Tras los incontables intentos por cerrar la cárcel de Guántanamo así como por levantar el embargo comercial contra la isla cubana, Amnistía Internacional vuelve a la carga en su eterna lucha por los derechos humanos. Después de ocho años de 'desastre' Bush, la organización se siente esperanzada con el nuevo inquilino de la Casa Blanca y ya ha expresado sus demandas al presidente de EE.UU.

Según ha declarado la ONG Amnistía Internacional, el presidente Barack Obama, debería levantar el embargo comercial que el país mantiene contra Cuba desde hace 46 años, dijo el viernes la jefa de la agrupación de defensa de los derechos humanos.

La secretaria general de Amnistía Internacional, Irene Jan, dijo que un cambio en la política de Washington hacia Cuba podría ayudar a Obama a restablecer la 'autoridad moral' de Estados Unidos que, aseguró, ha sido dañada por el Gobierno del presidente George W. Bush.

'Quisiéramos que el presidente electo Obama levante el embargo contra Cuba porque creemos que el embargo está contribuyendo a una negación de los derechos humanos para la gente y, por lo tanto, tampoco es propicio para un cambio en la situación de los derechos humanos', dijo Jan en una visita a Chile.

Jan también reiteró los llamamientos para que Obama cierre el centro de detención en la Bahía de Guantánamo en Cuba, donde cientos de presuntos miembros de Al Qaeda, talibanes y de otros grupos islámicos radicales han permanecido prisioneros en los últimos siete años, sin ser sometidos a juicio.

'Obama debería cerrar Guantánamo, debería hacer una declaración pública confirmando la prohibición de la tortura y del maltrato', dijo.

En un discurso de treinta minutos, que fue interrumpido varias veces por los aplausos del público, el aún candidato a la presidencia Barack Obama se dirigió a la comunidad cubana del estado de Florida  para hacer campaña. El candidato aseguró que si ganaba la carrera hacia la Casa Blanca, permitiría a los ciudadanos cubano-estadounidenses que viajen sin restricciones a Cuba y que, además, envíen dinero a sus familias en la isla; sin tener en cuenta la cantidad.

Por otro lado, Obama declaró estar abierto a conversaciones con el presidente Raúl Castro, aunque mantendría el embargo comercial como una manera de presionar a La Habana para el proceso de cambio democrático.