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Annan quiere incluir a Irán en la ecuación para resolver la crisis en Siria

EFE

El enviado especial Kofi Annan quiere contar con la influencia de Irán sobre Damasco para resolver el conflicto sirio y hoy defendió, ante el escepticismo de las potencias occidentales, la inclusión de Teherán en un nuevo grupo de contacto para el país árabe.

"Irán es un país que desempeña un papel muy importante en la región y me gustaría que fuese parte de la solución al conflicto sirio", aseguró Annan ante la prensa a la salida de una reunión con el Consejo de Seguridad de la ONU y después de reconocer cierto fracaso, ya que su plan de paz para Siria "no se ha cumplido".

Ante la persistencia de la violencia y las últimas matanzas en el país árabe, el exsecretario general de Naciones Unidas ha apostado por dar un nuevo empuje a su labor mediadora buscando la participación directa de los países con influencia sobre las partes del conflicto sirio.

Para ello estudia la creación de un grupo de contacto para Siria, en el que participen los miembros permanentes del Consejo de Seguridad -China, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Rusia- pero también los vecinos al país árabe y con influencia en la región, como Turquía, Arabia Saudí o Catar, y también Irán.

Annan dijo que se trata de una idea que está en un punto inicial y cuya composición no está definida, pero defendió la inclusión de Teherán, ya que quiere contar "con países con influencia real sobre la situación" para que creen "una hoja de ruta" y trabajar "para mover a las partes hacia una misma dirección".

"Podemos lograr avances", subrayó el enviado especial sobre una idea que sí recibió el respaldo del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien la calificó de "valiosa" y a quien el Consejo de Seguridad encargó elaborar una lista de ideas para lograr el cumplimiento del plan de paz diseñado por Annan, entre las que estaría el grupo.

Se encontró, sin embargo, con el escepticismo de las potencias occidentales, principalmente de Estados Unidos, y con las "reservas" del representante de Rusia, Vitaly Churkin, principal aliado del régimen de Damasco en el Consejo en los quince meses que dura la crisis siria.

La embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, dijo ante la prensa que Irán no puede formar parte de un nuevo grupo de contacto "porque es parte del problema" en Siria y sigue "involucrado activamente en las violaciones que se cometen en el país".

"No ha demostrado hasta ahora ningún interés en contribuir a la búsqueda de una solución", lamentó Rice, quien añadió que "antes de estudiar el tamaño y la configuración" de ese grupo de contacto hay que ver si se dan las condiciones, ya que de momento no las hay "porque continúa la violencia".

El embajador adjunto de Francia ante la ONU, Martin Briens, tampoco mostró gran entusiasmo ante la iniciativa del grupo de contacto, del que dijo que era "una iniciativa más" sobre la mesa del Consejo y de cuyos detalles ya se hablará más adelante, porque ahora lo importante es "el cumplimiento del plan de paz".

Para el representante Rusia, la mejor apuesta para seguir adelante en los esfuerzos de mediación pasa, en lugar de por un grupo de contacto, por la celebración de una conferencia internacional, como ya avanzó esta semana Moscú, en la que estén invitados todos los países vecinos de Siria.

Así, se mostró partidario de invitar a Irán o Arabia Saudí a esa conferencia internacional, porque aunque se han escuchado "críticas" contra ellos de ambos lados, "claramente" son actores "con algo que decir" al respecto.

En cualquier caso, los miembros del Consejo de Seguridad volvieron a mostrar, pese a su aparente fracaso, su "total apoyo al plan de paz de Annan y sus esfuerzos mediadores", según señaló el presidente de turno del órgano, el embajador chino, Li Baodong, y es que consideran que cualquier nueva medida debe revitalizar ese plan.

Para los quince, es primordial que la violencia cese inmediatamente para avanzar en una transición para Siria, donde han regresado los niveles de violencia anteriores al 12 de abril (fecha de la entrada en vigor del plan de paz), cuya responsabilidad recae sobre el Gobierno de Bachar al Asad, según subrayaron varios miembros del Consejo.

Horas antes, Annan, Ban y el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, comparecieron ante la Asamblea General de la ONU, que celebró una sesión extraordinaria centrada en Siria y que sirvió para que la práctica unanimidad de los países miembros expresaran su repulsa ante las últimas matanzas en el país árabe.

La comunidad internacional está conmocionada ante la persistencia de la violencia en Siria, cuyo nuevo ejemplo fue la matanza del miércoles en Al Qubeir, donde murieron decenas de personas en una masacre de la que se acusa al régimen, y en particular la de Hula, donde el pasado 25 de mayo murieron un centenar de personas.

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