Este artículo se publicó hace 15 años.
Brown vetó presionar a Libia para que compensara a las víctimas del IRA
El primer ministro británico, Gordon Brown, vetó personalmente un intento de obligar a Muamar El Gadafi a establecer una compensación económica a las víctimas de los atentados del IRA, que recibía el material explosivo del régimen libio, para evitar poner en peligro la relación comercial con Libia.
Así lo publica hoy el diario "The Sunday Times", que revela documentos que demuestran el especial interés que tomó Brown en una campaña para resarcir a 2.500 familiares de víctimas de atentados cometidos por el IRA con Semtex, explosivo que obtenía de Libia.
Esta información se suma a las que apuntan a que el Gobierno británico decidió entregar este verano a Libia a Abdelbaset Al Megrahi, condenado por el atentado de Lockerbie que costó la vida a 270 personas en 1988, para no comprometer su relación con Libia, sobre todo en el ámbito comercial y petrolero.
En una entrevista publicada este sábado por el "The Daily Telegraph", el ministro de Justicia, Jack Straw, admitió que cuando el Gobierno consideró en 2007 por primera vez incluir a Al Megrahi en un acuerdo con Libia sobre repatriación de presos los intereses comerciales ya fueron considerados un factor crucial.
Al Megrahi, que fue recibido con un héroe en Trípoli, era el único condenado por la explosión en pleno vuelo de un avión de la aerolínea estadounidense Pan Am y fue liberado, según la versión oficial, porque padece un cáncer de próstata en fase terminal.
Straw aseguró que Brown no se involucró directamente en la situación de Al Megrahi, pero según las nuevas revelaciones del "Sunday Times" sí que existe una carta del ministro de Justicia al primer ministro en la que le advirtió de que los libios podrían bloquear un acuerdo multimillonario con British Petroleum (BP) si no se producía la entrega de Al Megrahi antes de su muerte.
En lo que se refiere a las indemnizaciones a las víctimas del terrorismo del IRA, el "Sunday Times" difunde una carta que Bill Rammell, ex responsable ministerial para Oriente Próximo, envió a uno de los heridos de un atentado en Londres en 1996, en la que le explica que los contratos petroleros con Libia están detrás de la decisión del Gobierno de Londres de no actuar al respecto.
"Libia es ahora un socio vital para el Reino Unido a la hora de garantizar la seguridad energética futura para el Reino Unido y es también un socio clave en la lucha contra el terrorismo. Entiendo que será de poco consuelo para usted, pero es vital para la seguridad presente y futura del Reino Unido que esto siga así", dice la carta de Rammell en uno de sus párrafos.
Las cartas también demuestran que Brown estuvo personalmente involucrado en la decisión de no presionar a Gadafi en este tema.
En una carta con fecha del 7 de octubre de 2008 remitida a Jason McCue, abogado que representa a las víctimas de la violencia republicana irlandesa, el primer ministro afirma: "el Gobierno del Reino Unido no considera apropiado entablar una conversación bilateral con Libia sobre este asunto".
"Aunque la relación entre el Reino Unido y Libia incluye desde luego el comercio, la cooperación bilateral es ahora amplia en muchos niveles, particularmente en la lucha contra el terrorismo. Creo que está en el interés de todos que esta cooperación continúe", añade el líder laborista en la carta.
Hasta ahora, Brown ha rechazado que haya habido consideraciones de tipo económico para condicionar la relación con el régimen de Trípoli, y a principio de semana trató de zanjar la polémica sobre el caso de Al Megrahi con una contundente declaración.
"No hubo conspiración, no hubo tapaderas, no hubo acuerdos cruzados, no hubo un acuerdo sobre petróleo, no hubo un intento de dar instrucciones al Gobierno escocés, no hubo garantías privadas al presidente de Libia (Muamar el Gadaffi)", dijo Brown.
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