La Caixa: El alma de las cajas

Cada una de las cajas españolas dedica una parte importante de sus beneficios a obra social. Cada una en la medida de lo posible. La Caixa destaca por encima de todas a una distancia abismal. Destina cada año 500 millones de euros a fines sociales. Es más dinero del que ganan la mayoría de las empresas españolas. Y pese a su gran transformación en banco ha prometido dedicar, al menos, esta cifra cada uno de los próximos diez años.

Pero eso son sólo fríos números, que una vez aplicados a la realidad dan como resultado, por ejemplo, que en un programa de lucha contra la exclusión social en la infancia se haya conseguido prestar ayuda a 162.931 niños y sus familias. Desde algo tan básico como proporcionar gafas a los que las necesitan pero no pueden pagarlas, hasta financiar campamentos y atención psicológica, pasando por el acceso a la alimentación.

En los tres años que lleva en marcha este proyecto (con 116 millones de inversión), la caja ha notado un gran cambio: ha visto cómo ha crecido exponencialmente el número de niños que necesitan ayuda básica. Miles de familias que antes de la crisis disfrutaban de una condición económica desahogada, ahora están en situación de pobreza sobrevenida. La entidad resume en un eslogan la razón de sus esfuerzos: “Obra Social, el alma de La Caixa”. Y la de todas las cajas.