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EE.UU. cree que el ciclón dejó 100.000 muertos y le pide a Birmania que permita la ayuda internacional

EFE

El Gobierno de Estados Unidos instó hoy a Birmania a permitir la entrada de ayuda al país ante la grave situación humanitaria dejada por el ciclón Nargis, que Washington calcula que puede haber dejado hasta 100.000 muertos.

La junta militar birmana, bajo sanciones económicas y diplomáticas impuestas por la comunidad internacional por la falta de libertades en el país, bloquea hasta el momento la entrada de ayuda extranjera.

La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, lanzó hoy un llamamiento a la junta y aseguró que la ayuda humanitaria no debe mezclarse con la política.

"Lo que falta es que el Gobierno de Birmania permita que la comunidad internacional ayude a su pueblo. Debería ser algo muy simple, no es una cuestión política", indicó Rice en declaraciones a la prensa.

Según la secretaria de Estado, los daños dejados por el ciclón "son el tipo de desastre que sin ayuda externa sólo irá a peor".

Por su parte, el consejero de Seguridad Nacional, Stephen Hadley, aseguró que "se trata de una catástrofe de proporciones enormes" y resaltó que "es difícil de entender" por qué el régimen birmano no concede visados a los equipos de ayuda que esperan en países vecinos a poder entrar para evaluar los daños y necesidades dejados por el ciclón.

"La junta debería abrir sus puertas, por favor, y dejar que la comunidad internacional proporcione ayuda humanitaria al pueblo birmano", insistió el alto funcionario.

El Gobierno estadounidense cree que el desastre causado por el paso de Nargis por el delta del río Irrawaddy puede haber dejado hasta 100.000 muertos.

La encargada de negocios de la embajada de EE.UU. en Rangún, Shari Villarosa, dio hoy esa cifra al explicar, en una teleconferencia desde esa ciudad birmana, que cerca del 95 por ciento de los edificios en la zona afectada quedaron destruidos.

La situación fuera de Rangún, la ciudad más poblada del país, es "desastrosa". "La información que recibimos indica que podría haber hasta 100.000 muertos en el delta", muchos de ellos fallecidos cuando la crecida de las aguas causada por Nargis los arrastró al mar.

Las cifras aportadas por las autoridades birmanas son mucho más bajas y hablan de cerca de 22.000 muertos y 41.000 desaparecidos por el paso del ciclón, que el sábado golpeó con vientos de más de 190 kilómetros por hora el sur de ese país del sudeste asiático.

Villarosa advirtió también del riesgo de propagación de enfermedades debido a la falta de agua potable.

El Departamento de Defensa de EE.UU. envió un avión de carga a Tailandia y otro se encuentra en camino, a la espera de que la junta birmana autorice la entrada de ayuda.

Un equipo de despliegue rápido está también en Bangkok a la espera de recibir visados para entrar en Birmania.

Además, la Marina estadounidense cuenta con tres buques que participaban en maniobras en el golfo de Tailandia y que podrían sumarse a tareas de asistencia: el barco de asalto anfibio "Essex", y sus escoltas el "Juneau" y el "Harpers Ferry".

El "Essex" cuenta con una dotación de más de 1.500 infantes de Marina y 23 helicópteros, 19 de los cuales pueden transportar cargamento y podrían intervenir fácilmente en una operación humanitaria.

La Casa Blanca indicó este martes que Estados Unidos enviará tres millones de dólares en ayuda para las víctimas del ciclón.

El Departamento de Estado afirmó hoy que presiona ante los representantes birmanos tanto en Rangún como en Washington para que acepten la ayuda estadounidense y pidió a los vecinos de ese país que hagan lo mismo.

Según el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, Washington pide a esos países que "usen la capacidad de presión que tengan ante el Gobierno birmano para que permita la entrada de equipos de asistencia extranjeros".

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