La Comisión Europea (CE) proyecta proponer que se mantenga el actual sistema de distribución de ayudas al algodón, pese a que fue anulado por el Tribunal de Justicia de la UE en una sentencia favorable a España.

Bruselas estudia, según un borrador al que ha tenido acceso Efe, una reforma de la regulación del algodón en la que solamente haya "cambios menores", lo que implicaría mantener en grandes líneas el reparto actual de las subvenciones.

Entre las ideas nuevas que barajan los servicios de Agricultura de la CE, está la posibilidad de establecer una etiqueta de origen y dar fondos para la promoción del algodón europeo, que se cultiva sobre todo en Grecia y en España -la mayor parte en Andalucía-.

Esta sería la respuesta del Ejecutivo comunitario a la sentencia del Tribunal de la UE, quien dio la razón a España, por considerar que la actual regulación del mercado algodonero aprobada en 2004 debía ser anulada porque era "desproporcionada" y no había tenido en cuenta el impacto socio-económico en el sector.

La normativa establece que un 65% de las ayudas sean un pago por superficie o explotación, independientemente de que el agricultor produzca o no.

El 35% restante se destina a una prima por hectárea para una superficie limitada (70.000 hectáreas en España) y aunque está ligado a la producción, depende más de la apertura de las cápsulas de las plantas que de la cosecha.

La CE pretende conservar este porcentaje del 65% y del 35% en su propuesta de reforma, según el borrador, que no será definitivo hasta que sea presentado a los países de la UE, previsiblemente en noviembre.

Los servicios de la CE proyectan que en el caso del 35% de la ayuda ligada a la producción se mantenga condicionada a la cosecha "sin obligación de venderlo o entregarlo".

Bruselas cree que ha tenido en cuenta la sentencia del Tribunal al haber encargado un estudio de impacto y efectuar consultas.

En España, el área de cultivo de algodón ascendió a 65.000 hectáreas en 2007 y ocupa a 9.500 productores.

Además existen 29 desmotadoras, la mitad de ellas cooperativas y esta capacidad industrial es excesiva respecto a la producción del cultivo textil, según recogió el informe de impacto encargado por la CE.

Dicho estudio, según el borrador, indica que mantener las ayudas actuales garantizan a la vez los ingresos de los agricultores y la filosofía de la Política Agrícola Común (PAC); Bruselas estima que así se cumplen también las exigencias de los Tratados de la UE que alegó España cuando presentó el recurso.

Bruselas cree que el régimen "debe continuar con cambios leves" porque un cambio en la proporción de los pagos supondría trabas administrativas.

Entre los ajustes leves que baraja Bruselas, está la creación de una etiqueta de origen para promocionar el algodón de la UE y estudiar la inclusión de este producto en el registro de los productos agroalimentarios con denominación de origen.

Para promoción, Bruselas proyecta destinar tres millones de euros adicionales que saldrían del ahorro que pretende con otra idea, el fomento de organizaciones intersectoriales.

Según el borrador, el descenso de la ayuda ligada a la producción para los algodoneros miembros de esas entidades, que bajaría de los diez a los tres euros por hectárea, propiciaría obtener los tres millones extra.