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Betancourt se quedará en París para recibir la Legión de Honor el 14 de julio

EFE

Ingrid Betancourt, liberada tras pasar casi seis años y medio en la selva colombiana en poder de la guerrilla de las FARC, permanecerá en París para asistir a la fiesta nacional del 14 de julio y recibir la medalla de la Legión de Honor francesa, según informó hoy a EFE su hermana Astrid.

La ex candidata presidencial colombiana, de 46 años, que también tiene la nacionalidad francesa, recibirá ese día de manos del presidente francés, Nicolas Sarkozy, la medalla de la Legión de Honor, la más alta distinción en Francia, añadió.

Allí coincidirá con los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, de Israel y del mundo árabe que asistirán el 13 de julio en París a la cumbre de la Unión por el Mediterráneo, y que han sido invitados también.

Betancourt envió hoy un mensaje de esperanza a quienes siguen cautivos en la selva a través del programa "las voces del secuestro" de la radio colombiana Caracol.

En el plató de la emisora se encontraban los otros 11 rehenes colombianos que fueron liberados el pasado miércoles junto a ella en una operación militar de las fuerzas armadas colombianas, a los que anunció que Sarkozy había aceptado concederles becas de estudios en Francia.

Radio France International (RFI) ha invitado mañana a Betancourt a dirigirse en directo a mediodía (10.00 GMT) a través de su antena en español a los rehenes de las FARC.

Desde diciembre pasado, los hijos de Ingrid Betancourt, Melanie y Lorenzo, utilizaban esa emisora para enviar tres veces por semana mensajes a su madre en su cautiverio.

Betancourt y su familia almorzaron hoy en un restaurante de París invitados por el ex primer ministro francés Dominique de Villepin, que fue también su profesor de Ciencias Políticas y que realizó durante estos años de su cautiverio numerosas gestiones para su liberación, esfuerzos que le agradeció la dirigente colombiana.

Desde el viernes pasado Betancourt se encuentra en París para agradecer a los franceses su movilización por su libertad y hacerse un chequeo médico, que despejó todos sus temores de que podía padecer una enfermedad grave.

Después del almuerzo, la familia al completo visitó la iglesia de Saint Sulpice, donde admiró los murales de Eugene Delacroix y rezó, según Astrid Betancourt.

Más tarde tienen previsto asistir a una misa en el Sacré Coeur de Montmartre, uno de los templos más conocidos de París.

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