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ERE temporal, el salvavidas para la plantilla de Nueva Rumasa

El Santander avisó ya en 2009 de que el grupo de Ruiz-Mateos debía reducir su deuda con la entidad

A. F.

La complicada situación de los trabajadores de las empresas agroalimentarias de Nueva Rumasa, a los que se adeudan más de tres millones de euros según los sindicatos, ha hecho que estos vean en los expedientes de regulación de empleo (ERE) una salida temporal para volver a ingresar dinero en casa. Por eso, después de que los representantes de los 307 trabajadores de Clesa Madrid hayan presentado esten jueves un ERE temporal de seis meses en la Consejería de Trabajo de la Comunidad, los sindicatos han pensado que la fórmula debería replicarse en las compañías con mayores dificultades.

Es el caso de los 174 empleados de Royne, a quienes la empresa adeuda más de 800.000 euros. Los gestores han iniciado ya las negociaciones para el ERE, según Europa Press.

Pero la intención de los sindicatos es incluir al menos a las empresas que se espera presenten concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos). Eso incluiría a Clesa Sevilla. También podría ampliarse a la fábrica de Clesa en Caldas de Reis (Pontevedra), que, a pesar de ser la que más ha resistido y la que se pensó que se excluiría del ERE de Clesa cuando este se planteó por primera vez a principios de año, se encuentra ya con serias dificultades de producción por falta de materia prima. Asimismo, se incluiría la fábrica de Dhul en Granada, otra que se espera que la familia Ruiz-Mateos presente a concurso.

La situación se complica también para los 15 hoteles de Hotasa en preconcurso de acreedores. Ninguno de los principales grupos turísticos españoles Sol Meliá, Barceló, Riu Hoteles, Iberostar, Globalia, H10 o Fiesta han mostrado interés para hacerse con la propiedad de alguno, informó Efe.

Por otro lado, la correspondencia entre los Ruiz Mateos y el grupo Santander distribuida esta semana demostraría que el banco avisó durante más de un año de la necesidad de reducir la deuda. Una carta fechada el 19 de junio de 2009 y dirigida a Emilio Botín hace alusión a que el director de Riesgos de la entidad, Javier Peralta, habría informado a Nueva Rumasa de que no aumentaría 'ni un euro' el riesgo asumido en empresas del grupo.

Peralta habría informado de que había que reducir 'cuanto antes' la deuda con la venta de activos. No sería hasta un año después, en el verano de 2010, cuando el banco informó de que, si no se producía la cancelación parcial de los 330 millones de deuda, 'antes de septiembre iniciaría las acciones de ejecución que por derecho corresponden'.

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