Este artículo se publicó hace 11 años.
Diez días para salvar Fagor
El fabricante de electrodomésticos se da un nuevo plazo para lograr financiación y evitar así el concurso de acreedores. Los socios creen "muy difícil" recuperar sus ahorros si cae la empresa
Fagor Electrodomésticos trabaja intensamente en la búsqueda de financiación para garantizar su viabilidad pero, hasta este momento, "no hay resultados" y, por ello, se da de plazo una semana o diez días y, si no logra su objetivo, tendría que presentar un concurso de acreedores, según han informado fuentes de la cooperativa. La cooperativa vasca, con una deuda de 850 millones, está, en la actualidad, en situación de preconcurso de acreedores, aunque su filial polaca Fagor Mastercook ya ha solicitado un concurso voluntario de acreedores.
Fagor precisa de 170 millones para poder subsistir y, tras la negativa de la Corporación Mondragon, donde está integrada la cooperativa, a facilitarle recursos al considerar que no es viable su proyecto, está centrada en buscar otras posibles vías de financiación. Fuentes de la cooperativa han indicado que, por ahora, no se han logrado esos recursos para poder garantizar su futuro y reconoce que es "muy difícil".
El fabricante continuará en los próximos días con una labor intensa de búsqueda de recursos, pero se da un plazo de una semana o diez días, de manera que, si en ese tiempo, no lo consigue presentaría finalmente concurso de acreedores.
"Muy difícil" recuperar los ahorrosLa posible entrada de Fagor Electrodomésticos en concurso de acreedores genera aún más pesimismo entre los socios cooperativistas, exsocios y familiares, que creen "muy difícil" recuperar el dinero invertido en la cooperativa vasca. En concreto, la asociación de afectados Ordaindu (Pagad), asegura que Fagor "retiene" 45 millones en aportaciones voluntarias y 42 en préstamos de capital social que, en principio, la empresa debía devolver a los socios cuando éstos los reclamaran.
Sin embargo, la crisis que atraviesa la compañía, abocada al concurso de acreedores si no consigue de manera inminente los 170 millones de euros que la Corporación Mondragón ya se ha negado a otorgarle, torna "muy difícil" la recuperación del dinero por parte de los afectados que, al drama de quedarse sin trabajo, suman ahora el de perder los ahorros de toda una vida. Isidro Sánchez, portavoz de Ordaindu, ha reconocido que la situación es muy compleja ya que, en caso de que la cooperativa entre en proceso de liquidación, la normativa establece prioridades entre los acreedores a la hora de cobrar con lo que prevén que "entidades bancarias y administraciones" vayan en primer lugar y agoten íntegramente los fondos disponibles.
No obstante, la plataforma Ordaindu no ceja en su empeño de agotar todas las vías posibles para recuperar el dinero de los afectados, por lo que el próximo lunes celebrará una nueva reunión en la que plantearán la posibilidad de "tocar otras puertas" como las del gobierno vasco en la búsqueda de una solución. Explican que ellos no piden "nada extraordinario" sólo recuperar unos ahorros que son suyos, especialmente en una situación como la que les espera de desempleo.
El impacto del previsible cierre de la firma, que cuenta con 5.600 empleados -unos 2.000 en Euskadi-, sacó ayer a la calle a miles de personas en Arrasate (Gipuzkoa), sede de la factoría y del Grupo Mondragón. Precisamente, esta localidad guipuzcoana será escenario el lunes de una reunión entre representantes institucionales del gobierno vasco, la Diputación Foral y ayuntamientos de la zona y de la Corporación Mondragón para tratar de buscar salidas que palíen, en la medida de lo posible, la previsible caída de la cooperativa más emblemática del movimiento cooperativista vasco.
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