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El careo entre Carcaño y Benítez diluye la esperanza de hallar el cuerpo

 

 

OLIVIA CARBALLAR

Ni porque el padre y la madre de Marta del Castillo. Antonio y Eva, insistieran en que se encuentran desesperados por encontrar a su hija; ni porque lamentaran que no les están dando la oportunidad de enterrarla; ni siquiera porque repitieran que cada cambio de versión les ha producido una 'tortura infinita' ni porque dijeran que saber dónde está su cuerpo, 'aunque parezca absurdo', aliviaría mucho su sufrimiento. Ni por todo eso junto, Miguel Carcaño y Samuel Benítez, enfrentados ayer en un careo a instancias de la acusación particular como último cartucho para descubrir realmente lo que pasó, se atrevieron a confesar dónde está el cuerpo de la joven sevillana.

En la cuarta sesión del juicio, ambos se acusaron mutuamente sin aportar ni una sola pista a pesar del dolor desgarrador relatado previamente por los padres. 'Te pido que digas dónde está Marta. Tú estás en la calle y yo en prisión', dijo Carcaño, el asesino confeso. 'Cree el ladrón que todos son de su condición. ¿Quién te crees tú, que has matado a una persona y quién se presta para ayudarla a desaparecer un cuerpo? Yo no. Yo estaba con mis testigos en Montequinto. Y no tenía coche, ¿cómo voy a ir corriendo?', respondió Benítez, acusado de encubrir el crimen. '¿Y los ti-ckets del autobús?', preguntó Carcaño. 'Yo no te tengo que demostrar nada, se lo tengo que demostrar al juez y a sus compañeros', respondió Benítez, visiblemente nervioso. 'Tú apagaste el móvil. Eras más listo que yo en aquella época. Tú estás en la calle y yo en prisión', insistió Carcaño. 'Sí, ¿cómo iba a llegar corriendo? Yo no soy Forrest Gump, ni el primo de Forrest Gump', llegó a decir Benítez, que dilapidó el respeto que había pedido para la sala.

El careo no duró ni cinco minutos pero bastó para retratar un caso lleno de mentiras, contradicciones y múltiples versiones que han 'martirizado' y 'maltratado' a la familia. 'Fue un varapalo ver cómo se quedaban con la Policía y con la sociedad entera', había dicho el padre de Marta. Y parece que ayer lo volvieron a hacer.

Ocho testigos

En la sesión de ayer, marcada por la sentencia absolutoria de violación y asesinato del Cuco y por la que la acusación particular solicitó la nulidad de ambos procesos, declararon como testigos los padres de Marta, su tío Javier Casanueva y cinco amigos.

La madre de Marta, que miró con rabia a Carcaño, destacó: 'Le dije que tenía el perfil de maltratador'. Javier Casanueva subrayó el carácter 'frío y calculador' del hermano, Francisco Javier Delgado: 'Llegué a sentir miedo'. Los amigos se centraron más en Benítez. 'Nos hemos llevado una decepción muy grande. Me dijo en una misa, tú tranquila, que va a aparecer' y luego me doy cuenta de que está metido en esto', lamentó Silvia. Hoy está citado el Cuco.

 

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