Un exitoso equipo de EEUU en la Fórmula Uno sería bien recibido por todos los integrantes de esta disciplina deportiva, pero sólo sería una perspectiva realista si los costes de competición se reducen drásticamente para 2010.

Algunos podrían considerar una locura tratar de formar un nuevo equipo de la nada en un momento en el que se han apretado los cinturones en todas las corporaciones de EEUU y cuando los equipos fabricantes tienen problemas para atraer apoyos y luchan por sobrevivir.

Pese a eso, el director del equipo USF1 Ken Anderson y su director deportivo Peter Windsor, un periodista y ex gerente Williams, sonó optimista el martes cuando presentaron su proyecto.

El plan es crear un equipo en Charlotte, Carolina del Norte con más de 100 personas y contratar a dos pilotos estadounidenses para hacer la competencia a escuderías como Ferrari y McLaren.

Windsor dijo que el jefe de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, apoyaba la idea mientras que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) también les había alentado.

También está a favor el último campeón mundial estadounidense y el único que sigue con vida, Mario Andretti: "Es la mejor noticia que podía esperar como aficionado a la Formula Uno. Va a ser una gran noticia para la Formula Uno", dijo a Speed TV.

El consejero delegado de McLaren Martin Whitmarsh indicó que un equipo con sede en EEUU sería un "excelente vehículo para todos los accionistas de la Fómula Uno a través del cual realizar avances en lo que continua siendo la mayor economía del mundo".

"Sólo por esa razón, en McLaren-Mercedes aplauden los esfuerzos Peter Windsor y Ken Anderson", dijo en la web de autosport.com.

Encontrar financiación para el USF1 sería el principal reto y el más inmediato. Super Aguri, que cuenta con el respaldo de Honda, fue el último en entrar en la Fórmula Uno en 2006 y se retiró por falta de financiación en abril de 2008.

El ambiente comercial sólo ha empeorado desde entonces. Tampoco hay grandes premios en América del Norte en el calendario, aunque Ecclestone y los equipos trabajan para rectificar eso. Ni hay pilotos estadounidenses compitiendo.

"Es un momento difícil para la adquisición desde un punto de vista del patrocino", dijo Whitmarsh.

"Por tanto, no será fácil para Peter y Ken... lo que no está en duda es que un proyecto de estas características sólo sería factible como resultado del reciente programa de recorte de costes lanzado por la FIA y la FOTA (la asociación de pilotos)".

Cuando Toyota entró en la F1 en 2002, tuvieron que entregar 48 millones de dólares como depósito. Esa regla ya no se aplica, ya que al menos hay dos y posiblemente tres plazas de equipos vacantes en la parrilla actual.