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La barrera de coral no se recuperará en 20 años

La colisión causó una brecha de tres kilómetros en el arrecife

M. DEL A.

La Gran Barrera de Coral australiana necesitará al menos 20 años para recuperarse de los daños provocados por el impacto que sufrió por el carguero chino Sheng Neng 1 el pasado 3 de abril, según afirmaron fuentes del parque marítimo del arrecife. La colisión ha causado una brecha de tres kilómetros de largo y 250 metros de ancho en la formación coralina, considerada el organismo vivo más grande del mundo, según informa Efe. Este arrecife se extiende a lo largo de más de 2.500 kilómetros y es uno de los lugares designados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El impacto rompió uno de los tanques de la embarcación, lo que provocó el derrame de unas cuatro toneladas de fuel, de las 950 que transportaba en total. El vertido ya está siendo disuelto con sustancias químicas. Además, el buque contenía otras 68.000 toneladas de carbón.

Aunque inicialmente la brecha sobre la Gran Barrera de Coral fue de unos 100 metros, los fuertes vientos de la zona arrastraron al navío hasta provocar la cicatriz actual. El Sheng Neng 1 fue reflotado el pasado lunes y trasladado hasta la costa australiana de Queensland. Para ello ha sido necesario aligerar el peso del barco mediante el traslado de su reserva de fuel y aproximadamente la mitad de su carga de carbón. Hasta entonces, el navío chino había estado varado sobre el banco de arena de Douglas, cercano al arrecife.

La zona sobre la que navegaba el carguero está restringida a los barcos para evitar este tipo de incidentes. Para atravesar las aguas del arrecife, designadas como Área Marina Especialmente Sensible, es necesaria una licencia. Sin embargo, el navío se desvió de su ruta autorizada para acortar la travesía. Justo un día después de la colisión, las autoridades del parque marítimo de la barrera de coral detectaron otra incursión ilegal en la zona por parte del buque MV Mimosa.

Multas millonarias

El impacto del Sheng Neng 1 no sólo ha provocado los daños por el vertido y el destrozo del arrecife. Además, parte la pintura del casco, diseñada para evitar que se adhieran percebes, ha quedado impregnada a lo largo del coral. Esta capa protectora contiene metales pesados que resultan tóxicos y afectan al crecimiento de la vida marina.

Las autoridades australianas están investigando el suceso para cuantificar el coste de los daños. La empresa propietaria se enfrenta a una posible multa de un millón de dólares australianos (680.000 euros) y el capitán a otra de 220.000 dólares (150.000 euros). El Gobierno ha anunciado que planea aumentar las multas por vertidos de fuel hasta los siete millones de euros.

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