Los dos fallecidos al estrellarse el helicóptero en el que sobrevolaban una zona forestal del municipio mallorquín de Andratx eran ciudadanos británicos, según han confirmado la Guardia Civil y el servicio de coordinación de emergencias 112.

Las mismas fuentes han eludido facilitar la identidad de las víctimas hasta comprobar sin margen de error que los cadáveres carbonizados hallados entre los restos del aparato corresponden a las dos personas registradas en el aeródromo de Son Bonet, de donde despegó el helicóptero.

Al parecer uno de los fallecidos era el propietario de la aeronave, aunque un portavoz del aeródromo ha atribuido la titularidad del helicóptero a una empresa de alquiler y entrenamiento de pilotaje que ha negado este extremo.

En cualquier caso, el aparato salió de Son Bonet sobre las 10.40 y se estrelló en torno a las 11.10 en una zona forestal situada junto al Coll de Sa Gramola, a escasos metros de la carretera entre Andratx y Estellencs (Ma-10), en concreto en el kilómetro 108.

Varias personas que se encontraban en la zona, junto a un área muy transitada por buscadores de setas llamada Es Campas, han avisado del accidente, aunque los relatos divergen sobre si la aeronave estalló al colisionar contra el suelo o hizo explosión en el aire antes de caer, algo que tratan de aclarar los investigadores de la Guardia Civil.

Las llamas generadas por la colisión se extendieron a la masa forestal de la zona, por lo que los bomberos de los parques de Sóller y Calvià han intervenido hasta extinguir el fuego después de que quemara unos 1.000 metros cuadrados de pinar.