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La española Delfina Entrecanales lanza una fundación en apoyo a los artistas de Oriente Medio

Agencia EFE

A sus ochenta años y con envidiable energía, la española Delfina Entrecanales se dispone a lanzar en Gran Bretaña, país al que llegó de joven estudiante y donde reside desde hace 54 años, un nuevo proyecto de mecenazgo para ayudar a artistas de países de Oriente Medio.

A Entrecanales, vinculada a la poderosa familia del sector de la construcción que lleva su apellido, no le gusta la publicidad, lo que explica que no haya concedido hasta ahora entrevistas, pero en el mundo cultural británico es una personalidad muy conocida gracias a la fundación que creó en 1988 para ayudar a muchos artistas entonces emergentes y hoy reconocidos internacionalmente.

Del Delfina Studio Trust se beneficiaron en su día artistas que hoy exponen por todo el mundo -algunos de ellos ganadores o nominados para el controvertido premio Turner- como Mark Wallinger, Keith Tyson, Tacita Dean, Anya Gallaccio o Catherine Yass.

Según explicó a EFE en la sede de la nueva fundación -próxima al palacio de Buckingham-, que todavía huele a pintura fresca, una reciente visita a Siria, donde no había estado nunca, la convenció de que debía reanudar sus actividades de patrocinio de artistas que abandonó el año pasado.

Delfina, como le gusta que la llamen, fue a Siria y Jordania acompañada de dos influyentes amigos, el pintor y promotor artístico escocés Andrew Brown y Mark Muller, abogado que ha intervenido en sonados casos internacionales de derechos humanos, y en la capital siria conoció de primera mano, según explica, las difíciles condiciones en que trabajan los artistas en esa conflictiva región.

Su convicción, fruto de sus años de experiencia, de que los artistas pueden ser embajadores culturales a la vez que agentes de cambio, la hizo embarcarse en ese nuevo proyecto de colaboración entre países occidentales e islámicos, que cuenta con el patrocinio del diplomático egipcio y ex secretario general de las Naciones Unidas Butros Gali.

Sus dos primeros beneficiados, que se alojarán y trabajarán durante tres meses en la sede especialmente acondicionada de la fundación, son el artista sirio Fadi Yazigi y la pintora y aspirante a comisaria de exposiciones Hala Muhanna, a la que se ha brindado la posibilidad de colaborar en su campo con la galería Tate Modern.

"Es increíble lo aislados que están artistas como ellos -explica Delfina-. Hala, por ejemplo, es una chica muy inteligente, que habla francés e inglés y está estudiando además español en el Instituto Cervantes, de Damasco, porque dice que quiere saber idiomas para comunicarse con el mundo exterior".

La mecenas española no cree que los artistas a los que invite vayan a quedarse luego aquí y está convencida de que regresarán a sus respectivos países para contribuir con todo lo aprendido a que "cambien allí las cosas".

Delfina Entrecanales, a la que los viajes no parecen arredrar pese a las crecientes incomodidades de los aeropuertos, prepara ya para el próximo mes uno nuevo, esta vez a Israel y los Territorios Palestinos, en el que la acompañarán de nuevo Brown y Muller, así como el joven director ejecutivo de la fundación, Aaron Cezar.

Se trata de buscar a otros artistas -tal vez poetas esta vez, dice- para su proyecto, que se lanzará oficialmente el 11 de octubre en la sede londinense de Christie's, aprovechando el hecho de que uno de los directivos de la famosa casa de subastas es también miembro del directorio de su fundación.

Preguntada sobre cómo lo financiará todo, Delfina dice con una sonrisa que confía, entre otras cosas, en la solidaridad intergeneracional de quienes -alrededor de 400- se beneficiaron del programa de "artistas residentes" de su anterior fundación y que tal vez se decidan a donar alguna obra para una subasta que proyecta para el año próximo en beneficio de los más jóvenes.

Entre los que han prometido ya su ayuda hay también músicos como los integrantes del cuarteto clásico Brodsky, y Robert Wyatt, de "Soft Machine" (famoso grupo de los sesenta con raíces en la psicodelia, el jazz y el art/rock), que es ahora también asesor de la fundación.

Cuando Wyatt se rompió la espalda en 1973 al caerse desde una ventana de un cuarto piso, Delfina le ofreció un espacio para que trabajase en su granja para artistas del condado inglés de Wiltshire, donde aquél grabó el que muchos consideran su mejor álbum, "Rock Bottom", un clásico del llamado sonido de Canterbury.

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