Este artículo se publicó hace 15 años.
El cardenal hondureño dice que no apoyó el golpe de Estado y critica la "doble moral" de la OEA
El cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga negó haber apoyado el golpe de Estado en su país, criticó la "doble moral" de la OEA y dijo que sería "prudente y patriótico" que el depuesto presidente, Manuel Zelaya, no regresara "por el momento" a Honduras.
En una entrevista que publica hoy el diario argentino Clarín, el líder religioso consideró que Zelaya "ha saqueado al Estado impunemente" y sostuvo que fue la propia conducta del gobernante depuesto la que condujo al golpe cívico-militar.
"No es verdad que hayamos apoyado el golpe. Yo no soy golpista", se defendió Rodríguez Maradiaga antes de aclarar que tampoco ha legitimado al Gobierno de Roberto Micheletti.
"No es verdad que lo hayamos legitimado. Nosotros hemos explicado lo sucedido. Aquí lo que hay que ver es el proceso y cómo Zelaya estaba violando la Constitución", destacó.
En ese sentido, el cardenal cuestionó la convocatoria a la consulta no vinculante sobre una posible reforma constitucional hecha por Zelaya, uno de los detonantes de la crisis.
"¿Para qué tanto dinero para una encuesta? Están las cámaras del Banco Central. Se ve cómo retiran 40 millones de lempiras en efectivo. ¿Cuándo los Gobiernos trabajan con dinero en efectivo? Había una corrupción galopante en ese proyecto. No hubo dinero para las víctimas del terremoto, pero sí para comprar votos", denunció.
"¿Con qué boca se puede pedir que regrese quien ha saqueado al Estado tan impunemente?", se preguntó.
Rodríguez Maradiaga recordó haber advertido a Zelaya "sobre los peligros que suponía la intromisión" del presidente venezolano, Hugo Chávez, y aseguró que el depuesto gobernante le respondió que no era "chavista", pero que le "servía" el dinero de Venezuela.
"El daño empezó el año pasado. Los fondos del FMI no llegaron porque no había presupuesto aprobado y lo mismo pasó en 2009 con el BID y el BM. El Gobierno de Zelaya se ha sostenido con el dinero de Chávez y ahí está", apuntó.
Después de sostener que "no se puede aceptar" la forma en que Zelaya fue sacado del poder, consideró una "página triste" la actuación de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"A su secretario general, José Miguel Insulza, lo conozco desde hace tiempo y siempre se portó como un caballero cuando vino a Tegucigalpa. Le entregué toda la documentación y ni se molestaron en leerla", indicó.
"Mire cómo es la paradoja: hace unos meses los presidentes Chávez, Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador) y Raúl Castro (Cuba) dijeron que la OEA no sirve para nada. Es la doble moral de la OEA", sentenció.
El religioso dijo que le duele que le llamen golpista, insistió en que sería "más prudente y patriótico" que Zelaya no regresara a Honduras inmediatamente para "pacificar al país" y subrayó que no le convocarán para mediar en esta crisis.
"Como ya me tienen fichado como golpista no me van a invitar", matizó.
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