El presidente de EE.UU., George W. Bush, afirmó hoy que el país está preparado para la llegada de la tormenta "Hanna" y el huracán "Ike", que amenazan la costa sureste del país, tras el paso del huracán "Gustav".

En su alocución semanal el presidente Bush subrayó la "buena coordinación" entre los estados del sureste del país y el Gobierno federal para afrontar el paso del "Gustav" y aseguró que esta experiencia servirá para afrontar otras tormentas que vengan.

"La población de Alabama, Luisiana, Misisipi y Texas estuvo bien preparada para recibir al huracán Gustav", que llegó a la costa del Golfo de México tres años después de que el "Katrina" devastara la región.

El mandatario, criticado por la lenta respuesta de su Administración durante el "Katrina", aseguró que "la coordinación entre los estados y el Gobierno federal ha sido muy buena" en esta ocasión y mientras tanto "nos hemos estado preparando para la llegada de tormentas como 'Hanna', 'Ike' y otras que puedan venir".

El presidente subrayó que el Gobierno centra ahora sus esfuerzos en dar asistencia a los desplazados, reforzar las infraestructuras afectadas y restablecer la electricidad en la zona, ya que a su paso, "Gustav" dejó sin luz a unos 750.000 usuarios.

El Gobierno, remarcó, "seguirá ofreciendo ayuda a los afectados por las inclemencias meteorológicas durante esta temporada de huracanes", que se extiende desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre.

Al mismo tiempo Bush instó al Congreso, de mayoría demócrata, a que la vuelta de las vacaciones de verano tome medidas para paliar los altos precios de la gasolina y apruebe los acuerdos de libre comercio con Colombia y Corea del Sur que quedaron pendientes.

"La razón fundamental por los elevados precios de la gasolina es que la oferta del petróleo no está a la par con la demanda", dijo Bush, por eso consideró que "al aumentar la oferta mediante el uso de nuestros recursos domésticos, podemos comenzar a reducir la presión sobre los precios".

El presidente insistió de nuevo que una opción sería la exploración de recursos petrolíferos de la Plataforma Continental Exterior en alta mar y pidió que ambos partidos en el Congreso, republicanos y demócratas, hagan un esfuerzo para llegar a un acuerdo.

También apostó el uso de energías alternativas como la eólica y solar, así como de la energía nuclear, como fuentes de energía limpia.

A largo plazo, "aumentar la producción de electricidad de bajo contenido de carbono puede ayudarnos a reducir nuestra adicción al petróleo al permitirnos propulsar una nueva generación de vehículos híbridos de enchufe y propulsados por hidrógeno".