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El conservador Lee arrasa con la mitad de los votos en Corea del Sur

EFE

Lee Myung-bak, líder del opositor Gran Partido Nacional (GPN), celebró hoy su 66 cumpleaños con una victoria inapelable en las elecciones presidenciales de Corea del Sur, al recibir el apoyo de casi la mitad de los votantes.

Con el 95 por ciento de los votos escrutados, la Comisión Electoral otorga a Lee un 48,4 por ciento de todos los sufragios emitidos, un apoyo similar al logrado por el actual presidente, Roh Moo-hyun.

El resultado de los comicios superó las previsiones más favorables para Lee, a pesar del caso de corrupción en el que podría estar implicado, y ha supuesto el fin de una década de gobiernos progresistas que han dejado a la población deseosa de una mejora de la economía.

Lee Myung-bak será el primer presidente surcoreano que proviene de las altas empresas y fue además un popular alcalde de Seúl.

El rápido recuento de votos ha permitido a Lee proclamar su victoria a las 22.00 (13.00 GMT), con palabras favorables a la reconciliación entre conservadores y progresistas.

Su principal rival, Chung Dong-young, había admitido su derrota pocos minutos antes, al saber que obtendría menos del 30 por ciento de los sufragios.

Durante la proclamación oficial de su victoria, Lee, ex alto ejecutivo de una importante constructora surcoreana, anunció que aceptará "los consejos de sus contrincantes" y que buscará "la unidad" del pueblo.

Lee apuntó que sabe "muy bien" lo que desean lo surcoreanos y que pondrá en práctica las medidas necesarias para sacar la economía de "la situación crítica" que atraviesa.

Las cifras macroeconómicas de Corea del Sur gozan de relativa buena salud, pero en los últimos años han subido tanto los impuestos como el precio de la vivienda y varios votantes dijeron hoy a Efe que habían apoyado a Lee para que reactive la economía.

La de hoy fue la elección presidencial con menos participación de la historia del país, el 62,9 por ciento del electorado, un bajón considerable respecto a los comicios de 2002 ganados por el progresista Roh, atribuido a que la victoria de Lee se daba por segura.

El presidente electo, que en el pasado fue alcalde de Seúl y consejero delegado de una de las mayores empresas de construcción del país, ha ganado las elecciones con un programa eminentemente económico.

Lee resume sus promesas en el programa llamado 747: incrementar el crecimiento al 7 por ciento anual, elevar la renta per cápita hasta los 40.000 dólares anuales y colocar a Corea del Sur entre las siete economías más avanzadas del mundo.

Durante la campaña, Lee ha prometido crear 600.000 empleos y construir una red de canales que cubra todo el país, un proyecto que ha recibido duras críticas de los grupos ecologistas.

Sin embargo, la campaña de Lee no ha puesto demasiado énfasis en Corea del Norte.

La política de Lee respecto al país hermano del norte consiste en tener garantías de la desaparición del poder nuclear norcoreano antes de tender la mano a Pyongyang.

Considera que Roh ha sido demasiado blando durante el reciente proceso de acercamiento intercoreano, ejecutado en paralelo al pacto internacional para la desnuclearización de Corea del Norte que a finales de este mes debería entrar en su fase definitiva.

Lee ha asegurado que, una vez satisfecha la desnuclearización norcoreana, está dispuesto a ofrecer ayuda a Pyongyang, con la vista puesta en una progresiva apertura tanto económica como política del régimen comunista.

Esta situación beneficiaría enormemente a las empresas surcoreanas, dada su posición privilegiada en un territorio virgen para la economía de mercado.

A pesar de la rotunda victoria de Lee, su futuro a medio plazo se adivina incierto.

Hace dos días el Parlamento aprobó la creación de una comisión de investigación para averiguar qué hay de cierto en la supuesta implicación de Lee en un caso de corrupción bursátil.

La comisión emitirá su veredicto antes de la fecha prevista para la investidura de Lee, es decir, antes de que obtenga inmunidad presidencial, por lo que el presidente electo podría ser procesado, una situación que la ley surcoreana no prevé.

Los partidarios del ex alcalde de Seúl no dejaron que este horizonte les aguara la fiesta y a media tarde fueron reuniéndose en las inmediaciones del monumento a Yi Sun-sin, un héroe histórico coreano, para celebrar la victoria de su candidato.

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