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Los cuadros de un español, en un proyecto de cine del director chino Jia Zhangke

EFE

Una exposición de pinturas de dragones orientales y quijotes cervantinos, del español Andrés Alcántara, en Shanghai, fue elegida como marco para la escena final de un proyecto cinematográfico en China, coordinado por uno de sus directores más reconocidos, Jia Zhangke, explicó a Efe el equipo del cineasta.

Se trata de una película encargada a Jia por el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) y la Ciudad de la Arquitectura y el Patrimonio de París, para integrarla en una exposición que se llamará "China soñada, China real", aunque el equipo tratará también de presentar la cinta en el próximo Festival de Cannes.

La película, llamada provisionalmente "5x18", mostrará cinco ciudades chinas desde la visión de cinco jóvenes directores del país asiático, elegidos por Jia, que firmará uno de los episodios, a través de cinco cortometrajes de 18 minutos de duración.

La parte en la que aparece la obra de Alcántara es la correspondiente a Shanghai, que se titula "Chuang" ("La cama") y será firmada por Han Jie (nacido en 1977 y ya con un Tigre de Oro en Rotterdam, en 2006, por "Walking on the Wild Side").

El proyecto lo completan, por Cantón, "Xin nian kuaile" ("Feliz Año Nuevo"), de Li Hongqi; por la metrópoli de Chongqing "Chuanliu bu xi" ("El río no se detiene"), de Peng Tao; por Xian, "Bugu" ("El cuco"), de Chen Tao; y por la "venecia oriental" de Suzhou, "Heliu shangde aiqing" ("El amor sobre el río"), de Jia Zhangke.

Para el rodaje de la última escena de la parte de Shanghai, al que pudo asistir Efe, en el Espacio para la Escultura de la ciudad se colocó, sobre una montaña de arena, una cama blanca con varias ramas secas, rodeada por tres paredes con 30 de los coloridos cuadros de Alcántara, llevados a cabo con tintas industriales.

Se filmaron dos posibles finales, uno sin actores y otro con una cincuentena de personas en escena.

"Estábamos buscando un lugar adecuado para el final de la película, y cuando pasé por aquí decidí que tenía que ser este lugar porque me conmovieron las obras", aseguró a Efe el productor de "La cama", Pan Jianlin, a su vez director independiente, que por edad pertenece a la llamada sexta generación de realizadores chinos, que encabeza Jia.

"El arte y la belleza no tiene nada que ver con los conceptos de Oriente o de Occidente", opinó Pan, pero señaló que la característica de Shanghai es que en esa ciudad se mezclan ambas culturas, "y en las obras de Alcántara se muestra muy bien también esa mezcla, lo que ha sido una afortunada coincidencia".

Pan elogió la composición y el intenso colorido de sus dragones y sus quijotes, y reveló que el 10 por ciento del presupuesto total de "La cama" fue destinado a poder rodar en la exposición del español, que acaba de concluir en el centro escultórico, pero se prolonga en Shanghai durante este mes de marzo en otra sala adyacente al museo.

"Para mí es una experiencia nueva que mis obras aparezcan en una película, pero el hombre se enamoró de la obra y no hacía más que decirme que era una sinfonía de color, que no necesitábamos hablar el mismo idioma para entendernos", cuenta por su parte Alcántara de sus encuentros con Pan.

El artista y sus patrocinadores españoles tratan de no darle mucha importancia al hecho de que ya la obra del pintor chino Liu Xiaodong multiplicara su valor tras aparecer en el documental "Dong" ("Oriente") que Jia Zhangke rodó paralelamente a "San Xia hao ren" ("Still Life"), con la que ganó el León de Oro en Venecia (2006).

"Todo lo que sea estar presente en el mundo globalizado, ser capaz de tener un nombre internacional, me imagino que a largo plazo será muy positivo para darle valor a la obra, pero bueno... ya se contaminará con los precios y la economía, por ahora nos quedamos con el valor artístico", opina Jesús Martín, mecenas del artista.

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