La reforma de las pensiones podría elevar las pensiones un 17% en 2050, hasta 915 euros. Al menos es la conclusión de la Fundación Ideas, el think thank del PSOE dirigido por el exministro de Trabajo Jesús Caldera, ahora encargado de liderar la negociación de la reforma de las pensiones con los partidos políticos, y que contrasta con las estimaciones de sindicatos y expertos, que calculaban una rebaja de las pensiones.

'La reforma generará mejores pensiones en el futuro. La preocupación por que un aumento de tiempo de cotización requerido para el cálculo de la pensión haga que esta descienda en términos reales es infundada'. Así de contundente se muestra la Fundación Ideas, que fundamenta su afirmación en dos argumentos: la reforma mejorará la economía y eso, a su vez, hará que aumente la productividad y con ella los salarios reales, lo que repercutiría en la cuantía posterior de la pensión. Por otro lado, señala que esta preocupación ya estuvo presente en las anteriores reformas de pensiones ' y a posteriori se ha podido comprobar cómo los cambios sirvieron para mejorar aún más el poder adquisitivo de las pensiones'.

Según las estimaciones de la fundación, si no se hubiera llevado a cabo ningún cambio en el sistema de pensiones, la pensión media habría descendido de los casi 800 euros actuales a 625 en 2030 y hasta los 515 euros en 2050, lo que supondría una pérdida de poder adquisitivo del 35% en términos reales, debido sobre todo a que el número de pensionistas superaría ampliamente al número de trabajadores activos.

En ese caso, el sistema 'comenzaría a tener un problema de déficit significativo' a partir de 2014. El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la llamada hucha de las pensiones, serviría para amortiguar la situación otros diez años y poder así mantener el poder adquisitivo de las pensiones.

'Nuestro sistema está hoy plenamente garantizado pero era imprescindible hacer reformas para garantizar las pensiones futuras', aseguró ayer Caldera. El informe insiste en que la reforma debía abordarse de forma urgente. 'Responde a un problema estructural y no a la crisis', dice y menciona tres factores clave para demostrarlo: la caída de la natalidad, el aumento de la esperanza de vida y el aumento del poder adquisitivo de las pensiones acumulado en los últimos años.

El ex ministro de Trabajo aseguró que las negociaciones sobre la reforma de las pensiones con los grupos parlamentarios comenzarán una vez que esté listo el proyecto de ley. No obstante, los contactos podrían empezar ya la semana que viene, una vez que se reanuden las sesiones parlamentarias. Caldera aseguró que el PP es 'esencial' y espera 'un amplio consenso' en el Parlamento.