Al Führer no se le toca

Un tribunal alemán ha multado con 900 euros a un hombre que decapitó una figura de cera de Adolf Hitler en un museo de Berlín.

Apenas unos minutos después de que el museo Madame Tussauds de la capital abriera en julio, el hombre de 42 años eludió a los guardias y arrancó la cabeza de la figura.

El ex policía dijo que le parecía poco apropiado colocar una exposición con el líder nazi a sólo 500 metros de distancia del monumento al Holocausto de la ciudad.

El Hitler de cera, que aparece dentro de un búnker falso y con aspecto apesadumbrado, provocó un encendido debate en Alemania incluso antes de ser expuesto.

Los críticos argumentaron que era de mal gusto exponer una réplica del hombre que desencadenó la Segunda Guerra Mundial y ordenó el exterminio de los judíos europeos.

Por su parte, Madame Tussauds señaló que el museo evita la política, afirmando que Hitler representa una parte importante de la historia de Alemania, lo que hace que su figura de cera sea una pieza legítima dentro de la exposición.

La escultura restaurada regresó al museo en septiembre y ahora se muestra detrás de un muro de cristal.

Unos 25 artistas trabajaron durante meses en la figura original, utilizando más de 2.000 imágenes y material de archivo y guiándose con el modelo del "Führer" de la sede londinense de Madame Tussauds.

El incidente con la escultura está considerado como el último de la progresiva ruptura de tabúes acerca de Hitler en Alemania, más de 60 años después del fin de la guerra y del Holocausto en que murieron seis millones de judíos.

La película de 2004 El Hundimiento despertó la polémica al retratar al líder desde una mirada más humana durante los últimos días de su vida.

Y en 2007 se estrenó en Alemania una sátira sobre Hitler del director judío nacido en Suiza Dani Levy. En Alemania es ilegal mostrar símbolos nazis o arte que exalte la figura de Hitler.