China condenó el jueves la subasta en Christie's de dos bronces de la dinastía Qing robados cuando el Palacio de Verano de Pekín fue arrasado por las fuerzas invasoras francesas y británicas en 1860, y afirmó que la venta dañaría a la casa de subastas.

La Administración Estatal de Patrimonio Cultural dijo a la página web del Diario del Pueblo (www.people.com.cn) que la subasta de París "hizo volar por los aires el espíritu de los relevantes tratados internacionales y el consenso internacional sobre la devolución de reliquias a su país de origen".

Las esculturas de las cabezas de una rata y un conejo forman parte de una colección de arte del fallecido diseñador francés Yves Saint Laurent.

Se vendieron por un total de más de 31 millones de euros, bastante por encima de la estimación de 8-10 millones de euros cada una. Christie's y el socio de Saint Laurent, Pierre Berge, han dicho que la venta era legal.

La administración de patrimonio chino dijo que la subasta tendrá repercusiones ya que ha "dañado los derechos culturales y el sentimiento nacional del pueblo chino".

"Esto tendrá un impacto serio en su desarrollo en China", dijo en el comunicado al periódico oficial del Partido Comunista.

Christie's debe cargar con toda la responsabilidad de las repercusiones de la subasta, dijo el comunicado chino. Pero no especificó cómo podrían verse afectadas las actividades de la compañía en China.

Un grupo de estudiantes chinos y ciudadanos de origen chino protestaron en París contra la venta frente al lugar donde se llevó a cabo la subasta. Pero no hubo señales de protestas en Pekín. El Gobierno ve habitualmente con recelo las manifestaciones de estudiantes, incluso las patrióticas.

Sin embargo, en Internet, algunos acusaron a Francia, y no sólo a Christie's. Las relaciones entre París y Pekín ya se han visto tensadas por el encuentro del presidente francés, Nicolas Sarkozy, el año pasado con el líder budista del Tíbet en el exilio, el Dalai Lama.

También se vieron perjudicadas por las protestas francesas que perturbaron el paso por París de la antorcha olímpica de Pekín el año pasado, provocadas a su vez por la represión china de disturbios en Tíbet.

"Francia está causando problemas deliberadamente a China", dijo un comentario en la web del Diario del Pueblo. "Deberíamos tener alguna respuesta contra productos franceses".

Otro dijo: "Dejemos las reliquias en el extranjero, simplemente para recordarnos a los chinos la humillación histórica y la maldad de los expoliadores occidentales".