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El beneficio de Sharp decepciona, pero ofrece buenas previsiones

Reuters

La compañía japonesa Sharp anunció el miércoles un beneficio trimestral menor al esperado por el mercado por los costes iniciales de su nueva planta de pantallas, aunque ofreció unas previsiones que elevaron las esperanzas de una recuperación de las ganancias.

Sharp, el cuarto mayor fabricante de televisores de cristal líquido LCD del mundo y un gran proveedor de pantallas para otras firmas, puso en marcha su avanzada fábrica de LCD en octubre.

La instalación de 4.800 millones de dólares, situada en la ciudad japonesa de Sakai, pretende permitir a Sharp ofrecer pantallas de LCD competitivas, pero los costes excepcionales asociados con la puesta en marcha de la fábrica aplastaron su rentabilidad entre octubre y diciembre.

Las ganancias operativas de Sharp, que está por detrás de Samsung Electronics, Sony y LG Electronics en televisores LCD, fueron de 21.000 millones de yenes (unos 166 millones de euros) en esos tres meses, frente a una pérdida de 15.860 millones de yenes del mismo período del año anterior.

Pero el dato incumplió un consenso de beneficios de 27.500 millones de yenes, según 5 analistas consultados por Thomson Reuters I/B/E/S.

"Mi primera impresión es un poquito negativa", dijo Ryosuke Katsura, analista de Mizuho Securities.

"Temo que los resultados fueron negativos incluso considerando los gastos para poner al día a la nueva planta y la floja demanda de pantallas de LCD pequeñas", añadió.

Sharp consiguió volver a ser rentable en el último trimestre gracias a las sólidas ventas de televisores de LCD de gama alta en Japón y China, así como a una enérgica demanda de células solares y recortes de costes.

Sharp compite con First Solar, Q-Cells y Sanyo Electric en el segmento solar.

Para el año fiscal que termina en marzo, el fabricante de los televisores Aquos confirmó su objetivo de ganancias operativas de 50.000 millones de yenes y predijo condiciones favorables de mercado para su negocio de LCD en los primeros tres trimestres del nuevo año fiscal, que se inicia el 1 de abril.

El pronóstico para todo el año en curso contrasta con la pérdida de 55.480 millones de yenes del año pasado y está casi a la par del consenso del mercado, que estima ganancias de 51.400 millones de yenes.

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