La crisis económica y la falta de acciones humanitarias en la que se halla el mundo ha planeado hoy en la entrega de los Premios Internacionales Cristóbal Gabarrón, que han recibido en Valladolid los nueve galardonados, entre los que se ha premiado la trayectoria de Vicente Ferrer.

La escenografía diseñada por el artista que da nombre a los premios y protagonizada por un lienzo en blanco ha servido de relato simbólico de la situación de crisis del mundo occidental, según ha expresado el presidente de la Fundación, Cris Gabarrón.

El "fuerte optimismo" que esta entidad quiere lanzar a una sociedad "inundada de un pesimismo alarmante" acaecido por las circunstancias económicas, se ha visto materializado en el reconocimiento a la Fundación Vicente Ferrer, que lleva doce años trabajando junto a los más desfavorecidos y que ha sido elogiada por afrontar la pobreza "más allá de la política".

"Hace muchos años Vicente Ferrer quiso declarar la guerra a la profunda pobreza y la estamos erradicando", ha afirmado el director de la Fundación Vicente Ferrer, Jordi Folgado, que ha recibido el galardón con la esperanza de "ganar" la humanización de la sociedad, que es lo que da "dimensión" a las personas.

En una gala conducida por los presentadores Mara Torres y David Cantero y que ha contado con la actuación musical de Amancio Prada, los premiados en las nueve modalidades -Artes plásticas, Deportes, Economía, Artes escénicas, Letras, Pensamiento, Restauración, Ciencia e investigación y Trayectoria Humana- han recogido una medalla y una estatuilla de oro de 18 quilates, realizada por Cristóbal Gabarrón.

El primero en subir al escenario ha sido el escultor canario Martín Chirino (Artes Plásticas), de quien se ha valorado su fidelidad en el uso y transformación de los materiales y que ha recibido el premio "como si fuera un sueño", aunque ha reconocido que no se permite soñar "con mucha frecuencia".

Personajes públicos de diferentes ámbitos han entregado personalmente el galardón a cada uno de los premiados que, tras dirigirse al público, se han incorporado al sillón que representa su modalidad, creación también del autor que da nombre a la fundación y que recibe año tras año la rúbrica de los premiados.

"Son las bacterias y no el hombre las que dominan el planeta desde hace cuatro millones de años", ha asegurado la investigadora norteamericana Lynn Margulis (Ciencia e investigación), conocida en la comunidad científica por su trabajo sobre el origen y evolución de las células.

La atleta mozambiqueña María de Lurdes Mutola (Deportes), que ha recibido el premio de mano del ciclista Pedro Delgado, ha visto valorada una carrera en la que ha sido once veces campeona mundial en varias modalidades y medallista olímpica.

La "activa defensa del sentido trasnacional de la cultura" que distingue al escritor holandés Cees Nooteboom (Letras) y la "decisiva contribución" del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán (Economía), a la internalización y capitalización de esta compañía han continuado con la gala.

Sánchez Galán ha reconocido que la distinción está dirigida sobre todo a las personas que trabajan en Iberdrola, una empresa que ha pasado de ser de "local a global" y que lleva los colores de España por el mundo.

El premio de Restauración y Conservación ha recaído sobre el restaurador italiano Lanfranco Secco, de quien se ha reconocido su "compromiso vital con la restauración y conservación del patrimonio artístico.

El sociólogo francés Alain Touraine (Pensamiento y Humanidades), defensor de las libertades individuales "con una perspectiva decididamente democrática", ha señalado que "después de una crisis llega el momento de pensar la situación y transformar al mundo para hacer aparecer nuevas formas de defensa de las libertades".

"Cuando me anunciaron que me iban a dar el premio pensé si sería porque soy de Valladolid o porque realmente lo merezco", ha señalado la actriz Concha Velasco, quien, tras agradecer el reconocimiento por su "brillante y completa" trayectoria ha asegurado que aunque la "falsa" modestia puede hacer sentirse avergonzada, ella no se ha sentido así.