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Cavendish vence por velocidad ante Petacchi y Menchov mantiene la 'maglia' rosa de líder

EFE

El británico Mark Cavendish, del equipo Columbia, deshizo el desempate en su duelo particular con el italiano Alessandro Petacchi al imponerse en una exhibición de fuerza en la decimotercera etapa, disputada entre Lido di Camaiore y Florencia, de 176 kilómetros, en la que el ruso Denis Menchov (Rabobank) lució y mantuvo la 'maglia' rosa de líder.

El joven Cavendish, de 24 años recién cumplidos, puso el 3-2 en su enfrentamiento con Petacchi, en otra incontestable demostración de poderío a alta velocidad. Bien lanzado como es habitual por su compañero australiano Mark Renshaw, el ciclista de la Isla de Man despegó hacia la victoria a 150 metros de la pancarta, donde una ventaja de un metro le garantiza el éxito.

El ganador de la Milán San Remo firmó la tercera etapa del Giro del centenario con un tiempo de 3h.48.36, en una jornada en la que el pelotón voló hacia Florencia, bajo el sol, a una media de 45,9 kms/hora. Petacchi se quedó con la miel en los labios, lo mismo que el australiano Allan Davis, del Quick Step, que cruzó la meta tercero.

Jornada de transición después de la cronometrada de Riomaggiore, que castigó las piernas de unos corredores que ya van notando el paso de los ataques, y en la víspera de una etapa de media montaña con final en ascenso.

Los favoritos trataron de ahorrar fuerzas, pero el ritmo impidió cualquier asomo de descanso. Denis Menchov pasó su primer día de rosa sin sobresaltos. La general no sufrió cambio alguno, con Danilo Di Luca a 34 segundos y Levi Leipheimer tercero a 40.

El español Carlos Sastre, ganador del Tour 2008, se agarró al quinto puesto a 2.52 minutos del ruso del Rabobank, en espera de las etapas de montaña.

Por lo demás, no faltó la escapada consentida, en esta ocasión protagonizada desde el kilómetro 12 por el italiano Leonardo Scarselli (ISD), el ruso Mikhail Ignatiev (Katusha) y el alemán Björn Schröder (Milram). El trío alcanzó una diferencia máxima de 5.10 minutos en el kilómetro 80.

A 15 kilómetros de la llegada Schroder decidió desafiar la fuerza de un pelotón donde ya tiraban a todo tren los hombres del Columbia y del Quick Step, pero su sueño se diluyó en medio del gran grupo a falta a 6 kilómetros de la pancarta de llegada.

A partir de ese momento el ritmo de la carrera alcanzó límites de locura, tanto fue así que se produjo un corte en el pelotón. En la recta de llegada mandó el Columbia y sentenció Cavendish, cuya arrancada, si no se evita antes por sorpresa, resulta letal. La ley del más fuerte, del mejor esprinter del mundo.

Mañana se disputa la decimocuarta etapa entre Campi Bisenzio y Bolonia, de 172 kilómetros.

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