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España avanza hacia una nueva cultura ambiental, aún con algunos escollos

EFE

España avanza "hacia una nueva cultura ambiental" ya que se aprecian mejoras en algunos indicadores como la reducción del consumo de agua o el aumento de la masa forestal, pero aún existen escollos como el incremento de fertilizantes en la agricultura o la contaminación del aire en las ciudades.

Así se deduce de los datos del "Perfil Ambiental de España 2008', un informe anual elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, que ha sido presentado hoy por la Secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera.

Ribera ha señalado que este estudio permite tener un conocimiento sintético y global sobre el estado del medio ambiente en España y su relación con todos los elementos que lo constituyen.

Ha destacado que de los datos se desprende que hay "un margen de esperanza" y que se aprecian "avances hacia una cultural ambiental distinta y hacia una mejor relación de los españoles con su entorno".

El perfil analiza 77 indicadores de catorce áreas distintas, y aunque no todos ellos tienen el mismo grado de actualización, "el nivel es razonablemente elevado", según Ribera, que ha explicado que 16 de ellos ofrecen información autonómica y además incluye 19 fichas de cada una de las comunidades autónomas.

En algunos indicadores se observa "una apreciable mejora", como son la disminución del consumo de agua, el mejor estado de las masas forestales, el crecimiento de la agricultura ecológica, el aumento del reciclado o la reducción de los residuos generados por habitante.

También destaca el aumento de la utilización de energías renovables y el crecimiento más lento de las emisiones atmosféricas.

No obstante, el documento presenta algunos indicadores con peor comportamiento como el aumento de fertilizantes en la agricultura o el incremento de algún contaminante atmosférico en las ciudades.

Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) se incrementaron en 2007 un 2,1 por ciento respecto a las de 2006, principalmente por la aportación del sector energético.

Según Eurostat, en el año 2006 las emisiones por habitante colocan a España por debajo de la media europea .

La secretaria de Estado ha destacado una "caída importante" en el consumo de agua potable tanto en los hogares como en las explotaciones agrarias y ha subrayado que desde el 2004 se percibe una desvinculación "clarísima" entre el consumo de agua y el PIB, ya que mientras el primero disminuye el segundo aumenta.

El punto negativo en este apartado es el empeoramiento de la contaminación orgánica de los ríos el pasado año.

Respecto al suelo, el 16 por ciento de la superficie española tiene un riesgo alto de desertificación, y un 2 por ciento, un riesgo muy alto, y son Cataluña, Andalucía y Cantabria las comunidades con mayor porcentaje de suelo con procesos erosivos medios y altos.

En España, el 26,6 por ciento de la superficie terrestre forma parte de la Red Natura 2000 y el 27,20 por ciento está protegida.

La superficie forestal continúa aumentando en todas las comunidades, aunque destacan Extremadura y Canarias, con un 19 y un 16 por ciento, respectivamente.

El documento resalta también que la superficie incendiada el pasado año se redujo a cifras que no se registraban desde hacía varias décadas.

Tras destacar el crecimiento de la agricultura ecológica, aunque aun solo supone el 3,9 por ciento de la superficie agraria total, Ribera ha señalado que "el elemento más llamativo y, en este caso, para mal" es el consumo de fertilizantes", que aumentó hasta situarse en los niveles del año 2004.

En el medio urbano, aunque la calidad del aire mejora con carácter general, la secretaria de Estado ha señalado que se ha producido un aumento del número de horas y días en los que se superan los límites legales de dióxido de nitrógeno (NO2), uno de los principales contaminantes.

El Perfil Ambiental presenta por primera vez este año los resultados agregados de la primera fase de los Mapas Estratégicos de Ruido, que indican que 1.463.000 personas están expuestas al ruido de los grandes ejes viarios; 78.100, al de ejes ferroviarios, y 143.700, al de los grandes aeropuertos.

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