El ministro francés de Exteriores, Celso Amorim, anticipó hoy que en la gestión del siniestro del avión de Air France que se estrelló en el Atlántico el pasado día 1 surgirán problemas jurídicos y de otro tipo, pero insistió en la cooperación que mantiene con el Gobierno francés.

Los asuntos que se refieren a "tragedias personales y familiares fuertes son temas difíciles. Van a surgir problemas de naturaleza jurídica y variable", indicó Amorim a la prensa en París horas después de entrevistarse con su homólogo francés, Bernard Kouchner, con quien trató de la cuestión.

El responsable diplomático brasileño destacó que en este punto con Kouchner había tratado sobre todo de "la cooperación entre los gobiernos", entre otras cosas de la identificación de cuerpos de los 228 ocupantes del avión que llevan a cabo en el Atlántico barcos brasileños y franceses.

Señaló que "había un interés francés por tener presencia" en esas labores de identificación y que él la había garantizado.

La actuación de los forenses enviados por Francia a Recife, donde se debe proceder a determinar la identidad de los cadáveres recuperados "está asegurada", subrayó, antes de reconocer que pudo haber algún desajuste cuando llegaron porque "estas cosas tardan un tiempo".

Amorim puso el acento en que pese a que la gestión de la tragedia del avión siniestrado fue "importante" en su entrevista ayer con Kouchner, ambos ministros también abordaron cuestiones como la ONU, la cooperación bilateral entre los dos países, el plan estratégico que ambas capitales preparan o el viaje a Brasil del presidente francés, Nicolas Sarkozy, en septiembre.

El titular brasileño de Exteriores participó en la capital francesa en un acto del décimo aniversario de la Cátedra Mercosur del Instituto de Estudios Políticos de París, donde coincidió con el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy.