Este artículo se publicó hace 15 años.
España no salda cuentas con el expolio nazi
Anne Webber, presidenta de la Comisión para el Arte Incautado en Europa, asegura que entre la revisión de los nuevos catálogos de la colección del museo Thyssen aparecen hasta 218 obras de arte ensombrecidas por el expolio n
"Es decepcionante que el Gobierno español se porte como lo hace. Defendió los principios de Washington (el principal, investigar el periodo de 1933 a 1945 de los cuadros de sus colecciones), también está presente en todas las conferencias internacionales y firma todos los acuerdos. Sin embargo, no cumple con lo que se compromete", explica Anne Webber, presidenta de la Comisión para el Arte Incautado en Europa, con sede en Londres.
Según Anne Webber, algunos países cumplen mejor que otros los convenios acordados. La cazadora de cuadros incautados no es partidaria de llevar los casos a juicios. "Francia no investiga, pero devuelve; Holanda y Alemania, ahora investigan y devuelven; Reino Unido investiga, pero, de momento, no devuelve. Aquí (Reino Unido) y en EEUU se están formando comisiones para resolver los casos de reclamaciones. Es una buena solución porque son imparciales y evitan los juzgados, que en Europa llevan mucho tiempo; en Holanda hay una comisión que funciona muy bien", cuenta esta mujer que lleva diez años implicada en la tarea de devolver piezas de arte saqueado hace 60 años.
Las obras señaladas fueron adquiridas durante el régimen de Adolf Hitler
Los juzgados americanos, en estos casos, tienden a forzar la devolución de este tipo de arte, aunque la actriz Elizabeth Tay-lor se ha quedado con Vista del asilo y capilla de San Remy, pintado por Vicent van Gogh y reclamado por los descendientes de un antiguo propietario, tras pasar por todas las instancias judiciales americanas.
En la cola de este ranking de países más o menos activos en la resolución de contenciosos artísticos, está España, aunque no está sola: Italia tampoco investiga ni devuelve, ni ha creado ningún órgano para resolver los conflictos entre reclamantes y propietarios de obras de arte expoliado por el régimen nazi. Según las palabras de Anne Webber, Austria está también a la cabeza de la lista de países que cumplen con la resolución histórica de casos de arte incautado por los nazis. Un grupo de ocho a diez investigadores trabajan para esta comisión desde hace diez años. Según su información, el museo Thyssen-Bornemisza de Madrid tiene, a la vista de la nueva catalogación de piezas que ha llevado a cabo el museo, exactamente 218 obras de arte a la sombra del expolio nazi por las múltiples conexiones de la familia alemana con el régimen de Adolf Hitler.
Los amigosUna de las funciones de esta comisión es perseguir la aplicación de los acuerdos de Washington de 1998. De la capital americana surgieron resoluciones internacionales por las cuales los países representados se comprometían a investigar la historia de las obras de arte de sus museos en el periodo del expolio nazi y, en caso de reclamaciones, se comprometían a llegar un acuerdo "justo" para todas las partes en conflicto, bien devolución, bien compensación, bien reconocimiento histórico u otra solución.
Uno de los proveedores de tablas renacentistas y óleos clásicos del primer barón padre del que vendió la colección a España fue el nazi Karl Haberstock, quien le vendió, entre otras muchas obras, Retrato de Mathaus Schwarz, de Christoph Amberger (1505-1562), de la escuela alemana.
Un proveedor de tablas renacentistas del primer barón fue un nazi
Otra fuente de adquisición artística de los Thyssen fueron los marchantes judíos que huían de los nazis y vendían bueno, bonito, barato y rápido como Jacques Goudstikker. "Hay 218 obras de arte en la colección Thyssen que fueron adquiridas durante el régimen nazi y sobre las cuales no se ha hecho la investigación adecuada ni está claro el origen de las mismas", resalta Anne Webber en su alegato contra el comportamiento español desde los primeros acuerdos internacionales sobre el expolio nazi de obras de arte. Los responsables del museo, consultados por este periódico, prefirieron guardar silencio ante las acusaciones.
El caso más relevante ahora en España es el del cuadro Calle San Honorato al mediodía. Efecto de la lluvia, del pintor impresionista Camille Pissarro. Según la información del museo, el lienzo fue adquirido por el barón Thyssen en 1976 a la galería Joseph Hahn de París. Y ahí empieza y acaba la historia de la imagen, pintada en 1897.
El cuadro lo reclama el fotógrafo americano, de 88 años de edad, Claude Cassier, quien aduce que la obra perteneció a su abuela y tuvo que venderla a los nazis en 1939 por la cifra de 360 dólares para comprar el visado que la llevaría a Londres. Parte de su familia pereció en los campos de exterminio. "Este litigio [el del Pissarro del Thyssen] ya dura ocho años, Claude Cassier es un señor muy mayor, y no es correcto que el Gobierno español haya desatendido el caso empujando al reclamante a llevarlo a los juzgados. La familia de Cassier tenía el cuadro desde que se pintó, es parte de su historia. El Ministerio de Cultura debería haber tratado de agilizar un acuerdo para que ambas partes llegasen a un pacto", dice Anne.
Otro de los cuadros robados por los nazis y aparecido en un museo de Madrid es La familia en metamorfosis, del surrealista francés André Masson, reclamado por los descendientes del judío David Weil. En este caso, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y los reclamantes llegaron a un entendimiento que permitió al centro quedarse con la obra. "Cuando un gobierno no tiene una política clara, hay diferentes soluciones o ninguna. Las familias que lo reclaman también tienen diferentes actitudes. Puede que el director de un museo con competencias consiga una solución distinta a la de otro museo. Debe haber coherencia y consistencia en la política de un gobierno, no puede depender del cargo de turno o del lugar geográfico en el que ha ido a parar en el mismo país", explica la presidenta de la comisión citada.
Falta de compromisoWeber añade que "proveímos a la comisión Múgica de la lista de personas españolas registradas por los aliados en 1945,que participaron en el expolio artístico, pero las acciones de estas personas no han sido investigadas". Tampoco han sido analizadas con lupa las colecciones de los museos o el tráfico de arte que se produjo en España en el periodo de la Segunda Guerra Mundial o en los años previos, que coincidieron con la Guerra Civil. Personajes relevantes del mercado del arte internacional, como la extensa familia Rosenberg, que huyó de Francia a EEUU, lo hicieron con su pinacoteca por suelo español. Algunos cuadros llegaron a Nueva York, otros se quedaron por el camino, sin saber ellos si salieron de París o dónde exactamente se perdieron en el largo viaje de París a Nueva York pasando por España.
"En España pasaron obras de arte y se vendieron cuadros robados por los nazis, pero no se ha investigado el tema"
"En España pasaron obras de arte y se vendieron cuadros robados por los nazis, pero no se ha investigado el tema ni hay una respuesta clara del gobierno, ignoran los acuerdos internacionales. Los nazis fueron muy buenos en documentar sus expolios y registrar mucha información sobre cómo conseguían sus motines. Ahora se pueden probar muchas ventas forzadas por la documentación que ellos guardaron. En el caso del Pissarro del Thyssen, el Gobierno alemán reconoció después de la guerra que era arte incautado por los nazis y que había sido una venta forzada. Incluso estaban dispuestos a pagar compensación; en otros casos, es más difícil demostrarlo, pero en este caso está muy claro que forzaron a la abuela de Cassier a la venta a cambio de un visado", explica Anne, interminable en casos y ejemplos de obras de arte con historia.
La Comisión para el Arte Incautado en Europa ha intervenido en la recuperación y devolución de más de 3.000 piezas la mayoría cuadros, pero también libros, muebles u otros objetos requisadas a la fuerza a ciudadanos judíos. En total, se calculan que unas 600.000 obras y objetos fueron robados de 1933 a 1945 a la comunidad judía europea.
Unas 60.000 piezas fueron devueltas al Estado francés tras la Segunda Guerra Mundial. De estas, 45.000 fueron destinadas a sus propietarios y 15.000 fueron vendidas. "Hablamos siempre de la punta del iceberg, algo mínimo, porque la usurpación fue generalizada", repite Anne enfatizando que la cifra total de obras de arte robadas por los nazis no se sabrá nunca.
La presidenta de la Comisión asegura que "a menudo hay dos víctimas, porque los propietarios actuales lo han comprado de forma legítima en subastas o galerías y, después, ha resultado ser una obra de arte robada. A veces los reclamantes no tienen medios para contratar abogados porque son gente humilde. Por eso, las comisiones nacionales funcionan al analizar los casos con imparcialidad en bases morales y evitan ir a juicios que acaba con la venta del cuadro para pagar a los abogados".
Anne WebberCopreside con David Lewis la Comisión para el Arte Incautado en Europa, pero ella es la cara y la voz de la citada comisión. Habla de sus temas con conocimiento de causa. Es miembro de la Cultural Property Policy Unit of the European Council of Jewish Communities, Forma parte del British Spoliation Advisory Committee y de otros organismos que van desde la Universidad de Oxford hasta el Gobierno británico y los órganos que controlan los museos británicos. Especialista en los temas de restitución de arte confiscado, asesora a las familias cuyos antecesores perecieron en el Holocausto. Ha creado un registro central y varias bases de datos sobre países, objetos y personas que participaron o fueron víctimas del expolio nazi del arte.
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