La ONG Amnistía Internacional pidió ayer al presidente Barack Obama el levantamiento del embargo estadounidense contra Cuba, argumentando que las sanciones privan a millones de personas de medicinas y vulneran los derechos económicos y sociales de los cubanos.

La organización no gubernamental pidió a Obama que no renueve la previsión legal que vence el 14 de septiembre y permite la aplicación de sanciones económicas, comerciales y financieras contra la isla de gobierno comunista. 'El embargo es inmoral y debe ser levantado (...) Impide a millones de cubanos beneficiarse de medicinas vitales y equipos médicos esenciales para su salud', dijo la secretaria general de Amnistía Internacional, Irene Jan, en un comunicado.

'Esta es la oportunidad perfecta para que el presidente Obama se distancie de las políticas fracasadas del pasado y envíe una fuerte señal al Congreso sobre la necesidad de terminar el embargo', añadió.

Estados Unidos lleva 47 años intentando forzar un cambio de sistema en Cuba mediante el embargo, al que las autoridades de la isla culpan de muchos de sus problemas. Obama prometió 'relanzar' las relaciones con Cuba, pero aclaró que no presionaría al Congreso para que levante el embargo hasta que la isla muestre avances en materia de derechos humanos.

Amnistía Internacional basó su informe en datos de Naciones Unidas, pues el Gobierno cubano no permite sus visitas debido precisamente a sus denuncias de abusos de derechos humanos en la isla. El grupo con sede en Londres cita varios ejemplos documentados por la ONU, como dificultades para importar de Estados Unidos jeringas para vacunar niños en edad escolar o productos nutritivos para pequeños con anemia.

La ONG aclaró, sin embargo, que 'la imposición del embargo no exime al Gobierno cubano de sus obligaciones de respetar, proteger y realizar los derechos humanos de todos los cubanos'.

Amnistía solicitó además que las agencias de la ONU que operan en Cuba sean autorizadas a comprar equipos en Estados Unidos y acceder a financiamiento en ese país. El embargo comercial aplicado desde 1962 por Estados Unidos contra Cuba es ampliamente condenado cada año en la Asamblea General de Naciones Unidas. Un récord de 185 naciones votaron contra las sanciones en 2008.