La Generalitat de Catalunya ha cerrado un acuerdo con un consorcio compuesto por el banco brasileño BTG Pactual y la concesionaria española Abertis  para privatizar la gestión durante 25 años de los túneles de Vallvidrera y del Cadí, que operan las empresas públicas Tabasa y Túneles del Cadí. El consorcio está liderado por la entidad portuguesa y Abertis tiene minoría en la sociedad por lo que el grupo español de infraestructuras no consolidará deuda.

La Generalitat licitó hace más de seis meses el contrato de gestión en la modalidad de concesión de estos dos peajes por un precio de salida de 430 millones de euros. Abertis fue la única empresa en presentar una oferta de carácter no vinculante en la fase del concurso, que finalmente acabó declarándose desierto. Ante esta situación, la Generalitat decidió abrir un proceso negociado con Abertis y otras empresas que manifestaron interés por el concurso para intentar salvar esta privatización. El grupo que preside Salvador Alemany había presentado una propuesta propia, sujeta a varias condiciones, como lograr la financiación, encontrar un socio financiero que acompañara la oferta -en este caso BTG Pactual- o alcanzar los criterios de rentabilidad establecidos por la compañía.

La concesionaria Tabasa cerró 2011 con un resultado neto de 11,4 millones de euros y una deuda 143 millones de euros, según datos de su memoria de 2011. Los trabajadores de ambas concesionarias celebran este miércoles una jornada de huelga en protesta por el proceso de privatización.

Con esta concesión, el Govern da por cerrado el proceso de privatizaciones pendientes para el presente ejercicio, después de que a principios de noviembre adjudicara a un grupo empresarial liderado por Acciona la gestión de Aigües Ter-Llobregat. El actual gobierno en funciones cumple así su objetivo de adjudicar estos dos contratos antes del 31 de diciembre y poder destinar los ingresos obtenidos a reducir el déficit.