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Crece acumulación aguas servidas, basura en campamentos de Haití

Reuters

Por Catherine Bremer

Un niño se agacha a defecar ametros de una acera en donde una mujer corta un plátano parafreír y un infante juega desnudo con un montón de arroz en elsuelo sucio.

Cerca de allí, hay un cadáver tirado en la calle, justofrente a un mar de personas sentadas en mugrientos colchones,mientras un recolector utiliza una pala para recoger montículosnegros de basura putrefacta y perros vagabundos revuelven losdesechos.

Las condiciones sanitarias en campamentos improvisados comoéste ubicado en el alguna vez elegante parque Campos de Martede Puerto Príncipe, alrededor del colapsado palaciopresidencial de Haití, están empeorando día a día mientrascientos de miles de sobrevivientes del terremoto de la semanapasada comen, duermen, se lavan y defecan juntos.

"Es deprimente aquí. Es sucio y aburrido. Lo único que sepuede hacer es caminar", dijo Judeline Pierre-Rose, una niña de12 años, quien extraña su cómodo hogar con su sillón ytelevisor.

"Las personas van al baño en todas partes aquí y me damiedo enfermarme. Mis hermanas gemelas vomitaron anoche",agregó.

En un primer momento, equipos de rescate y el suministro dealimentos fluyeron hacia Haití tras el terremoto de magnitud7,0 que devastó la capital el 12 de enero.

Los equipos se dedicaron a enterrar a los muertos y atendera los heridos, pero también han tenido que lidiar con cerca deun millón de personas que quedaron sin hogar por el sismo y quedebieron arreglárselas por sí mismos.

Cientos de miles utilizan colchones para delimitar áreashabitables entre los escombros que dejó el terremoto en PuertoPríncipe. También han levantado carpas rudimentarias consábanas atadas a los árboles.

El grupo de ayuda Acción Contra el Hambre ha instaladopuntos de distribución de agua en el campamento, y las personaslo rodean con cubetas, pero aún no se han levantado letrinas deemergencia.

Una extensa área alrededor de un pequeño grupo de bañosestropeados y desbordados está lleno de excremento humano ypañuelos sucios. Una gran fuente en donde muchos se desnudanpara bañarse ha tomado un opaco color verde y está cubierta desuciedad y basura.

"Es una catástrofe. Es peligroso porque la salud es algomuy preciado y uno no puede tener a todas estas personasviviendo cerca de la basura y cadáveres. Podría causar unaepidemia", comentó Gelin Wesnel, de 34 años, quien prestaprimeros auxilios en una carpa cercana.

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