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Fue accidental el incendio en la cárcel hondureña que dejó 359 muertos, según la fiscalía

EFE

El incendio de hace una semana en una cárcel del centro Honduras que causó 359 muertos "fue un acto meramente accidental y no inducido por mano criminal", ha informado hoy el fiscal general del Estado, Luis Rubí.

El alto cargo hondureño ha agregado que, según informes preliminares, se descarta que el siniestro se haya debido a un cortocircuito o al uso de gasolina, como extraoficialmente ha trascendido en algunos medios que han citado a supuestos presos prófugos no identificados.

En una entrevista televisiva, el fiscal General ha destacado que ninguna de las más de 200 autopsias practicadas hasta hoy ha revelado heridas de bala en las víctimas.

Versiones recogidas por la prensa local indicaban que los guardias de la Granja Penal de Comayagua habrían disparado contra los internos durante el siniestro.

"Todo indica, hasta este momento de las investigaciones realizadas, que no se ha podido determinar que han existido actos dolosos encaminados a decir que (el incendio) se produjo como consecuencia de un acto criminal", ha insistido Rubí en declaraciones al Canal 5 de la cadena Televicentro.

Ha señalado además esas conclusiones se desprenden de la investigación que realizan el Ministerio Público de Honduras y un grupo de expertos de la Agencia de Estados Unidos de Tabaco, Armas y Explosivos (ATF, siglas en inglés), que llegó al país dos días después del siniestro a pedido del Gobierno del presidente Porfirio Lobo.

"Se descarta también (que el incendio sea) el producto de combustible o de otra sustancia inflamable. Eso prácticamente está descartado. Estamos a la espera de los informes para que realmente tengamos una versión exacta de qué fue lo que sucedió", ha declarado el fiscal hondureño.

Así mismo, ha dicho que según los informes técnicos, el incendió fue "de tanta intensidad, que en cinco a diez minutos prácticamente se produjo el desastre", y ha explicado que la temperatura en la zona del penal afectada a ser de más de "los 2.000 grados" centígrados lo que puede explicar que "tantas víctimas fallecieran en una forma tan rápida".

El informe completo de la peor tragedia en las historia del deficiente sistema penitenciario de Honduras estará listo en unos quince días, según Rubí.

El incendio de la prisión de Comayagua, ubicada a unos 80 kilómetros de Tegucigalpa, se registró entre la medianoche del martes y la madrugada del miércoles pasados.

Centenares de familiares de las víctimas permanecen en las afueras de la sede de Medicina Forense, en la capital hondureña, a la espera de recibir los restos de sus parientes, en medio de ambiente de impotencia debido a la lentitud del proceso de identificación.

Unos 25 forenses de Honduras, Chile, El Salvador, Guatemala, México y Perú trabajan en la identificación de los cuerpos, algunos tan calcinados que se recurrirá a pruebas de ADN, según la información oficial.

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