Este artículo se publicó hace 15 años.
Austria accede a abrir cuentas de sospechosos de delitos fiscales
Austria anunció hoy que permitirá abrir las cuentas bancarias de ciudadanos extranjeros en caso de sospechas de autoridades fiscales de otros países.
El ministro austríaco de Finanzas, Josef Pröll, dijo hoy en una rueda de prensa en Viena que esas sospechas deberán estar "bien documentadas y justificadas" para que las autoridades bancarias alpinas accedan a abrir las cuentas de un cliente extranjero.
Hasta ahora, las entidades austríacas sólo estaban obligadas a dar información a otros países si había un proceso judicial abierto.
Pröll precisó que con lo anunciado hoy no hace falta enmendar el párrafo 38 de la ley bancaria de Austria, que tiene rango constitucional.
Sólo en algunos de los 80 acuerdos bilaterales contra la doble imposición fiscal se deberán hacer leves cambios, aseguró el ministro de Finanzas, quien se reunió esta semana con sus homólogos de Luxemburgo y Suiza para abordar esta cuestión.
"Damos un paso hacia la OCDE para defender nuestros intereses. Eso era importante porque en los últimos días se estaba discutiendo mucho sobre diversas listas negras (de paraísos fiscales no cooperativos)", dijo Pröll.
Los más afectados por este cambio de rumbo en la legislación bancaria austríaca serán los ciudadanos de Alemania, que en el pasado han transferido miles de millones de euros a cuentas secretas en la república alpina, lo que ha provocado gran malestar en Berlín.
Con la nueva normativa, que aún debe ser aprobada por la Unión Europea, las entidades austríacas ya no constituyen un santuario para su dinero no declarado ante el fisco germano.
Sin embargo, Austria "no va a permitir que se posibilite un derecho automático de acceso a la información", dijo Pröll
Los países europeos con secretos bancarios como Suiza, Austria, Luxemburgo, Bélgica, pero también Liechtenstein, Andorra y Mónaco, se encuentran sometidos a fuerte presión internacional bajo la acusación de fomentar el fraude fiscal y el lavado de dinero.
Andorra y Liechtenstein anunciaron ayer que levantarán parcialmente su secreto bancario, lo mismo hicieron hoy Suiza y Luxemburgo.
En 2002, Austria accedió a poner fin al anonimato de las cuentas bancarias, al tiempo que desde entonces transacciones por encima de los 15.000 euros sólo pueden realizarse después de identificarse.
Lo anunciado hoy se refiere a ciudadanos extranjeros con cuentas en Austria.
Si las autoridades austríacas convencen a un Tribunal local de que existe la sospecha contra un ciudadano austríaco de fraude fiscal, lavado de dinero o otros delitos, un juez puede ya decretar a todos los bancos austríacos a informar sobre la existencia de cuentas bancarios de la persona en cuestión.
Esas cuentas son luego abiertas mediante una orden judicial y el afectado puede -aunque no debe- ser informado sobre ese paso.
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