mejorar nuestra alimentación y nuestros hábitos de vida el resto del año. 

  "Debemos consumir comidas saludables y equilibradas durante todo el año, priorizar calidad y gestionar cantidad (tamaño de las raciones) en nuestra alimentación. Primar los vegetales y las frutas siempre, y que estos representen, al menos, la mitad de nuestro plato, aparte de incorporar color y variedad", defiende en este sentido Morán

La mitad de plato  deben ser verduras, un cuarto cereales, y el otro cuarto proteínas

Asimismo, apuesta por escoger cereales integrales, que representen al menos un cuarto del plato (arroz integral, pasta integral, trigo, avena, entre otros). "Hay que tener en cuenta que la proporción de estos alimentos debe ser en función de nuestra actividad física. A mayor grado de actividad física, aumentaremos el tamaño de la ración de estos nutrientes y si tenemos una época menor de actividad, deberemos disminuir también el tamaño de la ración de estos alimentos", subraya el dietista-nutricionista.

En este punto, Ana Ruiz Vargas precisa que la proteína es importante pero no debe ser el "actor principal", sino que debe representar el cuarto restante del plato: pescado, pollo, legumbres y frutos.

"Añade en las elaboraciones aceites saludables en moderación: aceite de oliva virgen (extra), evitando así aceites parcialmente hidrogenados, los cuales contienen las grasas trans no saludables. Y, por supuesto, la hidratación es imprescindible: consume agua, café, o té, y trata de limitar el consumo de bebidas azucaradas y de alcohol", agrega.  

No es bueno consumir aceites refinados, mejor Aceite de Oliva Virgen Extra

Por otro lado, llama la atención sobre un punto a su juicio importante, el hecho de que el verano es una etapa de vacaciones para muchos, por lo que sostiene que se ha de considerar el componente social, presente de manera notable en esta época del año. "Esto no quiere decir que se coma mejor ni peor, pero sí debemos tenerlo en cuenta a la hora de planificar nuestra alimentación", agrega.

"Y si tu alimentación durante el año no es todo lo saludable que debería ser, aprovecha esta época del año para incorporar nuevas costumbres para que perduren en el tiempo", agrega la dietista-nutricionista.

 ¿Por qué es conveniente entonces consumir alimentos de temporada? Según argumenta el decano del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía comer de temporada no sólo es bueno para el medio ambiente, sino para nuestro bolsillo y para nuestro organismo.   

Según justifica, los alimentos de temporada tienen mejores cualidades organolépticas (sabor, olor, aromas, etc.) y mayor aporte nutricional. Al mismo tiempo, la producción en la época del año adecuada para el crecimiento de los cultivos evita que se creen condiciones "antinaturales", como puede ser el uso de grandes volúmenes de agua para sacar adelante la cosecha de un determinado cultivo fuera de temporada.

"El consumo de alimentos de temporada ayuda, por tanto, a nuestra salud, a nuestro bolsillo, y a prevenir el deterioro ambiental: fomenta la agricultura local y la conservación de ecosistemas vitales. ¡Y además están más ricos!", defiende el dietista-nutricionista.

Con ello, enumeran los que, en su opinión, son los 5 alimentos típicos del verano, que deben ser un imprescindible en tu dieta: Gazpacho, ensaladas/ aliños, fruta de temporada, pescado/ marisco y bebidas hidratantes

1. Gapazcho

Sopa fría típica de Andalucía con base de agua, hortalizas crudas (tomate, pimiento y cebolla, principalmente), aceite de oliva virgen (extra) y vinagre. Su composición hace que sea rica en agua, fibra, vitaminas y minerales. Esto no sólo aporta hidratación, sino también antioxidantes y saciedad.

2. Ensaladas y aliños

Una ensalada de tomate con mozzarella, un taboulé de verduras, pimientos asados, aliño de patata y zanahoria, y otros.
"Estos alimentos también son una buena fuente de agua, especialmente las frutas y las verduras crudas.

Priorizar la verdura de temporada: acelga, apio, judía verde, pimiento, lechuga, tomate, berenjena, pepino, cebolla, zanahoria, calabacín, calabaza, rábano, remolacha", aseveran estos dietistas-nutricionistas.

"¡Elabora ensaladas y aliños con verdura variada y de colores diferentes y también puedes añadir fruta! Debemos prestar atención a la elección de la salsa y/o aliño con la que vamos a acompañar estas elaboraciones. 
Descarta salsas procesadas con aceites de mala calidad azucaradas y ricas en sal. Prioriza el aceite de oliva virgen, el vinagre y las vinagretas saludables. En cuanto a cantidad, sería recomendable no añadir más de un par de cucharadas por ración", sostiene Ana Ruiz.

3. Fruta

Priorizar las de temporada: sandía, melón, cereza, nectarina, paraguayo, higo, melocotón, ciruela, pera, plátano, frambuesa. "Se recomienda el consumo de 5 raciones entre fruta y verduras al día. No sólo para una correcta hidratación, sino para asegurar los requerimientos de vitaminas, de minerales, de fibra y de componentes bioactivos como los antioxidantes.
¡La fruta puede tomarse en cualquier momento del día!", apostilla la experta en nutrición.

4. Pescado y marisco

Sardinas, salmón, gambas. "El verano, para muchos, es sinónimo de playa. Y playa implica pesca. El pescado no sólo es rico en proteínas de calidad, también contiene vitaminas, minerales y grasas saludables, beneficiosas y necesarias para un buen estado nutricional.

Es la principal fuente de omega 3, que son ácidos grasos indispensables: ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Estas sustancias intervienen en la prevención de riesgo cardiovascular, y tienen capacidad antioxidante que interviene en patologías que cursan con inflamación", argumenta el decano del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía.

Aquí precisa que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda el consumo de 3-4 raciones de pescado por semana, procurando varias las especies entre pescados blancos y azules. En caso de ser pescados azules indica que debemos tener precaución con los de tamaño grande, ya que pueden contener cierta cantidad de mercurio (pez espada/ emperador, atún rojo, tiburón --cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera-- y lucio).

5. Bebidas hidratantes

"Las altas temperaturas condicionan la elección de bebida. Igual que en otoño e invierno se tiende a consumir alimentos calientes como café e infusiones, en verano se suelen elegir refrescos y zumos azucarados, además de cerveza y de otras bebidas alcohólicas. Deberíamos reducir el consumo de alcohol y de bebidas azucaradas y existen alternativas sabas como la kombucha.

Sin embargo, en momentos sociales que nos apetezca consumir algo diferente con sabor podemos tomar bebidas infusionadas con fruta, zumos naturales o batidos. Sin embargo, no debemos pensar que tomar zumo se correspondería a consumir una o dos piezas de fruta, ya que no proporcionan el mismo aporte nutricional al organismo", recuerdan los dietistas-nutricionistas.

Cabe recordar que siempre se debe tratar de priorizar el consumo de agua como bebida por excelencia en las comidas.

  

El deporte en verano

Asimismo, destacan que un aspecto a tener en cuenta durante el verano es la actividad física, priorizando un descanso activo, a pesar de las vacaciones, con actividades en movimiento, disfrutando solos o en compañía. Paseos por la playa, nadar en la piscina, hacer surf, por ejemplo.   

"Las recomendaciones anteriormente citadas son importantes aplicarlas en población general, pero especialmente en las personas que trabajan o realizan actividad física al aire libre, con exposición solar en días y horarios de más calor. Debemos estar especialmente atentos a la sensación de sed y no retrasar la ingesta de líquidos", subrayan.   

Desde el Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía estos expertos aportan una anotación especial sobre la seguridad alimentaria en verano: "Debido a las altas temperaturas y a una mayor frecuencia de las elaboraciones para consumir fuera de casa (playa, camping), las intoxicaciones alimentarias aumentan en verano. Por ello, es importante que se lleven a cabo buenas prácticas de higiene y de seguridad alimentaria: cada cubertería para un alimento diferente, mantener productos en refrigeración (especial atención a leche y huevo), manipular los alimentos con las manos limpias, etc.

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