Hay un lugar en la Península del Barbanza, entre las rías de Muros-Noia y Arousa, en el que encontramos playas, marismas, lagunas y, destacando sobre todos estos espacios naturales, el mayor complejo dunar de la Península: se trata de Corrubedo y de la espectacular duna viva que domina su conjunto, agrupado bajo la denominación de parque natural. Una zona cambiante que ofrece, cuando despunta o se oculta el sol, un espectáculo natural de primera magnitud.

En ese "show" la gran protagonista es la gran duna viva, única en el litoral gallego con su kilómetro de longitud, 200 metros de ancho y más de 15 metros de altura. Pero Corrubedo son también sus dos lagunas litorales, una salada, Carregal, que se comunica con el mar formando una amplia marisma, y otra cerrada de agua dulce, Vixán. La combinación de ambas da como resultado un ecosistema en el que se puede encontrar una valiosa flora y fauna. La importancia de Corrubedo como ecosistema ha sido resaltada con su declaración como Zona de Especial Protección de Aves. En este entorno encontramos, además, hasta cinco playas. La de Ladeira tiene su continuación en la de Vilar-Carreira y ofrece aguas cristalinas y una zona recogida para el baño, que en otros arenales del parque natural resulta más peligroso.

En los alrededores de Corrubedo, A Pobra do Caramiñal ofrece la posibilidad de recorrer rincones por los que transitó el ilustre escritor Ramón del Valle-Inclán, que aquí pasó largas temporadas. El Faro de Corrubedo y el dolmen de Axeitos, uno de los monumentos funerarios megalíticos más sobresalientes de toda Galicia, son otras paradas que pueden enriquecer la visita de quienes se acerquen a este parque natural que hace de la arena todo un espectáculo.